Unas 480 familias campesinas dedicadas a la crianza de ganado camélido en los municipios de Bolívar, Cocapata, Morochata, Tapacarí, Tiraque, Tiquipaya, Independencia, Vacas y Quillacollo se agruparon en 47 planes de negocios o Propuestas de Acceso a Negocios Rurales (Praner) y empezaron a mejorar sus condiciones de vida y de su comunidad con asistencia financiera y técnica del programa Valoración de la Economía Campesina de Camélidos (VALE).
Se trata de pequeños emprendimientos económicos que recibieron un financiamiento de 3 mil dólares promedio para desarrollar actividades productivas.
Dos de los proyectos están relacionados con la venta directa de fibra bruta y clasificada además de su transformación en tejido artesanal (chompas, ponchos, brazadas, chalinas, gorras y mantillas, entre otros) y la transformación del cuero en prendas de vestir y marroquinería (carteras, billeteras, chalecos, cinturones y otros).
Otros programas tienen que ver con la comercialización directa de carne fresca seleccionada por cortes y deshidratada (charque), la industrialización en embutidos y la presentación gastronómica en platos de charquekan, fricasé, a la parrilla, phampaku y otros.
“El proyecto VALE reconoce que las familias rurales pobres necesitan más que un ingreso estable para lograr una independencia económica sostenible. Por eso, mediante un concurso de proyectos les asigna recursos para que desarrollen actividades productivas en base al principio de autodesarrollo”, explica Eddy Vásquez Calderón, coordinador del programa en el departamento de Cochabamba.
Señala que desde siempre los pequeños productores de camélidos domésticos (llamas y alpacas) y las comunidades campesinas manejadoras de vicuñas y alpacas silvestres estuvieron excluidos de las oportunidades de negocios, de los servicios bancarios diversificados y de programas de asistencia técnica pública o privada.
De las 46 Praner financiadas por el programa VALE en Coc habamba con aproximadamente 900 mil bolivianos a fondo perdido, 19 so n negocios exitosos de carne fresca y charque de primera calidad, 14 de fibra clasificada y artesanía en tejidos, 10 tienen que ver con sanidad animal y tres son propuestas gastronómicas.Experiencias
Entre los emprendimientos más destacados está el de la Asociación de Productores de Camélidos Norte Ayopaya (Aprocna), que comercializa directamente carne fresca y charque de llama, elaborados bajo normas sanitarias y con una imagen corporativa en las ciudades de Cochabamba y Quillacollo. El grupo de 11 socios tiene un ingreso individual de mil bolivianos al mes por la venta de 150 kilos de carne de primera, 200 kilos de charque de segunda y 250 kilos de charque de tercera (chalona).
En fibra, la comunidad Milluni, del municipio de Cocapata, con 11 afiliados desarrolla el proyecto “Mejoramiento de ganado camélido para la producción y venta de fibra”.
El grupo usuario, especializado en la selección y descerdado de fibra de alpaca y llama, comercializa toda su producción, estimada en 2.250 libras al año, en las ciudades de Cochabamba, El Alto, La Paz y Oruro, donde obtiene ingresos anuales por 42.750 bolivianos.
VALE Financia 293 planes de negocios
El programa VALE financia, con una bolsa de 5,11 millones de bolivianos, 293 planes de negocios dedicados a la crianza de animales e industrialización de fibra, cuero y carne de camélidos en zonas altiplánicas del país, según datos del Ministerio de Desarrollo Rural, encargado de implementar el proyecto. Los recursos provienen del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y una contraparte del Gobierno.
En el departamento de Oruro, un total de 91 proyectos productivos cuenta con un financiamiento de 1,50 millones de bolivianos; en La Paz 84 emprendimientos recibieron 1,43 millones de bolivianos; en Potosí 72 planes de negocio mueven 1,27 millones de bolivianos, y en Cochabamba 46 iniciativas empresariales ejecutan 899.130 bolivianos, informó VALE.
El programa cuenta con un presupuesto de 14,38 millones de dólares destinados a financi ar, por los próximos cinco años, emprendimientos productivos de camélidos en beneficio de aproximadamente 53.708 familias campesinas que crían más de 3 millones de animales en todo el territorio nacional.
