“Que vuelvan (los ejecutivos de la empresa contratista). A mí me interesa que vuelvan. Si ellos se van, tienen que hacerlo por motivos justificados”
Ramiro Saniz | MisicuniPese a que los contratistas están fuera del país, las obras están paralizadas y los ejecutivos del consorcio se encuentran en conflicto con el sindicato de trabajadores, el proyecto múltiple Misicuni seguirá adelante y su ejecución continuará a cargo del Consorcio Hidroeléctrico, dice el presidente de la Empresa Misicuni, Ramiro Saniz.
Indica que las obras estarán paralizadas hasta el 31 de julio. Hasta esa fecha, los contratistas (el Consorcio Hidroeléctrico Misicuni) deberán presentar una reprogramación del tiempo de ejecución de las obras y arreglar los problemas internos con los empleados.
Saniz revela que algunos de los ejecutivos del consorcio (compuesto por una empresa de Italia, dos de Venezuela, dos de Colombia y una de Bolivia) —que se fueron intempestivament e del país hace más de dos meses— le enviaron una carta por correo electrónico en la que señalan que no volverán “mientras el Estado boliviano y la empresa Misicuni no garanticen seguridad en todos esos aspectos (jurídico, laboral y personal)”.
El presidente de Misicuni señala que “no es admisible” que los contratistas pretendan transferir un problema obrero-patronal a la empresa y al Estado.- ¿Por qué están paralizadas las obras? ¿Están haciendo una reprogramación de los trabajos?
- Primero, la paralización y la consecuente reprogramación nace del incumplimiento del contratista.
- ¿Qué quiere decir con incumplimiento?
- El contrato que tenemos firmado con el Consorcio Hidroeléctrico Misicuni —que, lamentablemente, tiene el mismo nombre que nosotros y nos confunden— ha instruido a su personal hace más de un mes, en los primeros días de junio, dejar las obras y retirarse. Todos los funcionarios se han marchado a su s países. Han dejado equipo, maquinaria y todo su patrimonio a buen r ecaudo en la misma obra, con los guardias que necesitan. Pero eso es problema de ellos. Pero el alejamiento de los profesionales, del personal técnico y ejecutivo, los que dirigen la obra, imposibilita que el trabajo siga adelante. Yo no puedo hacer un trabajo de esa magnitud, más allá del contrato, porque no hay quién dirija la obra.
- Está hablando del gerente de proyecto…
- Sí, del gerente de proyecto, superintendente de proyecto y jefe de obras, todas las cabezas; no había nadie. Hasta el día de hoy siguen faltando personas. El único que está en Bolivia que conocemos nosotros, porque no tenemos información oficial, es el superintendente de obras.
Esta gente se va e informan vía mail (correo electrónico), documento de información no válido en la relación contractual.
- Entonces, ¿no hay una comunicación oficial?
- Nos envían desde el exterior una nota en la que dicen que se retiran todos los técnicos porque tenemos inseguridad jurídica, laboral y pers onal. Por lo tanto, no estamos en condiciones de trabajar.
- Exactamente, ¿quién manda el mail?
- Bueno (…), ejecutivos del consorcio, desde Colombia. Con una noticia de este tipo —que no es oficial para nuestros registros— lo único que podemos decirles, de manera amigable, es que deberían estar acá, y las comunicaciones deben ser oficiales, porque tenemos que tomar acciones. Y en el proceso en el que van y vienen —y tienen sus propios problemas— no nos informan en un plazo perentorio, como tiene que ser. El contrato establece, más allá de nuestra preocupación técnica y específica de quien dirige la obra, que la falta o ausencia de profesionales y del requerimiento de supervisión de hacer las cosas se denomina negligencia, y eso está previsto en el contrato. Y el mecanismo es que se puede paralizar la obra requiriendo que esos problemas se solucionen lo antes posible.- Es decir, ¿la inseguridad laboral, personal y jurídica de la q ue hablan?
- No. Que vuelvan. A mí me interesa que vuelvan. Si ell os se van, tienen que hacerlo por motivos justificados, y si no, tenemos que paralizar la obra y decirles: “Señores, ustedes no están en la obra, y se paraliza hasta que me pongan las cosas en orden. Cuando ustedes me digan que están listos, inmediatamente la iniciamos de nuevo”. Y tiene que ser lo antes posible porque en determinado momento tengo que poner fecha; no puede ser indefinido’.
Vienen acá y nosotros les decimos: “Muy bien, cuáles son sus motivos”. (Y me dicen) “tenemos problemas con el sindicato. El sindicato nos ha amenazado, el sindicato desde hace tiempo ya viene ejerciendo presiones contra nuestro consorcio. En diciembre nos han causado problemas con el gerente anterior; en marzo han botado a otro directivo de la empresa y han recontratado a un ingeniero, y comienzan a darse atribuciones en el sindicato que no les compete”.
