“Debido al contrabando de productos coreanos y chinos, sólo tres de 20 talleres de cerámica continúan trabajando en Cochabamba”
Alexander Pérez | EmpresarioCon una inversión inicial de 3.500 dólares en un tinglado, un horno importado, mesas de trabajo, herramientas y materia prima, la microempresa “Cerámica Artesanal Tierra y Fuego” comenzó hace 25 años a producir una variedad de artículos decorativos, como floreros, joyeros, tazones, platos, recuerdos, regalos y vajillas en arcilla cocida, con buena aceptación en los mercados local, nacional e incluso internacional.
Los primeros 10 años, el emprendedor Alexander Pérez logró transformar una tonelada de arcilla al mes en objetos decorativos con diseños andinos y paisajes costumbristas de Cochabamba, trabajados en alto relieve, con esmalte y pinturas especiales.
De toda la producción mensual, un 80 por ciento de las artesanías en cerámica se comercializaba en las ciudades de Cochabamba, Oruro, La Paz y Santa Cruz, mientras que el 20 por ciento restante era adquirido por viajeros e intermediarios de los mercados de Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, España e Italia.
Pérez confiesa que en los últimos 12 años su emprendimiento, al igual que el de todos los microempresarios de cerámica de Cochabamba, se vio seriamente afectado por el ingreso ilegal, vía contrabando, de artesanías en cerámica asiática a bajo precio.Alternativa
Con el objetivo de hacer frente al contrabando, Pérez resolvió especializarse en la técnica mayólica, que le permitió recuperar paulatinamente su clientela y equilibrar coyunturalmente su economía.
Su nueva técnica, apreciada por un reducido grupo de clientes, le permitió obtener artículos de mejor calidad y acabado, que lentamente se van posesionando en los mercados artesanales, supermercados y ferias tradicionales de Cochabamba, La Paz y Santa Cruz.
Alexander Pérez | EmpresarioCon una inversión inicial de 3.500 dólares en un tinglado, un horno importado, mesas de trabajo, herramientas y materia prima, la microempresa “Cerámica Artesanal Tierra y Fuego” comenzó hace 25 años a producir una variedad de artículos decorativos, como floreros, joyeros, tazones, platos, recuerdos, regalos y vajillas en arcilla cocida, con buena aceptación en los mercados local, nacional e incluso internacional.
Los primeros 10 años, el emprendedor Alexander Pérez logró transformar una tonelada de arcilla al mes en objetos decorativos con diseños andinos y paisajes costumbristas de Cochabamba, trabajados en alto relieve, con esmalte y pinturas especiales.
De toda la producción mensual, un 80 por ciento de las artesanías en cerámica se comercializaba en las ciudades de Cochabamba, Oruro, La Paz y Santa Cruz, mientras que el 20 por ciento restante era adquirido por viajeros e intermediarios de los mercados de Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, España e Italia.
Pérez confiesa que en los últimos 12 años su emprendimiento, al igual que el de todos los microempresarios de cerámica de Cochabamba, se vio seriamente afectado por el ingreso ilegal, vía contrabando, de artesanías en cerámica asiática a bajo precio.Alternativa
Con el objetivo de hacer frente al contrabando, Pérez resolvió especializarse en la técnica mayólica, que le permitió recuperar paulatinamente su clientela y equilibrar coyunturalmente su economía.
Su nueva técnica, apreciada por un reducido grupo de clientes, le permitió obtener artículos de mejor calidad y acabado, que lentamente se van posesionando en los mercados artesanales, supermercados y ferias tradicionales de Cochabamba, La Paz y Santa Cruz.
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