Los criadores de camélidos, para acceder al financiamiento, deben presentar una lista mínima de 10 personas por emprendimiento (mitad varones y mitad mujeres), certificado constitutivo y personería jurídica del emprendimiento, aval de la comunidad, croquis de la comunidad y llenar un formulario.
Se trata de pequeños emprendimientos económicos que recibieron un financiamiento de 3 mil dólares promedio para desarrollar actividades productivas.
Dos de los proyectos están relacionados con la venta directa de fibra bruta y clasificada además de su transformación en tejido artesanal (chompas, ponchos, brazadas, chalinas, gorras y mantillas, entre otros) y la transformación del cuero en prendas de vestir y marroquinería (carteras, billeteras, chalecos, cinturones y otros).
Otros programas tienen que ver con la comercialización directa de carne fresca seleccionada por cortes y deshidratada (charque), la industrialización en embutidos y la presentación gastronómica en platos de charquekan, fricasé, a la parrilla, phampaku y otros.
“El proyecto VALE reconoce que las familias rurales pobres necesitan más que un ingreso estable para lograr una independencia económica sostenible. Por eso, mediante un concurso de proyectos les asigna recursos para que desarrollen actividades productivas en base al principio de autodesarrollo”, explica Eddy Vásquez Calderón, coordinador del programa en el departamento de Cochabamba.
Señala que desde siempre los pequeños productores de camélidos domésticos (llamas y alpacas) y las comunidades campesinas manejadoras de vicuñas y alpacas silvestres estuvieron excluidos de las oportunidades de negocios, de los servicios bancarios diversificados y de programas de asistencia técnica pública o privada.
De las 46 Praner financiadas por el programa VALE en Coc habamba con aproximadamente 900 mil bolivianos a fondo perdido, 19 so n negocios exitosos de carne fresca y charque de primera calidad, 14 de fibra clasificada y artesanía en tejidos, 10 tienen que ver con sanidad animal y tres son propuestas gastronómicas.Experiencias
Entre los emprendimientos más destacados está el de la Asociación de Productores de Camélidos Norte Ayopaya (Aprocna), que comercializa directamente carne fresca y charque de llama, elaborados bajo normas sanitarias y con una imagen corporativa en las ciudades de Cochabamba y Quillacollo. El grupo de 11 socios tiene un ingreso individual de mil bolivianos al mes por la venta de 150 kilos de carne de primera, 200 kilos de charque de segunda y 250 kilos de charque de tercera (chalona).
En fibra, la comunidad Milluni, del municipio de Cocapata, con 11 afiliados desarrolla el proyecto “Mejoramiento de ganado camélido para la producción y venta de fibra”.
El grupo usuario, especializado en la selección y descerdado de fibra de alpaca y llama, comercializa toda su producción, estimada en 2.250 libras al año, en las ciudades de Cochabamba, El Alto, La Paz y Oruro, donde obtiene ingresos anuales por 42.750 bolivianos.
VALE Financia 293 planes de negocios
El programa VALE financia, con una bolsa de 5,11 millones de bolivianos, 293 planes de negocios dedicados a la crianza de animales e industrialización de fibra, cuero y carne de camélidos en zonas altiplánicas del país, según datos del Ministerio de Desarrollo Rural, encargado de implementar el proyecto. Los recursos provienen del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y una contraparte del Gobierno.
En el departamento de Oruro, un total de 91 proyectos productivos cuenta con un financiamiento de 1,50 millones de bolivianos; en La Paz 84 emprendimientos recibieron 1,43 millones de bolivianos; en Potosí 72 planes de negocio mueven 1,27 millones de bolivianos, y en Cochabamba 46 iniciativas empresariales ejecutan 899.130 bolivianos, informó VALE.
El programa cuenta con un presupuesto de 14,38 millones de dólares destinados a financi ar, por los próximos cinco años, emprendimientos productivos de camélidos en beneficio de aproximadamente 53.708 familias campesinas que crían más de 3 millones de animales en todo el territorio nacional.
Los criadores de camélidos, para acceder al financiamiento, deben presentar una lista mínima de 10 personas por emprendimiento (mitad varones y mitad mujeres), certificado constitutivo y personería jurídica del emprendimiento, aval de la comunidad, croquis de la comunidad y llenar un formulario.
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