El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García Margallo, acompañado por el Responsable de Industria, José Manuel Soria, leyó anoche una declaración del Ejecutivo, en la que se afirma que la decisión argentina “rompe el clima de cordialidad y amistad” que ha presidido las relaciones entre los dos países.
El Gobierno español adoptará “todas las medidas que considere convenientes en defensa de los intereses legítimos de Repsol y de todas las empresas e intereses españoles en el exterior”, señala la declaración.
El Ejecutivo de Madrid se puso en contacto con la Comisión Europea y las instituciones de la UE para dar cuenta “de esta arbitraria decisión” y para pedir que el Parlamento Europeo trate la expropiación en el pleno que celebra esta semana.
Rajoy, que hoy emprende en México su primera visita a Latinoamérica como jefe del Ejecutivo, gestionará con presidentes de este país y de Colombia, al que viajará posteriorme nte, para recabar su apoyo.
“Es una pésima decisión para España, una pésima decisión para Argentina y una malísima noticia para la seguridad jurídica que debe regir las relaciones entre los países amigos y aliados”, concluyó Margallo.
Desde Bruselas, el portavoz europeo de Comercio, John Clancy, dijo que “una expropiación del Gobierno argentino enviaría una señal muy negativa a inversores, nacionales e internacionales, y podría dañar seriamente el clima de negocios” en el país suramericano.
México, que tiene la presidencia de turno del G20, dijo que espera que España informe las medidas que desea que el grupo adopte, aunque el secretario de Economía de ese país, Bruno Ferrari, dijo que su país ve prematuro definir si el asunto tendrá impacto en el reciente acuerdo de colaboración Repsol y Petróleos Mexicanos (Pemex).
El Gobierno español adoptará “todas las medidas que considere convenientes en defensa de los intereses legítimos de Repsol y de todas las empresas e intereses españoles en el exterior”, señala la declaración.
El Ejecutivo de Madrid se puso en contacto con la Comisión Europea y las instituciones de la UE para dar cuenta “de esta arbitraria decisión” y para pedir que el Parlamento Europeo trate la expropiación en el pleno que celebra esta semana.
Rajoy, que hoy emprende en México su primera visita a Latinoamérica como jefe del Ejecutivo, gestionará con presidentes de este país y de Colombia, al que viajará posteriorme nte, para recabar su apoyo.
“Es una pésima decisión para España, una pésima decisión para Argentina y una malísima noticia para la seguridad jurídica que debe regir las relaciones entre los países amigos y aliados”, concluyó Margallo.
Desde Bruselas, el portavoz europeo de Comercio, John Clancy, dijo que “una expropiación del Gobierno argentino enviaría una señal muy negativa a inversores, nacionales e internacionales, y podría dañar seriamente el clima de negocios” en el país suramericano.
México, que tiene la presidencia de turno del G20, dijo que espera que España informe las medidas que desea que el grupo adopte, aunque el secretario de Economía de ese país, Bruno Ferrari, dijo que su país ve prematuro definir si el asunto tendrá impacto en el reciente acuerdo de colaboración Repsol y Petróleos Mexicanos (Pemex).
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