Debido a un paulatino agotamiento de los insumos alimenticios en las granjas avícolas de los valles alto, bajo y central de Cochabamba, la oferta de carne de pollo disminuyó en un 30 por ciento y hasta fin de mes podría bajar hasta un 50 por ciento, advirtió ayer el presidente de la Asociación Departamental de Avicultores (ADA), Willy Soria.
“Muchos de nuestros asociados, productores independientes y pequeños emprendimientos avícolas dejaron de producir pollo temporalmente porque se agotaron los insumos alimenticios que tenían. Hace un mes que dejaron de repoblar sus granjas con pollitos BB y ahora están sacando los últimos pollos”, sostuvo.
Entre la última semana de diciembre y los primeros días de febrero, la oferta (producción) de carne de pollo a los mercados de Cochabamba y el occidente del país disminuyó drásticamente de 1,7 a 1,2 millones de pollos por semana, es decir, Cochabamba dejó de producir alrededor de 500 mil pollos, según estimaciones de la ADA.
“Desde hace cuatro semanas la producción de pollo se está restringiendo y cada vez es más chica porque muchos avicultores ya no están criando a falta de maíz”, comentó y agregó que varias empresas dedicadas a la producción de pollitos BB cerraron sus incubadoras y tuvieron que ahogar a los animalitos porque no pudieron acomodarlos entre los avicultores de su zona, ya que éstos decidieron no repoblar sus granjas debido a que no tienen con qué alimentarlos.
En criterio del presiente de la ADA, la única manera de “evitar una catástrofe en la industria avícola de Cochabamba” es que el Gobierno honre el compromiso de proveer al sector, a precio de costo, alrededor de 25 mil quintales de maíz amarillo importado y otra cantidad similar de otros insumos como afrecho de arroz para recuperar los niveles de producción en las próximas semanas. “Si hoy llega el maíz, tenemos que esperar por lo menos dos meses para aumentar la oferta de pollo al me rcado”, acotó.
Reiteró que las aproximadamente 250 empresas avícolas entre pequeñas, medianas y grandes asentadas en los valles alto, central y bajo de Cochabamba requieren al año un promedio de 300 mil toneladas de maíz para producir un promedio semanal de 1,6 millones de pollos de dos kilogramos y medio promedio, de los cuales un 65 por ciento cubre la demanda de las ciudades de La Paz y El Alto; un 30 por ciento los requerimiento de Cochabamba; y un cinco por ciento los mercados de Oruro, Potosí y los centros mineros.
“Muchos de nuestros asociados, productores independientes y pequeños emprendimientos avícolas dejaron de producir pollo temporalmente porque se agotaron los insumos alimenticios que tenían. Hace un mes que dejaron de repoblar sus granjas con pollitos BB y ahora están sacando los últimos pollos”, sostuvo.
Entre la última semana de diciembre y los primeros días de febrero, la oferta (producción) de carne de pollo a los mercados de Cochabamba y el occidente del país disminuyó drásticamente de 1,7 a 1,2 millones de pollos por semana, es decir, Cochabamba dejó de producir alrededor de 500 mil pollos, según estimaciones de la ADA.
“Desde hace cuatro semanas la producción de pollo se está restringiendo y cada vez es más chica porque muchos avicultores ya no están criando a falta de maíz”, comentó y agregó que varias empresas dedicadas a la producción de pollitos BB cerraron sus incubadoras y tuvieron que ahogar a los animalitos porque no pudieron acomodarlos entre los avicultores de su zona, ya que éstos decidieron no repoblar sus granjas debido a que no tienen con qué alimentarlos.
En criterio del presiente de la ADA, la única manera de “evitar una catástrofe en la industria avícola de Cochabamba” es que el Gobierno honre el compromiso de proveer al sector, a precio de costo, alrededor de 25 mil quintales de maíz amarillo importado y otra cantidad similar de otros insumos como afrecho de arroz para recuperar los niveles de producción en las próximas semanas. “Si hoy llega el maíz, tenemos que esperar por lo menos dos meses para aumentar la oferta de pollo al me rcado”, acotó.
Reiteró que las aproximadamente 250 empresas avícolas entre pequeñas, medianas y grandes asentadas en los valles alto, central y bajo de Cochabamba requieren al año un promedio de 300 mil toneladas de maíz para producir un promedio semanal de 1,6 millones de pollos de dos kilogramos y medio promedio, de los cuales un 65 por ciento cubre la demanda de las ciudades de La Paz y El Alto; un 30 por ciento los requerimiento de Cochabamba; y un cinco por ciento los mercados de Oruro, Potosí y los centros mineros.
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