La Federación de Empresarios Privados de Cochabamba (FEPC) rechazó ayer la participación del Gobierno en las negociaciones sobre incremento salarial de la empresas con los empleados y consideró que esas gestiones deberían darse en un marco bilateral, entre el empleador y el empleado, en el marco de los últimos índices de inflación nacional.
“No estamos de acuerdo con negociaciones salariales de carácter tripartito. El Gobierno, con la creación de varias empresas estatales, es ya un gran empleador y, como tal, debe también negociar con los empleados públicos un porcentaje de incremento”, sostuvo el presidente de la FEPC, Carlos Flores.
La cumbre social realizada en enero pasado, en la que participaron representantes de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), acordó que una comisión conformada por el Gobierno, representantes de la Central Obrera Boliviana (COB) y empresarios sea la que defina el porcentaje de incremento salarial de este año , tomando en cuenta la tasa de inflación (6,9%) y el nivel de productividad de las empresas.
En criterio de la Central Obrera Departamental (COD), otro factor que las partes deben incorporar en las negociaciones salariales es la demanda de un salario equivalente a la canasta básica familiar, que el año pasado fue superior a 8.300 bolivianos.Imposición
Respecto a la aprobación, mediante decreto supremo, de un porcentaje de aumento salarial base para el sector privado, el Presidente de la FEPC rechazó esa modalidad señalando que se trata de una imposición que puede generar distorsiones en las estructuras de costos, efectos inflacionarios y hasta cierre de empresas, en caso de fijarse incrementos desmedidos que no guarden relación con la realidad productiva de la empresa.
Flores ratificó el principio empresarial de que el incremento salarial debe ser definido entre trabajadores y empleadores, solamente en base a la tasa de inflación registrada en 2011 y la prod uctividad de cada una de las empresas.Posibilidades
Advirt ió, sin embargo, que “bajo la fórmula empresarial, hay necesidad de realizar un análisis muy detallado, porque si bien algunas empresas pueden hacer algunos incrementos salariales importantes, otras no, porque estarían poniendo en riesgo su estabilidad y su misión de generar empleo seguro”.
“No estamos de acuerdo con negociaciones salariales de carácter tripartito. El Gobierno, con la creación de varias empresas estatales, es ya un gran empleador y, como tal, debe también negociar con los empleados públicos un porcentaje de incremento”, sostuvo el presidente de la FEPC, Carlos Flores.
La cumbre social realizada en enero pasado, en la que participaron representantes de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), acordó que una comisión conformada por el Gobierno, representantes de la Central Obrera Boliviana (COB) y empresarios sea la que defina el porcentaje de incremento salarial de este año , tomando en cuenta la tasa de inflación (6,9%) y el nivel de productividad de las empresas.
En criterio de la Central Obrera Departamental (COD), otro factor que las partes deben incorporar en las negociaciones salariales es la demanda de un salario equivalente a la canasta básica familiar, que el año pasado fue superior a 8.300 bolivianos.Imposición
Respecto a la aprobación, mediante decreto supremo, de un porcentaje de aumento salarial base para el sector privado, el Presidente de la FEPC rechazó esa modalidad señalando que se trata de una imposición que puede generar distorsiones en las estructuras de costos, efectos inflacionarios y hasta cierre de empresas, en caso de fijarse incrementos desmedidos que no guarden relación con la realidad productiva de la empresa.
Flores ratificó el principio empresarial de que el incremento salarial debe ser definido entre trabajadores y empleadores, solamente en base a la tasa de inflación registrada en 2011 y la prod uctividad de cada una de las empresas.Posibilidades
Advirt ió, sin embargo, que “bajo la fórmula empresarial, hay necesidad de realizar un análisis muy detallado, porque si bien algunas empresas pueden hacer algunos incrementos salariales importantes, otras no, porque estarían poniendo en riesgo su estabilidad y su misión de generar empleo seguro”.
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