Washington | EfeEl Consejo Directivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó ayer establecer una reserva de 550.000 millones de dólares, que aportarán los países desarrollados y los principales mercados emergentes, para responder a crisis de gran magnitud.
La medida cimenta el papel delFMI) como la institución principal de combate a la inestabilidad económica, al darle las armas para hacerlo.
Los 550.000 millones de dólares son más del doble del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia a precios de mercado y con ellos el FMI pretende adecuarse a un mundo en el que las crisis económicas se extienden rápidamente de un país a otro.
El fondo, conocido con el burocrático nombre de Nuevos Acuerdos de Préstamo (NAB, en inglés), contaba con tan solo 50.000 millones de dólares antes de la actual crisis financiera.
"Durante la crisis se puso en duda el papel del FMI y si tenía los recursos suficientes. En realidad no los tenía", dijo un alto funcionario de la entidad, que no quiso ser identificado.
Hace un año, el G-20 pidió en su cumbre presidencial en Londres dotar al FMI de 500.000 millones de dólares adicionales para ayudar a los países más sacudidos por la crisis, con lo que la decisión de ayer supone el cumplimiento de ese compromiso.
Los mayores contribuyentes del fondo serán Estados Unidos, Japón y otras naciones ricas, pero se ampliará la participación de los mercados emergentes, con China, India, Rusia y Brasil a la cabeza, que serán responsables del 25 por ciento de los recursos, según dijo el funcionario.
El director gerente de la entidad, Dominique Strauss-Kahn, señaló que con la ampliación de las reservas "proporciona una base multilateral muy fuerte para las acciones del Fondo en prevención de crisis y en su resolución".
El Consejo Ejecutivo, en el que 24 directores representan a los 185 países miembros del organismo, también aprobó una reforma de las normas que rigen el fondo para permitirle echar man o de él con mayor facilidad.
Para que entre en vigor, la medida de be ser refrendada por las naciones que forman el NAB, en algunos casos por sus legislaturas. Durante la crisis, el organismo tuvo que llamar a la puerta de los países miembros para obtener préstamos bilaterales con los que apuntalar sus reservas y logró recaudar 300.000 millones de dólares, que ahora pasarán a formar parte del NAB.
Con la ampliación del capital aprobada ayer, el FMI quiere evitarse los mismos sudores en crisis futuras.
Hasta ahora el FMI tenía que negociar individualmente con los donantes cada crédito que daba a un tercer país con ese dinero, pero una vez que entre en vigor la reforma aprobada ayer, la institución podrá activar el NAB durante seis meses con el consentimiento de sus miembros, y hacer tantos préstamos como considere necesario.
Eso le dotará de más flexibilidad y le permitirá dar apoyo rápido a varios países a la vez.
Los fondos del NAB son en realidad líneas de crédito que extienden al FMI los bancos centrales de los países miembros , es decir, que el dinero no sale de los presupuestos nacionales y no tiene ningún impacto sobre el balance fiscal.
Además, aunque las divisas estén en manos del FMI, siguen contabilizándose como reservas del banco central que se las transfirió.
Brasil y otros países en desarrollo grandes habían sido reticentes a incorporarse al NAB e inicialmente condicionaron su entrada a una subida en su poder de voto en el FMI.
El compromiso alcanzado es que las aportaciones al NAB serán negociadas otra vez el próximo año, al tiempo que se define la nueva redistribución del peso de los países en los órganos de gobierno de la entidad.
Los miembros del G-20 pidieron en su cumbre en Pittsburgh (EEUU) en septiembre pasado una transferencia de por lo menos el 5 por ciento del poder de voto de las naciones ricas a los países en desarrollo "dinámicos".
Además de la reserva del NAB, el FMI cuenta con los recursos derivados de las aportaciones de todos los países miembros, que asci enden a unos 330.000 millones de dólares.
La medida cimenta el papel delFMI) como la institución principal de combate a la inestabilidad económica, al darle las armas para hacerlo.
Los 550.000 millones de dólares son más del doble del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia a precios de mercado y con ellos el FMI pretende adecuarse a un mundo en el que las crisis económicas se extienden rápidamente de un país a otro.
El fondo, conocido con el burocrático nombre de Nuevos Acuerdos de Préstamo (NAB, en inglés), contaba con tan solo 50.000 millones de dólares antes de la actual crisis financiera.
"Durante la crisis se puso en duda el papel del FMI y si tenía los recursos suficientes. En realidad no los tenía", dijo un alto funcionario de la entidad, que no quiso ser identificado.
Hace un año, el G-20 pidió en su cumbre presidencial en Londres dotar al FMI de 500.000 millones de dólares adicionales para ayudar a los países más sacudidos por la crisis, con lo que la decisión de ayer supone el cumplimiento de ese compromiso.
Los mayores contribuyentes del fondo serán Estados Unidos, Japón y otras naciones ricas, pero se ampliará la participación de los mercados emergentes, con China, India, Rusia y Brasil a la cabeza, que serán responsables del 25 por ciento de los recursos, según dijo el funcionario.
El director gerente de la entidad, Dominique Strauss-Kahn, señaló que con la ampliación de las reservas "proporciona una base multilateral muy fuerte para las acciones del Fondo en prevención de crisis y en su resolución".
El Consejo Ejecutivo, en el que 24 directores representan a los 185 países miembros del organismo, también aprobó una reforma de las normas que rigen el fondo para permitirle echar man o de él con mayor facilidad.
Para que entre en vigor, la medida de be ser refrendada por las naciones que forman el NAB, en algunos casos por sus legislaturas. Durante la crisis, el organismo tuvo que llamar a la puerta de los países miembros para obtener préstamos bilaterales con los que apuntalar sus reservas y logró recaudar 300.000 millones de dólares, que ahora pasarán a formar parte del NAB.
Con la ampliación del capital aprobada ayer, el FMI quiere evitarse los mismos sudores en crisis futuras.
Hasta ahora el FMI tenía que negociar individualmente con los donantes cada crédito que daba a un tercer país con ese dinero, pero una vez que entre en vigor la reforma aprobada ayer, la institución podrá activar el NAB durante seis meses con el consentimiento de sus miembros, y hacer tantos préstamos como considere necesario.
Eso le dotará de más flexibilidad y le permitirá dar apoyo rápido a varios países a la vez.
Los fondos del NAB son en realidad líneas de crédito que extienden al FMI los bancos centrales de los países miembros , es decir, que el dinero no sale de los presupuestos nacionales y no tiene ningún impacto sobre el balance fiscal.
Además, aunque las divisas estén en manos del FMI, siguen contabilizándose como reservas del banco central que se las transfirió.
Brasil y otros países en desarrollo grandes habían sido reticentes a incorporarse al NAB e inicialmente condicionaron su entrada a una subida en su poder de voto en el FMI.
El compromiso alcanzado es que las aportaciones al NAB serán negociadas otra vez el próximo año, al tiempo que se define la nueva redistribución del peso de los países en los órganos de gobierno de la entidad.
Los miembros del G-20 pidieron en su cumbre en Pittsburgh (EEUU) en septiembre pasado una transferencia de por lo menos el 5 por ciento del poder de voto de las naciones ricas a los países en desarrollo "dinámicos".
Además de la reserva del NAB, el FMI cuenta con los recursos derivados de las aportaciones de todos los países miembros, que asci enden a unos 330.000 millones de dólares.
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