Con una inversión de más de 1,5 millones de dólares, la empresa Procesadora Andina de Papa (Pa&Pa), puso en marcha ayer “la primera planta automatizada de papa prefrita congelada en Bolivia” en la localidad de El Paso, municipio de Quillacollo.
La planta, equipada con tecnología alemana holandesa sobre 2 mil metros cuadrados, fue inaugurada por los socios Gerardo Wille y Raúl Artero.
Wille dijo que junto a su esposa Ruth Cosío, tuvo que experimentar durante largos años la mejor forma de obtener papa precocida, antes de apostar por el nuevo emprendimiento.
“Llegamos a procesar 30 kilos para obtener 15 de papa congelada al día, la verdad de mala calidad, que con el tiempo fuimos mejorando hasta las pruebas finales con la variedad Holandesa Desiré, que mejor se adaptó al congelamiento”, refirió.
Tras realizar estudios de mercado, viajó a Suiza para desmontar una maquinaria alemana-holandesa e instalarla en Cochabamba en sociedad con la familia Artero, para producir papa prefrita congelada, que actualmente es importada por las cadenas de comida rápida del país.
A tiempo de referir que actualmente grandes volúmenes del producto son importados de Chile y Perú, informó que la nueva planta cubrirá toda la demanda nacional, no sólo de las cadenas de comida rápida, sino también de los restaurantes, los micros y supermercados, mediante un sistema de comercialización.
Wille informó que en procura de garantizar la calidad y consumo masivo del producto a mediados de mayo, se puede lograr la certificación ISO 22.000.
ConveniosPa&Pa suscribió en noviembre pasado varios convenios con asociaciones de productores de los municipios de Capinota, en Cochabamba, Chané y Saipina en Santa Cruz, para la provisión de papa Holandesa Desieré.
Son aproximadamente 2.500 familias productoras de papa de los tres municipios que entregarán su producción a cambio de recibir asesoramiento técnico en producción agrícola, precio justo y mercado seguro.
El dirigente de los productores de papa d e Capinota, Fannor Álvarez, corroboró que las principales ventajas del convenio con Pa&Pa, son precisamente precio justo y mercado seguro, además de la eliminación de los intermediarios, que en algunos casos imponían los precios.
La planta, equipada con tecnología alemana holandesa sobre 2 mil metros cuadrados, fue inaugurada por los socios Gerardo Wille y Raúl Artero.
Wille dijo que junto a su esposa Ruth Cosío, tuvo que experimentar durante largos años la mejor forma de obtener papa precocida, antes de apostar por el nuevo emprendimiento.
“Llegamos a procesar 30 kilos para obtener 15 de papa congelada al día, la verdad de mala calidad, que con el tiempo fuimos mejorando hasta las pruebas finales con la variedad Holandesa Desiré, que mejor se adaptó al congelamiento”, refirió.
Tras realizar estudios de mercado, viajó a Suiza para desmontar una maquinaria alemana-holandesa e instalarla en Cochabamba en sociedad con la familia Artero, para producir papa prefrita congelada, que actualmente es importada por las cadenas de comida rápida del país.
A tiempo de referir que actualmente grandes volúmenes del producto son importados de Chile y Perú, informó que la nueva planta cubrirá toda la demanda nacional, no sólo de las cadenas de comida rápida, sino también de los restaurantes, los micros y supermercados, mediante un sistema de comercialización.
Wille informó que en procura de garantizar la calidad y consumo masivo del producto a mediados de mayo, se puede lograr la certificación ISO 22.000.
ConveniosPa&Pa suscribió en noviembre pasado varios convenios con asociaciones de productores de los municipios de Capinota, en Cochabamba, Chané y Saipina en Santa Cruz, para la provisión de papa Holandesa Desieré.
Son aproximadamente 2.500 familias productoras de papa de los tres municipios que entregarán su producción a cambio de recibir asesoramiento técnico en producción agrícola, precio justo y mercado seguro.
El dirigente de los productores de papa d e Capinota, Fannor Álvarez, corroboró que las principales ventajas del convenio con Pa&Pa, son precisamente precio justo y mercado seguro, además de la eliminación de los intermediarios, que en algunos casos imponían los precios.
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