El precio internacional del barril de petróleo bajó esta semana a 80,47 dólares según la cotización WTI, lo que supone una diferencia de sólo 10,47 dólares con los 70 estimados por el Gobierno, en el peor escenario, para el cálculo del Presupuesto General del Estado (PGE) de 2012.
Dos analistas bolivianos, especializados en el sector hidrocarburos, coinciden en señalar que el precio del crudo continuará con tendencia a la baja, quizás por debajo de las estimaciones del Gobierno, lo que supondría mermas en los ingresos por exportación de gas natural y, por consiguiente, el PGE también se vería afectado. Aparentemente, el panorama internacional no ha tenido incidencia en los precios de exportación del gas natural boliviano, pero los analistas advierten que será en el último trimestre del año cuando el impacto se hará evidente.
Un reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) señala que, desde marzo pasado, “el precio del petróleo experimenta una i nusitada baja por el anuncio de una subida en las reservas de crudo de EEUU, lo que afectará el precio de exportación del gas boliviano”.
Contexto
Según el analista Hugo del Granado, lo reflejado por el IBCE se encuentra inscrito en un contexto internacional marcado por una disminución en la demanda de crudo en EEUU, el mayor consumidor a nivel mundial, y por un incremento notable de la producción debido a la explotación de petróleo no convencional, factores unidos a otros aspectos que afectan la estructura de precios a nivel global, como la crisis en Europa, la desaceleración de la economía en China y la posición de Arabia Saudita que, por razones básicamente geopolíticas, decidió no cortar su producción y mantenerla por encima de los 10 millones de barriles diarios (una producción récord) debido al conflicto con Irán y Siria.
Este panorama determina que, actualmente, haya un exceso de producción respecto de la demanda, por tanto la tendencia es que el precio siga bajando. “Se augura incluso que puede bajar a 50 d ólares el barril, no nos olvidemos que hace pocos meses estaba en 128 dólares, y va a seguir bajando. Entonces, la tendencia es a la baja, pero lo que nadie se anima todavía a proyectar es cuánto tiempo el crudo puede mantenerse en niveles tan bajos”, explica Del Granado.
Para el experto, no se trata de una situación momentánea, sino que se prevé que la tendencia a la bajada de precios va a mantenerse y quizás por un tiempo prolongado, por lo que la estimación de 70 dólares por barril de petróleo, hecha por el Gobierno, podría no ser conservadora sino haber resultado muy optimista.
Incidencia interna
Hace pocos días, el viceministro de Tesoro y Crédito Público, Edwin Rojas, en una entrevista con Los Tiempos, señalaba que, ante la caída de los precios de las materias primas, había tranquilidad en el Gobierno pues fue “prudente” al elaborar el PGE “sin generar mucha expectativa” y en función a los ingresos que percibiría el Estado.
“Lo que estamos viendo es una crisis financiera internacional, sobre todo en Europa; pero no creo que haya disminución de precios. Va a haber un efecto, sí. En 2008 se dice que hubo la crisis internacional más grande que se ha sufrido a nivel internacional, pero Bolivia salió bien. ¿Qué pasó? Bolivia no basa su crecimiento en el ámbito externo”, dijo y añadió que si bien exportamos gas y minerales, el modelo económico está fundamentado en la generación de un mercado interno.
Contrariamente a esta postura, el analista Bernardo Prado señala que la economía boliviana es altamente dependiente del extractivismo, por lo que la baja del precio del crudo afecta al precio de exportación de gas natural boliviano, cuyo precio de venta está en función a una canasta internacional de precios de fuel oil y diesel.
“Esto afecta definitivamente a las arcas del Estado porque dependemos mucho del gas que exportamos y nuestros precios están en función al gas que export amos. Y si esta tendencia a la baja de precios es sostenida por mucho tiempo, va a ser realmente perjudicial para la economía boliviana porque los ingresos se van a ver considerablemente mermados”, señala.
Según el IBCE, en lo que va del año, el precio WTI de crudo bajó de 100,34 a 80,47 dólares el barril, lo que supone una caída de aproximadamente 20 por ciento en el precio. Del Granado señala que más o menos esa misma proporción se reflejará en los nuevos precios del gas que Bolivia va a exportar.
Para ilustrar cuán drásticamente pueden llegar a caer los precios, Prado recuerda que en 2008 el barril de petróleo cayó de 140 dólares a 30.
Ambos analistas coinciden en que el efecto de la bajada de precios será evidente recién en los últimos tres meses de este año, mientras tanto, el siguiente trimestre la exportación de gas todavía se hará con precios relativamente altos.
Medidas posibles
“Creo que la situación es preocupante y deberían tomarse medidas para poder paliar esta tendencia decreciente (del precio del crudo), sobre todo teniendo en cuenta que va a persistir y puede prolongarse con precios bajos durante este año y el próximo año. La tendencia estructural es muy fuerte hacia la baja de precios”, dice Del Granado.
Sin embargo, para Prado “no se puede tomar previsiones porque no hay mucho que Bolivia pueda hacer en cuanto al precio internacional del petróleo (…) y las previsiones que tenemos que tomar como país van mucho más allá”, señala y añade que “lo que tenemos que hacer es ver de generar una economía menos dependiente del extractivismo; pero claro, es un tema muy complicado”. Mientras tanto, dice Prado, para que los ingresos se vean lo menos afectados lo que hay que prever, cuando llegue el momento de negociar nuevamente, es la posibilidad de cambiar la fórmula de cálculo de precio de exportación del gas.
“Quizás sea más conveniente, a futuro, calcular en base al indicador Henry Hub (usado en la Bolsa de Nueva York para cotizar el gas) en lugar de hacerlo en base al precio internacional d el petróleo, tal vez eso afectaría menos a nuestra economía (…) porque el precio del gas y el precio del petróleo ya se han desvinculado”, plantea Prado.
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