Adicionalmente a la falla geológica del kilómetro 100 de ingreso a la zona de El Sillar, que año tras año trae problemas en época de lluvias, hay aproximadamente otros siete puntos críticos en la carretera nueva a Santa Cruz por Chapare, donde la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) y la Asociación de Mantenimiento Vial (AMVI) están haciendo mantenimiento constante.
Sin embargo, gran parte de la atención de las empresas se concentra en el comportamiento de la falla geológica del kilómetro 100, que en la presente temporada de lluvias ya se ha desplazado un promedio de dos veces por semana hacia la ladera del río, explica Marcelo Rojas Villazón, residente de obras de la empresa Álvarez, encargada de su mantenimiento.
Todos los días se realizan varios cortes de tráfico vehicular, por espacio de cinco a 10 minutos, para que los trabajadores y la maquinaria de la empresa Álvarez rellenen la plataforma con agregado grueso, ripio, cascajo y arena fina, con el objetivo de estabilizar la plataforma y facilitar el paso de los motorizados por una sola vía y con todas las precauciones, debido a la inestabilidad de la zona.
“Es algo inevitable, lo que está sucediendo en esa zona. Las lluvias caen, se infiltran, la roca es realmente fracturada, constantemente van cayendo y deslizándose rocas, volones y lodo hasta mitad de la plataforma, que tenemos que cortar el tráfico y limpiar”, dijo.
Sobre el estado de la carretera nueva a Santa Cruz, Los Tiempos verificó que entre Sacaba, Aguirre, Colomi y Paracti (kilómetro 85), en varios trechos se presentan ondulaciones en el asfalto, que pueden provocar accidentes.
En otras zonas se presentan rajaduras, hundimientos, hoyos o baches de diferentes dimensiones; asimismo, pequeños derrumbes, como en los kilómetros 59, 60 y 61 que son retirados por los “Patitos”, unas microempresas del lugar que fueron contratadas para hacer la limpieza de la carretera.
En la zona de El Cañadón, el kilómetro y medio de asfalto vac iado sobre empedrado empieza a desprenderse en varios lugares hasta convertirse en grandes baches, debido al efecto de las aguas, la inestabilidad geológica del lugar y el constante trajín de camiones de alto tonelaje.
En algunos lugares el pavimento rígido de El Sillar presenta rajaduras, desniveles, hundimientos y el asfaltado del empedrado en zonas inestables geológicamente empieza a levantarse.
En los 28 kilómetros de El Sillar y los 125 hasta Villa Tunari, se identificaron 6 puntos críticos a la altura de los kilómetros 100 +800, 132, 134 +100, 137 +400, 147 y 176+500, donde se realizan trabajos de reposición de plataforma, vaciado de capa base, mantenimiento de alcantarillas, hundimiento de gaviones, ripiado y trabajos de bacheo, respectivamente.
Para atender estas y otras emergencias que puedan presentarse, la contratista AMVI y la ABC habilitaron cuatro campamentos de maquinaria pesada a la altura de los kilómetros 109, 111, 122 y 175, informó F rancisco Vega, jefe departamental de la ABC.
Para beneplácito de los transportistas, la empresa Global ejecuta el recarpetado de 92 kilómetros de plataforma entre el puente espíritu Santo II cerca de Villa Tunari e Ivirgarzama. De hecho, ya tienen una nueva capa de rodadura, los 25 kilómetros entre las localidades de Lauka Ñ y San Isidro.
VIADUCTO
Después de 10 Meses inician construcción
Tras 10 meses de estudios y haberse adjudicado la construcción de un viaducto de 200 metros de longitud, a la altura del kilómetro 100, de ingreso a El Sillar, la empresa Álvarez realizó algunas modificaciones al proyecto y encaró su construcción en dos fases a mediados de marzo, apenas concluya la temporada de lluvias.
Una primera fase comprendería la voladura controlada de toda la falla geológica, y la segunda, la construcción misma del viaducto que tendrá más de 250 metros de longitud, según recomendaciones técnicas de expertos españoles que llegaron a la zona y evaluaron el comportamiento de la falla geológica, tanto en época seca como húmeda, mediante datos registrados por cuatro inclinométricos, instalados a 15 metros de profundidad.
Durante aproximadamente 10 meses, los inclinómetros monitorearon y registraron el desplazamiento de la falla geológica para determinar con precisión el lugar donde se vaciarán las fundaciones de los pilotes que sostendrán el viaducto, porque los sensores mostraron un desplazamiento considerable río abajo, sostuvo el supervisor de obras de Álvarez.
La construcción del viaducto demandará una inversión de 20 millones de bolivianos.
PUENTE ANTAHUACANA
Prolongan su vida por 50 años más
El viejo puente Antahuacana, que después de 50 años de servicio muchos técnicos quisieron destruir y construir otro nuevo en su lugar, fue inaugurado el pasado 26 de diciembre después de ser rehabilitado y reforzado por la empresa Álvarez, con una inversión de 5,5 millones de bolivianos.
A decir de uno de los obreros, que durante 12 mese s trabajó en la reconstrucción del puente Antahuacana, fue reforzado para prolongar su vida útil por otros 50 años más y convertirse en el puente más viejo de Bolivia el año 2063, cuando cumpla 100 años de servicio.