Los empresarios privados dijeron ayer que la controversia entre el Gobierno y la empresa Jindal Steel Bolivia (JSB) debe resolverse con prudencia y respeto del contrato suscrito para no ahuyentar inversiones extranjeras del país.
El presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Jaime Ponce, indicó que el retraso para la firma de un acuerdo para la provisión de gas natural a JSB, en los volúmenes requeridos para que la compañía india pueda iniciar la industrialización del hierro de El Mutún, es una mala señal que da el Gobierno.
“El hecho de que no se garantice una provisión de gas en los volúmenes que pide la empresa JSB es un mal antecedente, para cualquier tipo de inversiones, particularmente en la industrialización”, agregó.
El jueves pasado, el ministro de Minería y Metalurgia, Mario Virreira, dijo que si Jindal Steel Bolivia (JSB) se va, sería “conveniente” para el país.
“Realmente Jindal e s una corporación que ha mostrado muchas debilidades, como entidad y como empresa. Y realmente si Jindal no quisiera continuar, sería muy conveniente para Bolivia”, indicó la autoridad en una conferencia de prensa.
Para Virreira, el país puede “conseguir otras opciones mucho más ventajosas” para explotar e industrializar en el yacimiento de hierro de El Mutún. “Podemos avanzar más rápido”, dijo luego de ser consultado sobre un informe que supuestamente dice que el yacimiento de Puerto Suárez ya no está en sus planes de inversión.
Mala relación
El Presidente de la FEPC dijo que la recurrente mala relación entre el Gobierno y JSB despierta temores y susceptibilidades en otros consorcios extranjeros que tienen grandes inversiones en Bolivia.
Ponce señaló que la relación tiene que ser reconducida constructivamente.
El presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Jaime Ponce, indicó que el retraso para la firma de un acuerdo para la provisión de gas natural a JSB, en los volúmenes requeridos para que la compañía india pueda iniciar la industrialización del hierro de El Mutún, es una mala señal que da el Gobierno.
“El hecho de que no se garantice una provisión de gas en los volúmenes que pide la empresa JSB es un mal antecedente, para cualquier tipo de inversiones, particularmente en la industrialización”, agregó.
El jueves pasado, el ministro de Minería y Metalurgia, Mario Virreira, dijo que si Jindal Steel Bolivia (JSB) se va, sería “conveniente” para el país.
“Realmente Jindal e s una corporación que ha mostrado muchas debilidades, como entidad y como empresa. Y realmente si Jindal no quisiera continuar, sería muy conveniente para Bolivia”, indicó la autoridad en una conferencia de prensa.
Para Virreira, el país puede “conseguir otras opciones mucho más ventajosas” para explotar e industrializar en el yacimiento de hierro de El Mutún. “Podemos avanzar más rápido”, dijo luego de ser consultado sobre un informe que supuestamente dice que el yacimiento de Puerto Suárez ya no está en sus planes de inversión.
Mala relación
El Presidente de la FEPC dijo que la recurrente mala relación entre el Gobierno y JSB despierta temores y susceptibilidades en otros consorcios extranjeros que tienen grandes inversiones en Bolivia.
Ponce señaló que la relación tiene que ser reconducida constructivamente.
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