- ¿El sindicato tiene esas atribuciones?
- No, por supuesto que no. Pero lo hacen. Y el sindicato los bota además por voto resolutivo escrito. Son documentos que no nos llegan a nosotros; no somos parte de eso.
- ¿Hasta este punto ya se puede decir que existe negligencia por parte del consorcio?
- Hasta este punto hay negligencia y en ciertos aspectos, sus cuadros ejecutivos, cuando tenían, siempre (presentados) de manera incompleta, dando vueltas, con problemas logístico en la obra, más allá de la negligencia nos demuestra una falta de control de su contrato.
La capacidad de gestión del contrato la hemos visto muy disminuida desde un principio. Siempre les ha faltado algo para estar 100 por ciento, como el contrato marca.
Entonces, cuando se suspende el contrato a raíz de la ausencia, textualmente decimos: “Esta obra se paraliza hasta que (el consorcio) tenga fundamentalmente todos sus cuadros ejecutivos, como corresponde en el sitio de la obra”.
Cuando ocurre esta paralización, las cartas van y vienen y escuchamos un comunicado de los obreros que dicen que les quieren echar la culpa, cuando el probl ema no somos nosotros, es la roca y comienzan a crear un problema que dice que es la roca.- ¿Eso afecta a la ejecución del proyecto?
- Por supuesto. Porque, además, no hay un solo nombre que se atreva a decir que es responsable de decir eso (el hallazgo de la falta de roca sólida), pero es una noticia de tan alto impacto que hasta el más “lelo” en el tema cree que el proyecto es inviable, y tenemos que enfrascarnos en una batalla con la población para demostrarles que nosotros no les mentimos (en cuanto a la factibilidad del proyecto).
- Entonces, ¿cuáles son los objetivos que tienen los del sindicato para decir eso?
- Ésa es la gran pregunta: ¿cuáles serán los motivos que tienen?
- ¿Hay el riesgo de concluir el contrato?
- Siempre hay ese riesgo; no solamente por eso, sino por muchos motivos, como situaciones que podrían ocurrir eventualmente y que obligarían a rescindir el contrato en ambas partes. Porque una cosa es hacerlo unilateralmen te, y otra hacerlo de común acuerdo. Nosotros no tenemos ningún motivo para rescindir contrato. Nosotros hemos hecho una paralización técnica que está contemplado en el contrato para que ellos asuman su responsabilidad y sigan adelante, porque este proyecto es muy importante.
Ramiro Saniz | MisicuniPese a que los contratistas están fuera del país, las obras están paralizadas y los ejecutivos del consorcio se encuentran en conflicto con el sindicato de trabajadores, el proyecto múltiple Misicuni seguirá adelante y su ejecución continuará a cargo del Consorcio Hidroeléctrico, dice el presidente de la Empresa Misicuni, Ramiro Saniz.
Indica que las obras estarán paralizadas hasta el 31 de julio. Hasta esa fecha, los contratistas (el Consorcio Hidroeléctrico Misicuni) deberán presentar una reprogramación del tiempo de ejecución de las obras y arreglar los problemas internos con los empleados.
Saniz revela que algunos de los ejecutivos del consorcio (compuesto por una empresa de Italia, dos de Venezuela, dos de Colombia y una de Bolivia) —que se fueron intempestivament e del país hace más de dos meses— le enviaron una carta por correo electrónico en la que señalan que no volverán “mientras el Estado boliviano y la empresa Misicuni no garanticen seguridad en todos esos aspectos (jurídico, laboral y personal)”.
El presidente de Misicuni señala que “no es admisible” que los contratistas pretendan transferir un problema obrero-patronal a la empresa y al Estado.- ¿Por qué están paralizadas las obras? ¿Están haciendo una reprogramación de los trabajos?
- Primero, la paralización y la consecuente reprogramación nace del incumplimiento del contratista.
- ¿Qué quiere decir con incumplimiento?
- El contrato que tenemos firmado con el Consorcio Hidroeléctrico Misicuni —que, lamentablemente, tiene el mismo nombre que nosotros y nos confunden— ha instruido a su personal hace más de un mes, en los primeros días de junio, dejar las obras y retirarse. Todos los funcionarios se han marchado a su s países. Han dejado equipo, maquinaria y todo su patrimonio a buen r ecaudo en la misma obra, con los guardias que necesitan. Pero eso es problema de ellos. Pero el alejamiento de los profesionales, del personal técnico y ejecutivo, los que dirigen la obra, imposibilita que el trabajo siga adelante. Yo no puedo hacer un trabajo de esa magnitud, más allá del contrato, porque no hay quién dirija la obra.
