El régimen semi-contributivo, que es creado en el proyecto de ley de pensiones, recibe aporte del trabajador, pero como "no es suficiente" para una renta digna, entonces el fondo solidario contribuye para incrementarla en escala desde una renta básica de 850 bolivianos para 10 años de aporte.
Pero para beneficiarse con la renta "tiene que aportar". Además, otra condición es que el tiempo mínimo de contribución debe ser de 10 años.
El aporte base es de 10 por ciento del salario mínimo nacional (unos 68 bolivianos mensuales), tomando en cuenta que este año ese haber bordea los 680 bolivianos, explicó Arce y aclaró que sobre "ese cálculo se puede aportar más". "No es que se inscribe hoy para recibir su renta mañana", puntualizó al explicar que con el aporte del trabajador, "el administrador de pensiones va a invertir esa plata y ese beneficio también va a servir para pagar la renta cuando le toque jubilarse".
Para los aportes mínimos de 20 años la renta será 1.100 bolivianos, para 25 años 1.200 bolivianos y para 35 años 1.300 bolivianos.
Un maestro, por aportar 30 años, recibirá una renta mensual de 2.200 bolivianos y por 25 años la renta será 2.000 bolivianos, porque "no es justo que el maestro tenga una pensión" igual a la del "heladerito" que aportó una cuota mínima, dijo.
"Entonces diferenciamos para hacer justicia", fijando rentas de 1.640 bolivianos para 20 años de aportes, 2.200 para 25 años y 2.400 para 30 años de trabajo, constituyendo "el nuevo mínimo para personas que han aportado más de un salario mínimo nacional", dijo Arce y reiteró que "hay dos mínimos dentro de lo solidario", dependiendo del aporte.