El salario pierde valor frente a altos precios de la canasta

domingo, 8 de abril de 2012

En los últimos años y de manera imperceptible, aunque con gran impacto, el salario de los trabajadores ha perdido su poder adquisitivo. El dinero alcanza para comprar menos productos y es muy difícil ahorrar algo.
“La gente se siente impotente y no puede explicarse cómo es que con el salario promedio de unos 2.200 bolivianos se compra cada año menos productos de la canasta básica familiar”, dice José Luis Núñez, dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB).
“Hace dos años, en la casa comprábamos los alimentos básicos y otros productos de la canasta y nos habíamos obligado a ahorrar alrededor de 500 bolivianos mensuales.
Ahora con mi sueldo, que llega a los 3 mil bolivianos, estamos comprando menos, por decir apenas un 60 por ciento de esa canasta, habiendo llegado incluso a gastar lo que estábamos ahorrando porque todo ha subido”, explica la enfermera Verónica Rivas, que todos los sábados hace mercado en la Calatayud.
“Basta un ejem plo, antes, con un peso comprábamos cuatro panes, hoy apenas dos”, señala.

Capacidad adquisitiva
De acuerdo con estimaciones de Núñez, el salario promedio de los trabajadores del país estimado en 2.500 bolivianos perdió la capacidad de comprar alimentos básicos de la canasta familiar entre un 40 y 50 por ciento, en los últimos tres años, debido a que los comerciantes e intermediarios se dieron a la tarea de especular y encarecer los precios, especialmente después del gasolinazo, pese a que el Gobierno anuló la medida.

No cubren inflación
En criterio del analista económico Pablo Cuba, los salarios pierden cada año capacidad adquisitiva debido a que los incrementos dispuestos por el Gobierno apenas llegan a cubrir los niveles inflacionarios y no reponen o compensan la pérdida de la capacidad adquisitiva.
Para los trabajadores, una manera de garantizar que los incrementos aumenten también la capacidad adquisitiva de los salarios es que sean acompaña dos con normas que congelen los precios de algunos artículos indispen sables de la canasta familiar como carne, pan, azúcar, arroz y leche, además que se autorice a las alcaldías o a las gobernaciones a establecer precios y “mecanismos de control eficaces y de escarmiento” contra la especulación y subidas injustificadas.
“Hasta ahora está vigente el Decreto Supremo 21060 que establece la libre oferta y la libre demanda en los precios”, recuerda Núñez que dice que la COB reclama para los movimientos sociales la tarea de controlar y sancionar cualquier ocultamiento de alimentos.

Negociaciones
El analista Pablo Cuba agrega que  las negociaciones entre la COB y el Gobierno deben llevarse a cabo en dos escenarios de incremento: uno destinado a compensar la inflación registrada el año pasado y otro para concertar una serie de medidas destinadas a reponer la capacidad de compra de los salarios.

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