Transgénicos: riesgos y ventajas en debate

martes, 7 de junio de 2011

Luego de que el Gobierno de Evo Morales confirmó que impulsa la producción, importación y comercialización de productos genéticamente modificados, ambientalistas y el sector privado comienzan sobre riesgos y ventajas del uso de los también llamados transgénicos.
Para el presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Wilfredo Rojo, el uso de esta biotecnología puede disminuir el hambre. “La ciencia y tecnología pueden contribuir a combatir el flagelo de la pobreza, produciendo mayores volúmenes para hacer más accesibles los alimentos, respetando el medio ambiente, reduciendo las emisiones contaminantes por el menor uso de agroquímicos, y generando empleos”, indicó.
En tanto, la Liga de Defensa de Medio Ambiente (Lidema) señaló que los transgénicos traen riesgos ambientales a la seguridad alimentaria y la salud.
“Sería extremadamente peligroso introducir transgénicos en Bolivia. Podríamos arriesgar la diversidad nativa y la seguridad alimentaria debido a la contaminación horizontal de pólenes y genes que afecta a la biodiversidad y cultivos tradicionales”, indicó Carlos Peláez, presidente de Directorio de Lidema.
El ministro de Autonomías, Carlos Romero, anunció el domingo que el Gobierno prevé que el uso de transgénicos en la agricultura se extienda a otros cultivos (con excepción de papa y quinua), además de la soya.
El Ejecutivo impulsa el proyecto de Revolución Productiva, Comunitaria y Agropecuaria con la instrucción de normar el uso de Organismos Genéticamente Modificados (OGM).
“La posición nacional debería promover la producción orgánica y eliminar los transgénicos de procesos productivos nacionales, no sólo porque podrían sumir a los campesinos en una gran dependencia, sino porque nos dejaría sin posibilidades de competir con nuestros productos en el mercado internacional y dirigirnos a mercados justos que pagan buenos precios por productos orgánicos”, indicó Peláez.
Crecimiento
Para Rojo, las ventajas de los OGM se ven en el crecimiento mundial de superficie cultivada con semillas transgénicas.
Esos cultivos “pasaron de  1,7 millones de hectáreas en 1996 a 148 millones en 2010, es decir el 10 por ciento de los 1.500 millones de hectáreas de cultivo en el mundo”, explicó la entidad.
Agregó que, según boletín Agronoticias del Comité de Semillas de Santa Cruz, sin transgénicos, entre 1996 y 2009, no se hubiera logrado 229 millones de toneladas de alimentos, forrajes y fibra adicional en el mundo.
“La agricultura tradicional consume el 70 por ciento del agua dulce del mundo, lo que será insostenible con el aumento constante de la población. Frente a ello, la genética permite economizar el uso de agua y de suelos, incrementando la productividad”, indicó el IBCE.

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