Desaceleración de Brasil afectará en corto plazo a Bolivia

jueves, 8 de diciembre de 2011

El estancamiento de la economía de Brasil, nuestro principal socio, podría tener efectos a corto plazo en Bolivia, especialmente en el comercio exterior, y aunque  el Gobierno de Dilma Rousseff dijo que esta desaceleración es “pasajera”, analistas coinciden en que hay que estar alertas.
El martes, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) informó que la economía del “gigante” emergente creció 0 por ciento en el tercer trimestre de este año respecto al anterior. Los datos no sorprendieron a los economistas brasileños que ya esperaban la cifra —efecto también de medidas restrictivas—, pero sí mostraron que la economía más grande de la región no está “blindada" y que las otras con las que se relaciona, tampoco.
En el caso de Bolivia, su comercio exterior es muy dependiente de Brasil. Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que las exportaciones al vecino país crecieron 25,35 por ciento entre enero y octubre de este año sumando un total de 2.503 millones de dólares, es decir, el 33,08 por ciento del total del valor de las ventas bolivianas.
El gerente general de Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, explicó que para Bolivia se puede complicar el acceso de productos con valor agregado al mercado brasileño, al que ya es muy difícil de ingresar.
“Si en épocas de bonanza Brasil se ha mostrado proteccionista y restrictivo para los productos manufacturados, eso podría empeorar”, indicó.
Agregó que además el Gobierno brasileño, para proteger su economía, podría debilitar en gran medida su moneda para impedir el ingreso a su mercado de productos chinos y no perder competitividad.
Rodríguez alertó que si la depreciación del real se acelera, Bolivia podría verse inundado, como a fines de la década de los 90, de productos brasileños que competirían con precios más bajos con la producción nacional.

Gas
La mayoría de las e xportaciones bolivianas a Brasil está en el rubro de los hidrocarburo s y, por lo tanto, si Brasil reduce su demanda de gas natural podría complicar a la renta petrolera del país.
“Si se enfría la economía brasileña y se reduce su actividad industrial, esto puede significar que compre menos gas de lo que está haciendo ahora y, por tanto, eso significaría menores ingresos para Bolivia y esto tendría un efecto negativo en el país”, dijo el analista y expresidente del Banco Central de Bolivia Armando Méndez.
Pablo Cuba, director de la Carrera de Economía de la UMSS y vicepresidente del Colegio Nacional de Economistas, indicó que si se confirmar el estancamiento de Brasil es posible que para el primer semestre de 2012 se pueda sentir el efecto con cifras menores de ingresos por hidrocarburos y, por lo tanto, con una caída de la inversión pública.
Méndez destacó que la economía brasileña es la más importante de la región; representa el 50 por ciento de Sudamérica y el 40 por ciento de América Latina en términos del Producto Inte rno Bruto.
“Este antecedente indicado dice que lo que suceda con la economía brasileña afecta a toda la región de manera fundamental. Si hay recesión económica, en ese país, eso se transmite a los países vecinos mediante la reducción de exportaciones de los países de América Latina a Brasil”, añadió.

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