Desde la noche del jueves, más de 200 familias de floricultores de Cochabamba empezaron a distribuir decenas de variedades de flores silvestres y cultivadas en invernadero que tendrán como destino varias ciudades del interior del país –La Paz, Santa Cruz, Sucre, Oruro, El Alto-- para la celebración de Todos Santos y del Día de los Difuntos.
Como sucede todos los años, hasta la víspera del 1 de noviembre, los floricultores descargan decenas de camiones de flores en la calle Uruguay, entre Lanza y Antezana, para su comercialización directa y a precio de costo entre comerciantes al detalle, que esperan pacientemente la llegada de la mercadería.
Toda la producción de flores, que comprende más de 15 variedades entre rosas, claveles, crisantemos, pompones, gladiolos, nardos, astromelias, ilusiones, margaritas, fresias, claveles chinos y otros, proviene de comunidades campesinas asentadas en las faldas de la cordillera Tunari, el municipio de Tiquipaya y El Paso, al nort e de Quillacollo.
La productora Maruja Zeballos, que tiene una hectárea de flores sembrada en su propiedad de Bella Vista, a los pies del Tunari, comentó que este año la producción fue abundante y que sus crisantemos, ilusiones y popelinas son comercializados a 15 bolivianos el racimo para que los revendedores comercialicen en los mercados de la ciudad.
Precios
Una vez que los mayoristas venden a 25 bolivianos los paquetes de rosas y claveles bajo carpa, los intermediarios en los mercados de la ciudad cobran entre 30 y 32 bolivianos; mientras que los vendedores al detalle de los cementerios generales de Cochabamba, Sacaba, Quillacollo y los cementerios jardines Parque de las Memorias y Concordia llegan a cobrar hasta 38 bolivianos por la misma cantidad de flores.
Desde ayer, la gente va a los mercados de flores para comprar rosas, claveles y otros para preparar los tradicionales altares.
Como sucede todos los años, hasta la víspera del 1 de noviembre, los floricultores descargan decenas de camiones de flores en la calle Uruguay, entre Lanza y Antezana, para su comercialización directa y a precio de costo entre comerciantes al detalle, que esperan pacientemente la llegada de la mercadería.
Toda la producción de flores, que comprende más de 15 variedades entre rosas, claveles, crisantemos, pompones, gladiolos, nardos, astromelias, ilusiones, margaritas, fresias, claveles chinos y otros, proviene de comunidades campesinas asentadas en las faldas de la cordillera Tunari, el municipio de Tiquipaya y El Paso, al nort e de Quillacollo.
La productora Maruja Zeballos, que tiene una hectárea de flores sembrada en su propiedad de Bella Vista, a los pies del Tunari, comentó que este año la producción fue abundante y que sus crisantemos, ilusiones y popelinas son comercializados a 15 bolivianos el racimo para que los revendedores comercialicen en los mercados de la ciudad.
Precios
Una vez que los mayoristas venden a 25 bolivianos los paquetes de rosas y claveles bajo carpa, los intermediarios en los mercados de la ciudad cobran entre 30 y 32 bolivianos; mientras que los vendedores al detalle de los cementerios generales de Cochabamba, Sacaba, Quillacollo y los cementerios jardines Parque de las Memorias y Concordia llegan a cobrar hasta 38 bolivianos por la misma cantidad de flores.
Desde ayer, la gente va a los mercados de flores para comprar rosas, claveles y otros para preparar los tradicionales altares.
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