Dinamismo, transparencia y seguridad jurídica para la inversión son los tres elementos que separan diametralmente a una gestión exitosa como la de la petrolera colombiana Ecopetrol S.A. de una gestión débil como la de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), según coinciden en señalar los expertos en temas hidrocarburíferos Bernardo Prado y Hugo de la Fuente.
Cero injerencia política en la designación de cargos, institucionalización y estabilidad laboral para fomentar una visión a largo plazo en la planificación, sumada a sueldos competitivos, son los “ingredientes” que completan la receta.
Actualmente, la estatal petrolera colombiana Ecopetrol S.A. es considerada un modelo a seguir en la región cuando se trata de hablar de una gestión hidrocarburífera exitosa.
A principios de la década de 2000, la que fuera Empresa Colombiana de Petróleos fue transformada en Ecopetrol S.A. y dejó de ejercer las funciones de administración de los recur sos petroleros colombianos, poniendo esa tarea en manos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Tres años después comenzó su despegue al trabajar bajo un esquema comercial y empresarial en pos de tener competitividad en el mercado petrolero global.
Actualmente, figura como la primera empresa de su rubro en América Latina y la decimosegunda a nivel mundial.
Transparencia y seguridad
Pero ¿a qué se debe un éxito tan arrollador en contraposición con una débil gestión en YPFB?
Para Prado la primera comparación que surge es la de la inversión, es decir, la capacidad que tiene la estatal petrolera colombiana para atraer inversores extranjeros. Señala como una fortaleza, en su sector petrolero, que es una empresa que cotiza en la bolsa de valores y que cualquier ciudadano colombiano puede ser accionista.
Por otra parte, está liberada de ejercer fiscalización y regulación de las actividades de las empresas petroleras que operan en Colombia pues la ANH fue cre ada con ese objetivo. “Eso le da cierto grado de seriedad y es, entre otros factores, lo que ha atraído tanto la inversión petrolera en Colombia. Tiene uno de los índices más altos de inversión en el sector petrolero de la región y esto gracias al marco legal que tiene”, señala Prado.
El hecho de que la normativa colombiana permita que Ecopetrol S.A. tenga participación de privados y la transparencia que esto exige le permite cotizar en la bolsa de valores, es algo que De la Fuente también resalta.
La hospitalidad al inversor extranjero también es otra clave del éxito colombiano. Prado recuerda que cuando se nacionalizó Repsol, en Argentina, “el presidente colombiano lo primero que hizo fue decirle a los españoles ‘vengan a invertir a Colombia que aquí no expropiamos’, esa es una señal clara de que el Gobierno colombiano, Ecopetrol y la ANH están apuntando hacia un mismo objetivo que es darle ese rol protagónico que tiene en este momento Colombia”, apunta.
Mientras, en Bolivia la producción está est ancada. Según datos que maneja Prado, entre 2006 y 2011, la producción de gas solamente se ha logrado incrementar en 0,8 millones de metros cúbicos diarios por año, es decir ni un millón de metros cúbicos por año.
Recién en 2012 hubo cierto despegue en la producción de gas, más que nada con la entrada en operaciones del campo Margarita gracias a la inversión de Repsol. “Pero esta inversión se da en función a que se le otorgan las garantías a Repsol con la firma de la adenda entre YPFB y Enarsa, en 2010, entonces con un mercado garantizado y un buen precio Repsol decide invertir. Este es el mensaje que tiene que quedar para el Gobierno: si les damos a la petroleras señales claras y señales contundentes en cuanto a la política hidrocarburífera del país, entonces la cosa puede funcionar, mientras tanto no”, sentencia.
Que prime el mérito
De la Fuente destaca que la seguridad para el inversor, también se debe extender para el elemento humano que maneja la e mpresa pues se debe elegir “a la mejor gente y pagarle sueldos competitivos”, en todos los niveles pues la buena administración de una empresa dependerá de la calidad de su elemento humano. Pero, para conseguir este objetivo, se debe excluir la política y el compadrazgo en la nominación de cargos, señala.
“Sólo deben primar los méritos profesionales. Esto permite mirar a largo plazo y los profesionales pueden proyectarse, entonces no tienen necesidad de robar porque tienen seguridad (laboral) a 20, 30 años, cosa que en YPFB no sucede”, dice De la Fuente.
Resalta que inclusive el actual presidente de Yacimientos, Carlos Villegas, es interino y que los mandos menores tampoco gozan de estabilidad pues saben que cuando haya un cambio de ejecutivo, también cambiará la conformación del equipo técnico.Hugo De la Fuente, ex Superintendente de Hidrocarburos
“Sólo deben primar los méritos profesionales. Esto permite mirar a largo plazo y los profesionales pueden proyectarse, entonces no tienen necesidad d e robar porque tienen seguridad (laboral) a 20, 30 años, cosa que en YPFB no sucede”.
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