El analista económico Francisco Zaratti advirtió que no existen empresas “protegidas” contra la nacionalización y que todas están en la mira. “Me atrevo a adivinar las próximas presas son SABSA y CRE”, diojo.
Zaratti dijo que la estatización de las empresas forma parte de la “obsesión Gubernamental” y que es la ideología oficial que está respaldada por la Constitución Política del Estado.
En su criterio, el Gobierno “no nacionaliza metódicamente ni coherentemente, sino en atención a momentos álgidos coyunturales de la política interna o para satisfacer pedidos de movimientos sociales”.
Respecto al manejo Administrativo de las empresas nacionalizadas, refirió que algunas muestras mejores indicadores económicos que otras, pero todas sufren de un mal endémico: la falta de transparencia en información y administración. “Se necesita que exploten escándalos como en YPFB, para que salgan a la luz casos de corrupción. Por lo general, parecen más empresas del Gobierno que del Estado”.
Asimismok, Zaratti advierte que detrás de las nacionalizaciones hay un valor de imagen y confianza que le está costando caro a Bolivia, en la medida que no permite atraer inversiones: “Este costo se manifiesta en retraso o postergación de proyectos y actividades económicas que el país requiere con urgencia, como la exploración de hidrocarburos o la industrialización racional del gas”, dijo.
Según la Fundación Milenio,“las estatizaciones de empresas consideradas estratégicas generan un grave daño a los derechos de propiedad y deterioran seriamente la seguridad jurídica, factores necesarios para captar inversión extranjera y garantizar la inversión privada nacional”.
Zaratti dijo que la estatización de las empresas forma parte de la “obsesión Gubernamental” y que es la ideología oficial que está respaldada por la Constitución Política del Estado.
En su criterio, el Gobierno “no nacionaliza metódicamente ni coherentemente, sino en atención a momentos álgidos coyunturales de la política interna o para satisfacer pedidos de movimientos sociales”.
Respecto al manejo Administrativo de las empresas nacionalizadas, refirió que algunas muestras mejores indicadores económicos que otras, pero todas sufren de un mal endémico: la falta de transparencia en información y administración. “Se necesita que exploten escándalos como en YPFB, para que salgan a la luz casos de corrupción. Por lo general, parecen más empresas del Gobierno que del Estado”.
Asimismok, Zaratti advierte que detrás de las nacionalizaciones hay un valor de imagen y confianza que le está costando caro a Bolivia, en la medida que no permite atraer inversiones: “Este costo se manifiesta en retraso o postergación de proyectos y actividades económicas que el país requiere con urgencia, como la exploración de hidrocarburos o la industrialización racional del gas”, dijo.
Según la Fundación Milenio,“las estatizaciones de empresas consideradas estratégicas generan un grave daño a los derechos de propiedad y deterioran seriamente la seguridad jurídica, factores necesarios para captar inversión extranjera y garantizar la inversión privada nacional”.
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