La producción de leche cruda en la cuenca lechera de Cochabamba disminuyó en un 10 por ciento aproximadamente debido a las bajas temperaturas que se registraron los últimos días y a un encarecimiento progresivo del precio de los insumos alimenticios, según evaluación preliminar de la Asociación Departamental de Productores de Leche (Adeplec).
“De los 240 mil litros promedio día que producíamos la anterior semana, los productores lecheros de los valles Bajo, Alto y Central ahora están acopiando apenas 216 mil litros, es decir, 24 mil litros menos”, comentó Juan Carlos Irahola, presidente de la Adeplec.
Resulta que apenas se registra una helada, las vacas automáticamente dejan de producir leche porque su metabolismo empieza a generar energía y calor para combatir el frío que soportan debido a que duermen, generalmente, a la intemperie, explicó por su parte Germán Terán, presidente de la Federación de Productores de Leche (Feprole).
Ambos dirigentes advirtie ron que de persistir las bajas temperaturas, que en algunas zonas como Itocta y Bella Vista llegaron hasta tres grados bajo cero y provocaron escarcha en algunos depósitos de agua, la producción de leche podría disminuir mucho más e incluso agravarse, ya que simultáneamente empieza a escasear el forraje para ganado lechero.
El forraje que los productores lograron acumular hasta mayo se agota paulatinamente y los precios del quintal de maíz y sorgo en el mercado local subieron de 80 a 95 bolivianos y de 60 a 75 bolivianos, respectivamente, en los últimos 30 días, informó Abraham Coca, ex dirigente departamental del sector que tiene su granja en Itocta, Distrito 9.
Agregó que el quintal de concentrados (maíz, afrecho, sorgo, cáscara de soya, soya integral, pepa de algodón), que provienen de Santa Cruz y son indispensables para preparar alimento balanceado, hace dos meses costaba 70 bolivianos y ahora bordea los 90 bolivianos.
Para el presidente de la Feprole, la sumat oria de factores negativos habría incrementado en un 30 por ciento la estructura de costos de producción y “muchos asociados nuestros se encontrarían al borde de la crisis, con riesgo de deshacerse de algunas cabezas de ganado para solventar gastos adicionales por las heladas y falta de forraje”.
“De los 240 mil litros promedio día que producíamos la anterior semana, los productores lecheros de los valles Bajo, Alto y Central ahora están acopiando apenas 216 mil litros, es decir, 24 mil litros menos”, comentó Juan Carlos Irahola, presidente de la Adeplec.
Resulta que apenas se registra una helada, las vacas automáticamente dejan de producir leche porque su metabolismo empieza a generar energía y calor para combatir el frío que soportan debido a que duermen, generalmente, a la intemperie, explicó por su parte Germán Terán, presidente de la Federación de Productores de Leche (Feprole).
Ambos dirigentes advirtie ron que de persistir las bajas temperaturas, que en algunas zonas como Itocta y Bella Vista llegaron hasta tres grados bajo cero y provocaron escarcha en algunos depósitos de agua, la producción de leche podría disminuir mucho más e incluso agravarse, ya que simultáneamente empieza a escasear el forraje para ganado lechero.
El forraje que los productores lograron acumular hasta mayo se agota paulatinamente y los precios del quintal de maíz y sorgo en el mercado local subieron de 80 a 95 bolivianos y de 60 a 75 bolivianos, respectivamente, en los últimos 30 días, informó Abraham Coca, ex dirigente departamental del sector que tiene su granja en Itocta, Distrito 9.
Agregó que el quintal de concentrados (maíz, afrecho, sorgo, cáscara de soya, soya integral, pepa de algodón), que provienen de Santa Cruz y son indispensables para preparar alimento balanceado, hace dos meses costaba 70 bolivianos y ahora bordea los 90 bolivianos.
Para el presidente de la Feprole, la sumat oria de factores negativos habría incrementado en un 30 por ciento la estructura de costos de producción y “muchos asociados nuestros se encontrarían al borde de la crisis, con riesgo de deshacerse de algunas cabezas de ganado para solventar gastos adicionales por las heladas y falta de forraje”.
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