Los cerca de 1.500 marchistas jubiladas de la denominada “generación sándwich” se tendieron ayer en plena carretera Oruro-La Paz, a la altura de la zona de Apacheta, como un acto simbólico de protesta contra el Gobierno con el que no llegaron a ningún acuerdo satisfactorio y anunciaron proseguir con su marcha hasta el lunes, día en que harán un ingreso multitudinario a la ciudad de La Paz.
Los manifestantes tienen dos demandas centrales: una renta mínima de 800 bolivianos y un incremento de 6,5 por ciento en sus rentas.
Los marchistas hicieron un alto ayer por la mañana para analizar la última invitación gubernamental extendida por el Gobierno una noche antes. La rechazaron y realizaron su “alfombra humana”. Después, rosiguieron hasta llegar a la población de Ventilla, a unos 45 minutos de viaje en vehículo antes de llegar a La Paz.
El comandante departamental de Policía, Roberto Tórrez, dijo que un contingente ha estado pemanentemente dando p rotección y garantía a los manifestantes, la mayoría ancianos.
"Desde las 6:00 estamos haciendo seguimiento en la población de Achica Arriba”, dijo.
Los manifestantes partieron hace seis días desde Caracollo (Oruro), y desde hace cuatro, cuentan con la escolta policial.
Hasta ayer, se habían contabilizado 23 bajas. La última fue una anciana que dejó la marcha en Ventilla.
Los manifestantes tienen dos demandas centrales: una renta mínima de 800 bolivianos y un incremento de 6,5 por ciento en sus rentas.
Los marchistas hicieron un alto ayer por la mañana para analizar la última invitación gubernamental extendida por el Gobierno una noche antes. La rechazaron y realizaron su “alfombra humana”. Después, rosiguieron hasta llegar a la población de Ventilla, a unos 45 minutos de viaje en vehículo antes de llegar a La Paz.
El comandante departamental de Policía, Roberto Tórrez, dijo que un contingente ha estado pemanentemente dando p rotección y garantía a los manifestantes, la mayoría ancianos.
"Desde las 6:00 estamos haciendo seguimiento en la población de Achica Arriba”, dijo.
Los manifestantes partieron hace seis días desde Caracollo (Oruro), y desde hace cuatro, cuentan con la escolta policial.
Hasta ayer, se habían contabilizado 23 bajas. La última fue una anciana que dejó la marcha en Ventilla.
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