El azúcar es el único producto de la canasta familiar que escasea en los mercados de tres departamentos y su precio sigue subiendo.
Los compradores de Santa Cruz, Cochabamba y Chuquisaca protestan por el desabastecimiento de este producto y porque su valor aumentó en al menos 10 por ciento esta semana.
En tanto, el costo de otros productos como las verduras y la carne de pollo baja paulatinamente en la ciudad, mientras las autoridades municipales instruyeron a las comerciantes mostrar en carteles sus precios para evitar la especulación.
En los mercados de Cochabamba hay poca cantidad de azúcar y a un alto costo, incluso más que en los días después de la aprobación del “gasolinazo”.
La pasada semana, las vendedoras ofrecían el quintal a 310 bolivianos y ahora el precio está en 340 bolivianos, un 10 por ciento más.
El intendente de la Alcaldía de Cochabamba, Emilio Cortez, dijo, después de un operativo la mañana de ayer, que si bien las comerciantes a dquirieron el producto a un precio alto, a partir del sábado el precio del azúcar y de otros alimentos debe bajar porque renovarán los productos que venden.
En el trópico, a pesar de las inspecciones de control que efectúan las autoridades municipales, el quintal del azúcar está en 355 bolivianos, más que en la ciudad, y el kilo a ocho bolivianos.
En los mercados populares de Santa Cruz, el quintal de azúcar está en 208 bolivianos lo que antes costaba 195. Las empresas azucareras ayer sólo distribuyeron a dos quintales a cada comerciante para que vendan el producto entre cinco o seis bolivianos el kilo.
El gerente general del Ingenio Azucarero Guabirá, Rudiger Trepp, pidió calma a la población e hizo saber que ayer llegaron 300 toneladas, de las tres mil que prevén importar de Brasil para cubrir la demanda que se presenta en el país.
Trepp indicó que Guabirá invertirá 15 millones de dólares en la importación y garantizó que asumirán los costos de flete sin que es to impacte en el precio final. “Es decir, no más de cinco boliv ianos por kilo. El azúcar que llegó de Brasil será fraccionado y desde el viernes se comercializará”, dijo.
El panorama en los centros de abasto de Chuquisaca no es diferente porque también el azúcar escasea y la cuartilla cuesta 25 bolivianos.
Otros productos
En un recorrido por los centros de abasto, Los Tiempos verificó ayer que los precios de los principales productos de la canasta familiar bajan y se sitúan en los valores previos al “gasolinazo”.
Las vendedoras del sector de las verduras y legumbres dijeron que sus costos tuvieron una variación considerable por el aumento del valor de los combustibles.
Ahora, la arroba de tomate está en 25 bolivianos y la pasada semana costaba 45. En el sector de los abarrotes, el quintal de harina bajó de 225 a 190 bolivianos mientras que el arroz mantiene su precio en 235. Las mismas comerciantes dijeron que en los próximos días la venta bajará, por lo que suponen que los precios también.
La Intende ncia también realizó operativos en el sector del mercado La Pampa, en el sector de venta de carne de pollo, donde decomisó alrededor de 100 kilos de carne en mal estado. Allí verificaron que las comerciantes muestran los precios.
Los compradores de Santa Cruz, Cochabamba y Chuquisaca protestan por el desabastecimiento de este producto y porque su valor aumentó en al menos 10 por ciento esta semana.
En tanto, el costo de otros productos como las verduras y la carne de pollo baja paulatinamente en la ciudad, mientras las autoridades municipales instruyeron a las comerciantes mostrar en carteles sus precios para evitar la especulación.
En los mercados de Cochabamba hay poca cantidad de azúcar y a un alto costo, incluso más que en los días después de la aprobación del “gasolinazo”.
La pasada semana, las vendedoras ofrecían el quintal a 310 bolivianos y ahora el precio está en 340 bolivianos, un 10 por ciento más.
El intendente de la Alcaldía de Cochabamba, Emilio Cortez, dijo, después de un operativo la mañana de ayer, que si bien las comerciantes a dquirieron el producto a un precio alto, a partir del sábado el precio del azúcar y de otros alimentos debe bajar porque renovarán los productos que venden.
En el trópico, a pesar de las inspecciones de control que efectúan las autoridades municipales, el quintal del azúcar está en 355 bolivianos, más que en la ciudad, y el kilo a ocho bolivianos.
En los mercados populares de Santa Cruz, el quintal de azúcar está en 208 bolivianos lo que antes costaba 195. Las empresas azucareras ayer sólo distribuyeron a dos quintales a cada comerciante para que vendan el producto entre cinco o seis bolivianos el kilo.
El gerente general del Ingenio Azucarero Guabirá, Rudiger Trepp, pidió calma a la población e hizo saber que ayer llegaron 300 toneladas, de las tres mil que prevén importar de Brasil para cubrir la demanda que se presenta en el país.
Trepp indicó que Guabirá invertirá 15 millones de dólares en la importación y garantizó que asumirán los costos de flete sin que es to impacte en el precio final. “Es decir, no más de cinco boliv ianos por kilo. El azúcar que llegó de Brasil será fraccionado y desde el viernes se comercializará”, dijo.
El panorama en los centros de abasto de Chuquisaca no es diferente porque también el azúcar escasea y la cuartilla cuesta 25 bolivianos.
Otros productos
En un recorrido por los centros de abasto, Los Tiempos verificó ayer que los precios de los principales productos de la canasta familiar bajan y se sitúan en los valores previos al “gasolinazo”.
Las vendedoras del sector de las verduras y legumbres dijeron que sus costos tuvieron una variación considerable por el aumento del valor de los combustibles.
Ahora, la arroba de tomate está en 25 bolivianos y la pasada semana costaba 45. En el sector de los abarrotes, el quintal de harina bajó de 225 a 190 bolivianos mientras que el arroz mantiene su precio en 235. Las mismas comerciantes dijeron que en los próximos días la venta bajará, por lo que suponen que los precios también.
La Intende ncia también realizó operativos en el sector del mercado La Pampa, en el sector de venta de carne de pollo, donde decomisó alrededor de 100 kilos de carne en mal estado. Allí verificaron que las comerciantes muestran los precios.
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