La Paz |
La vigilia instalada en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) hace cinco días en el acceso al edificio de la Vicepresidencia sufrió ayer una fuerte represión policial con empleo de gas pimienta, granadas de gases lacrimógenos y chorros de agua lanzados desde un carro Neptuno de las Fuerzas Armadas.
Los marchistas denunciaron que la represión les causó al menos ocho niños intoxicados y convocaron para hoy a la población paceña a un cabildo.
Los indígenas además dieron al Gobierno un plazo de 24 horas (que vence hoy a las 14:00) para atender su pliego petitorio, caso contrario, amenazan con radicalizar sus medidas de presión.
La reacción policial, según el Gobierno, en concordancia con algunas agencias de noticias, comenzó cuando el colectivo Mujeres Creando, que marchaba por la reivindicación de la presidenta de la IX marcha, Bertha Bejarano, agredió a un efectivo policial, que permanecía en el cerco que resguardaba la p laza Murillo. Por esa razón, según el viceministro de Gobierno, Jorge Pérez, los hechos de ayer no fueron represión, sino “reacción natural” de la Policía, pues, según agregó, no hubo orden superior alguna para la gasificación. “No justificamos ninguna violencia, pero quienes vinieron a agredir salvajemente contra la integridad de la Policía fue este grupo de señoras”, aseguró Pérez.
Más tarde, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, denunció la presencia de “infiltrados” y “agitadores” en la marcha y reportó nueve policías heridos.
En cambio, para el presidente de la Subcentral Tipnis, Fernando Vargas, los indígenas no estaban mezclados con el colectivo feminista.
Por su parte, María Galindo y Helen Álvarez, representantes de Mujeres Creando, relataron a los medios que "la protesta era pacífica, pero sufrimos represión de los policías".
Según ANF, que cita a testigos del lugar, el colectivo lanzó a los policías cás caras de frutas y verduras, pedazos de madera y otros objetos contund entes.
La esquina de las calles Ayacucho y Potosí se convirtió en escenario de la acción policial.
Destrozos
Las carpas instaladas en la calle Ayacucho, entre Potosí y Mercado, fueron destrozadas por los chorros de agua, y los gases lacrimógenos obligaron a que los indígenas huyan del sitio, aunque otro grupo optó por enfrentar a los efectivos.
Los marchistas indígenas se encuentran en La Paz desde hace 10 días, después de haber marchado durante 62 días desde la población beniana de Chaparina, en demanda de la anulación de la Ley 222, que convoca a una “consulta previa” que podría posibilitar la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atravesando el corazón del Tipnis.
La vigilia instalada en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) hace cinco días en el acceso al edificio de la Vicepresidencia sufrió ayer una fuerte represión policial con empleo de gas pimienta, granadas de gases lacrimógenos y chorros de agua lanzados desde un carro Neptuno de las Fuerzas Armadas.
Los marchistas denunciaron que la represión les causó al menos ocho niños intoxicados y convocaron para hoy a la población paceña a un cabildo.
Los indígenas además dieron al Gobierno un plazo de 24 horas (que vence hoy a las 14:00) para atender su pliego petitorio, caso contrario, amenazan con radicalizar sus medidas de presión.
La reacción policial, según el Gobierno, en concordancia con algunas agencias de noticias, comenzó cuando el colectivo Mujeres Creando, que marchaba por la reivindicación de la presidenta de la IX marcha, Bertha Bejarano, agredió a un efectivo policial, que permanecía en el cerco que resguardaba la p laza Murillo. Por esa razón, según el viceministro de Gobierno, Jorge Pérez, los hechos de ayer no fueron represión, sino “reacción natural” de la Policía, pues, según agregó, no hubo orden superior alguna para la gasificación. “No justificamos ninguna violencia, pero quienes vinieron a agredir salvajemente contra la integridad de la Policía fue este grupo de señoras”, aseguró Pérez.
Más tarde, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, denunció la presencia de “infiltrados” y “agitadores” en la marcha y reportó nueve policías heridos.
En cambio, para el presidente de la Subcentral Tipnis, Fernando Vargas, los indígenas no estaban mezclados con el colectivo feminista.
Por su parte, María Galindo y Helen Álvarez, representantes de Mujeres Creando, relataron a los medios que "la protesta era pacífica, pero sufrimos represión de los policías".
Según ANF, que cita a testigos del lugar, el colectivo lanzó a los policías cás caras de frutas y verduras, pedazos de madera y otros objetos contund entes.
La esquina de las calles Ayacucho y Potosí se convirtió en escenario de la acción policial.
Destrozos
Las carpas instaladas en la calle Ayacucho, entre Potosí y Mercado, fueron destrozadas por los chorros de agua, y los gases lacrimógenos obligaron a que los indígenas huyan del sitio, aunque otro grupo optó por enfrentar a los efectivos.
Los marchistas indígenas se encuentran en La Paz desde hace 10 días, después de haber marchado durante 62 días desde la población beniana de Chaparina, en demanda de la anulación de la Ley 222, que convoca a una “consulta previa” que podría posibilitar la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atravesando el corazón del Tipnis.
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