- Está hablando del gerente de proyecto…
- Sí, del gerente de proyecto, superintendente de proyecto y jefe de obras, todas las cabezas; no había nadie. Hasta el día de hoy siguen faltando personas. El único que está en Bolivia que conocemos nosotros, porque no tenemos información oficial, es el superintendente de obras.
Esta gente se va e informan vía mail (correo electrónico), documento de información no válido en la relación contractual.
- Entonces, ¿no hay una comunicación oficial?
- Nos envían desde el exterior una nota en la que dicen que se retiran todos los técnicos porque tenemos inseguridad jurídica, laboral y pers onal. Por lo tanto, no estamos en condiciones de trabajar.
- Exactamente, ¿quién manda el mail?
- Bueno (…), ejecutivos del consorcio, desde Colombia. Con una noticia de este tipo —que no es oficial para nuestros registros— lo único que podemos decirles, de manera amigable, es que deberían estar acá, y las comunicaciones deben ser oficiales, porque tenemos que tomar acciones. Y en el proceso en el que van y vienen —y tienen sus propios problemas— no nos informan en un plazo perentorio, como tiene que ser. El contrato establece, más allá de nuestra preocupación técnica y específica de quien dirige la obra, que la falta o ausencia de profesionales y del requerimiento de supervisión de hacer las cosas se denomina negligencia, y eso está previsto en el contrato. Y el mecanismo es que se puede paralizar la obra requiriendo que esos problemas se solucionen lo antes posible.- Es decir, ¿la inseguridad laboral, personal y jurídica de la q ue hablan?
- No. Que vuelvan. A mí me interesa que vuelvan. Si ell os se van, tienen que hacerlo por motivos justificados, y si no, tenemos que paralizar la obra y decirles: “Señores, ustedes no están en la obra, y se paraliza hasta que me pongan las cosas en orden. Cuando ustedes me digan que están listos, inmediatamente la iniciamos de nuevo”. Y tiene que ser lo antes posible porque en determinado momento tengo que poner fecha; no puede ser indefinido’.
Vienen acá y nosotros les decimos: “Muy bien, cuáles son sus motivos”. (Y me dicen) “tenemos problemas con el sindicato. El sindicato nos ha amenazado, el sindicato desde hace tiempo ya viene ejerciendo presiones contra nuestro consorcio. En diciembre nos han causado problemas con el gerente anterior; en marzo han botado a otro directivo de la empresa y han recontratado a un ingeniero, y comienzan a darse atribuciones en el sindicato que no les compete”.
- ¿El sindicato tiene esas atribuciones?
- No, por supuesto que no. Pero lo hacen. Y el sindicato los bota además por voto resolutivo escrito. Son documentos que no nos llegan a nosotros; no somos parte de eso.
- ¿Hasta este punto ya se puede decir que existe negligencia por parte del consorcio?
- Hasta este punto hay negligencia y en ciertos aspectos, sus cuadros ejecutivos, cuando tenían, siempre (presentados) de manera incompleta, dando vueltas, con problemas logístico en la obra, más allá de la negligencia nos demuestra una falta de control de su contrato.
La capacidad de gestión del contrato la hemos visto muy disminuida desde un principio. Siempre les ha faltado algo para estar 100 por ciento, como el contrato marca.
Entonces, cuando se suspende el contrato a raíz de la ausencia, textualmente decimos: “Esta obra se paraliza hasta que (el consorcio) tenga fundamentalmente todos sus cuadros ejecutivos, como corresponde en el sitio de la obra”.
Cuando ocurre esta paralización, las cartas van y vienen y escuchamos un comunicado de los obreros que dicen que les quieren echar la culpa, cuando el probl ema no somos nosotros, es la roca y comienzan a crear un problema que dice que es la roca.- ¿Eso afecta a la ejecución del proyecto?
- Por supuesto. Porque, además, no hay un solo nombre que se atreva a decir que es responsable de decir eso (el hallazgo de la falta de roca sólida), pero es una noticia de tan alto impacto que hasta el más “lelo” en el tema cree que el proyecto es inviable, y tenemos que enfrascarnos en una batalla con la población para demostrarles que nosotros no les mentimos (en cuanto a la factibilidad del proyecto).
- Entonces, ¿cuáles son los objetivos que tienen los del sindicato para decir eso?
- Ésa es la gran pregunta: ¿cuáles serán los motivos que tienen?
- ¿Hay el riesgo de concluir el contrato?
- Siempre hay ese riesgo; no solamente por eso, sino por muchos motivos, como situaciones que podrían ocurrir eventualmente y que obligarían a rescindir el contrato en ambas partes. Porque una cosa es hacerlo unilateralmen te, y otra hacerlo de común acuerdo. Nosotros no tenemos ningún motivo para rescindir contrato. Nosotros hemos hecho una paralización técnica que está contemplado en el contrato para que ellos asuman su responsabilidad y sigan adelante, porque este proyecto es muy importante.
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