Los 350 indígenas que marchan en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis) llegaron ayer a media mañana a la población de San Borja, donde fueron recibidos por los lugareños con flores, aplausos y alimentos, además de atención inmediata a los enfermos.
“Hemos llegado en medio de una lluvia persistente a San Borja, con muchas dolencias, pero después de un gran recibimiento de los hermanos borjanos. Hemos celebrado una misa de acción de gracias y recibido la solidaridad de los hermanos de la vigilia y el Comité Cívico, tal como sucedió con la VIII Marcha el año pasado”, sostuvo Bertha Bejarano, presidenta de la Comisión de Marcha.
Después de muchos días de descansar a la intemperie, los marchistas fueron alojados en el Centro de Capacitación Emaús, donde descansarán, se curarán de sus heridas, recuperarán fuerzas y darán a conocer los objetivos de la marcha entre hoy y mañana.
Para las próximas horas se espera la llegada de ind ígenas de base de la Organización Indígena Chiquitana (OICH) y la Central de Pueblos Indígena del Beni (Cepib), que voluntariamente, según informó Bejarano, decidieron plegarse a la marcha que busca evitar la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, por el corazón del Tipnis, y anular el carácter intangible de la zona protegida.
La IX Marcha, en la que participan muchos niños, mujeres embarazadas y ancianos con problemas de salud (resfríos, dolores musculares, complicaciones digestivas, entre otros) emprenderá nuevamente la caminata de 20 a 25 kilómetros la madrugada del próximo lunes.
Bejarano solicitó a todas las organizaciones de San Borja y del país, que comparten los objetivos de la marcha, colaborar con medicamentos para curar todas las dolencias de los caminantes.
La dirigente indígena tiene la expectativa de que mejore el tiempo, situación que permitirá la llegada de muchos voluntarios y donativos de las campañas de solida ridad de Cochabamba y Santa Cruz, que no pudieron llegar a su destino por el mal estado de las carreteras hacia Trinidad y Caranavi.
“Hemos llegado en medio de una lluvia persistente a San Borja, con muchas dolencias, pero después de un gran recibimiento de los hermanos borjanos. Hemos celebrado una misa de acción de gracias y recibido la solidaridad de los hermanos de la vigilia y el Comité Cívico, tal como sucedió con la VIII Marcha el año pasado”, sostuvo Bertha Bejarano, presidenta de la Comisión de Marcha.
Después de muchos días de descansar a la intemperie, los marchistas fueron alojados en el Centro de Capacitación Emaús, donde descansarán, se curarán de sus heridas, recuperarán fuerzas y darán a conocer los objetivos de la marcha entre hoy y mañana.
Para las próximas horas se espera la llegada de ind ígenas de base de la Organización Indígena Chiquitana (OICH) y la Central de Pueblos Indígena del Beni (Cepib), que voluntariamente, según informó Bejarano, decidieron plegarse a la marcha que busca evitar la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, por el corazón del Tipnis, y anular el carácter intangible de la zona protegida.
La IX Marcha, en la que participan muchos niños, mujeres embarazadas y ancianos con problemas de salud (resfríos, dolores musculares, complicaciones digestivas, entre otros) emprenderá nuevamente la caminata de 20 a 25 kilómetros la madrugada del próximo lunes.
Bejarano solicitó a todas las organizaciones de San Borja y del país, que comparten los objetivos de la marcha, colaborar con medicamentos para curar todas las dolencias de los caminantes.
La dirigente indígena tiene la expectativa de que mejore el tiempo, situación que permitirá la llegada de muchos voluntarios y donativos de las campañas de solida ridad de Cochabamba y Santa Cruz, que no pudieron llegar a su destino por el mal estado de las carreteras hacia Trinidad y Caranavi.
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