Pensiones: no hay mora tras primer mes de nuevo sistema

miércoles, 2 de marzo de 2011

En el primer mes de vigencia del nuevo sistema de pensiones, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) no registraron morosidad y dicen que la transición se cumple sin contratiempos.
Una fuente de la AFP Previsión indicó ayer que la mayoría de las empresas pagaron puntualmente el pasado mes los aportes de sus trabajadores correspondientes a enero.
El director ejecutivo de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Alberto Arze, explicó que existe temor entre los empleadores porque la nueva Ley de Pensiones establece que los empresarios que no depositen a tiempo los aportes de los trabajadores serán pasibles a procesos coactivos y penales con penas de entre cinco y 10 años de cárcel.
En el anterior sistema de pensiones, cuando una empresa ingresaba en mora, las AFP en primera instancia exigían el cobro mediante notas y, en caso de no lograr resultados, iniciaban procesos ejecutivos sociales (civiles) sin plazo de conclusión.
La n ueva norma indica que a partir del día siguiente de vencido el plazo de entrega de aportes, el empleador incurre en mora.
“El proceso penal por apropiación indebida (...) deberá ser iniciado por la Gestora Pública en un plazo de 120 días calendario, desde que el empleador se constituyó en mora”, señala el Artículo 23 de la Ley de Pensiones.
Hasta diciembre de 2010, las AFP registraban una mora de 74,81 millones de dólares. Las entidades están conminadas a recuperar el dinero hasta fin de este año.

Contradicciones
Arze dijo que pese a existir contradicciones entre la Ley de Pensiones y el Decreto Supremo reglamentario 778 sobre los parámetros para hacer el cálculo del pago del Aporte Nacional Solidario –aquel que gana más de 13 mil bolivianos-- , los empleadores decidieron cumplir con el pago al sistema.
Indicó que el total ganado del aportante solidario establecido en las normas no considera el límite máximo de 70 veces el salario mínimo nacional vigente en el periodo de cotización.
“Las empresas nos vimos en la necesidad de cancelar, pero esto no repercute en los empresarios sino en los mismos trabajadores. Enviamos una carta donde expresamos nuestras objeciones, pero terminamos pagando”, agregó Arze.

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