Santa Cruz | Tras la aprobación del alza de los precios de la gasolina y diésel, medida orientada a mejorar los ingresos del Estado y de las empresas petroleras, los empresarios privados del país y los economistas calificaron anoche la medida como un duro golpe a la economía y advirtieron con un impacto negativo en la economía popular.
La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) mediante un comunicado señaló que la medida tendrá un alto impacto en la economía con consecuencias en los costos de producción, lo que incidirá en los niveles de precios.
“Este efecto se verá en toda la economía, pero afectará de manera especial a la producción industrial, agropecuaria y en el sector transporte así como en la economía de los trabajadores bolivianos. En ese sentido, estamos haciendo los estudios pertinentes para ver el impacto en cada sector”, señala el documento.
Aclaran que si bien entienden que el incremento del diésel y la gasolina tiene como objetivo cuidar las finanzas públicas al dejar de erogar una importante parte de los $us 380 millones, recuerdan que si se quiere una economía sostenible que vaya más allá de la estabilidad macroeconómica, el sector productivo necesita incentivos, políticas públicas coordinadas y recursos a corto y mediano plazo.
Por su lado, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Daniel Sánchez, dijo que los nuevos precios de los carburantes causarán un reacomodo en los costos y precios de producción y distribución de bienes y servicios.
Empero, indicó que el incremento de los carburantes como la gasolina y el diésel tenía que aplicarse porque era inevitable cuando en los países vecinos los precios eran demasiado elevados.
Los economistas Teófilo Caballero, Napoleón Pacheco y el analista energético Álvaro Ríos señalan que aparte del proceso de inflación que vive el país, toda la canasta familiar seguirá subiendo, además de los precios de los pasajes.
“No es una medida escalonada, sino de shock... Definitivamente esta medida tiene un impacto social, pero hay que ver cómo se reacomoda la economía en los próximos días. Esta medida tiene dos aspectos realistas: uno que se evita el contrabando de diésel y gasolina, y otro que hace viable la exploración de líquidos. Empero, no es una medida populista que definitivamente tiene un impacto directo contra el transporte y el sector productivo”, enfatizó Ríos.
En criterio de Pacheco, la medida es un “supergasolinazo” que sobrepasa todo el modelo neoliberal.
La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) mediante un comunicado señaló que la medida tendrá un alto impacto en la economía con consecuencias en los costos de producción, lo que incidirá en los niveles de precios.
“Este efecto se verá en toda la economía, pero afectará de manera especial a la producción industrial, agropecuaria y en el sector transporte así como en la economía de los trabajadores bolivianos. En ese sentido, estamos haciendo los estudios pertinentes para ver el impacto en cada sector”, señala el documento.
Aclaran que si bien entienden que el incremento del diésel y la gasolina tiene como objetivo cuidar las finanzas públicas al dejar de erogar una importante parte de los $us 380 millones, recuerdan que si se quiere una economía sostenible que vaya más allá de la estabilidad macroeconómica, el sector productivo necesita incentivos, políticas públicas coordinadas y recursos a corto y mediano plazo.
Por su lado, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Daniel Sánchez, dijo que los nuevos precios de los carburantes causarán un reacomodo en los costos y precios de producción y distribución de bienes y servicios.
Empero, indicó que el incremento de los carburantes como la gasolina y el diésel tenía que aplicarse porque era inevitable cuando en los países vecinos los precios eran demasiado elevados.
Los economistas Teófilo Caballero, Napoleón Pacheco y el analista energético Álvaro Ríos señalan que aparte del proceso de inflación que vive el país, toda la canasta familiar seguirá subiendo, además de los precios de los pasajes.
“No es una medida escalonada, sino de shock... Definitivamente esta medida tiene un impacto social, pero hay que ver cómo se reacomoda la economía en los próximos días. Esta medida tiene dos aspectos realistas: uno que se evita el contrabando de diésel y gasolina, y otro que hace viable la exploración de líquidos. Empero, no es una medida populista que definitivamente tiene un impacto directo contra el transporte y el sector productivo”, enfatizó Ríos.
En criterio de Pacheco, la medida es un “supergasolinazo” que sobrepasa todo el modelo neoliberal.
0 comentarios:
Publicar un comentario