Casi cinco años después de iniciada la debacle del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), pese a una millonaria deuda acumulada sólo desde 2006 de casi 100 millones de dólares y a reiterados fracasos de planes de rescate, los ejecutivos y trabajadores que quedan en la empresa insisten en la reactivación de la aerolínea con la promesa, una vez más, de inversiones.
Empresas, consultoras e inversionistas individuales plantearon todo tipo de soluciones al problema del LAB, pero ninguno apuntó a resolver la crisis financiera de la que fue la principal compañía aérea nacional sino que, al contrario, endeudaron más a la empresa o la dejaron sin bienes, como el caso de la nave “Paitití” abandonada en Malasia.
“Ninguno de los proponentes eran inversionistas sino simples administradores que han hecho escarnio de la economía y los bienes del LAB”, dicen los ex trabajadores Federico Quiroga, Franz de la Zerda, Víctor Colque y Fernando Machicao.
Hace unas semanas, el acta de una junta de accionistas de la aerolínea reveló que el grupo Swiss Transatlantic Corp (STAC), que en 2007 hizo un ofrecimiento de inversión a la empresa sin resultados, regresó para supuestamente retomar el acuerdo.
Para la gerente general del LAB, María Victoria Calderón, “todas las propuestas no se llegaron a concretar porque la mayoría de ellas no eran propuestas serias”, pero esta vez el convenio con STAC –señala-- sería diferente. La deuda
La deuda acumulada de los últimos cinco años del LAB es de casi 100 millones de dólares. Hasta 2008 se tenía estimado que la deuda con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) por retención de aportes laborales al Seguro Social Obligatorio ascendía a 31,47 millones de dólares; con Impuestos Nacionales, por evasión de impuesto, alrededor de 30 millones de dólares; con unos 1.200 ex trabajadores por liquidación de beneficios sociales, salarios devengados, desahucio, multas y actualizac ión a 2010 alrededor de 30 millones de dólares y con 30 trabajadores actuales por salarios devengados y otros beneficios sociales correspondiente a los últimos cinco años, unos 5 millones de dólares.
El cálculo no contempla la deuda acumulada durante la gestión de Ernesto Asbún, es decir anterior al estallido de la crisis del LAB. El que fue interventor del Gobierno en el LAB Ángel Zaballa estimó una cifra de 140 millones de dólares. Fracasos
En marzo de 2006, la intervención del Estado en el conflicto abrió la posibilidad de un préstamo de 10 millones de dólares para ordenar la empresa, oferta que no prosperó.
En julio y agosto del mismo año el planteamiento de reactivación con vuelos internacionales a España, hecho por Franklin Taendler, falló así como el ofrecimiento del consorcio británico Transantlantic Aviation Limited (TAA) de un millón de dólares en capital de operaciones y tres aeronaves B-767-200.
El 27 de julio de 2007, el consorcio norteamericano Swiss Transatlantic Corp (STAC) del empresario boliviano Henry Ba rbey propuso invertir 80 millones de dólares en 30 años, 6,4 millones inicialmente, dinero que nunca llegó a desembolsar.
En noviembre del mismo año, Marcelo Goldman y otros asumieron la dirección del LAB y fracasaron en su intento por diversificar las actividades de la empresa en cuatro sociedades de responsabilidad limitada. En esta gestión desaparecieron el avión “Paitití” B-737-200, la mejor nave del LAB, y 4,5 millones de dólares por el seguro de un avión siniestrado en Trinidad. Goldman está prófugo.
Finalmente, a mediados del año pasado asume la gerencia general María Victoria Calderón. En su gestión recibió la oferta de la empresa Consulting Wolfram Mannebach de compra del 50,03 por ciento de las acciones, que no prosperó, y aceptó el regreso de STAC incorporando en el directorio a sus ejecutivos.
Ex trabajadores proponen disolver la empresa
Los ex trabajadores del LAB dicen que la única salida a la crisis económica y financiera desatada en fe brero de 2006 es la disolución de la sociedad empresarial, prevista e n el artículo 70 del Título VII de los Estatutos de la compañía aérea.
“La disolución de la sociedad es posible porque el LAB perdió más del 50 por ciento de su patrimonio y porque la empresa está prácticamente quebrada”, indica Federico Quiroga, presidente de la Asociación de Ex Trabajadores Acreedores de beneficios Sociales y Salarios Devengados del LAB.
En caso de aplicarse el artículo 70 se deberá designar a los síndicos liquidadores, encargados de registrar mediante auditorías todos los bienes e inmuebles de la empresa para su respectiva venta o remate y pago respectivo de la deuda social contraída con los trabajadores en primera instancia, con entidades representativas del Estado en segunda instancia y con los acreedores particulares en última.
Empresas, consultoras e inversionistas individuales plantearon todo tipo de soluciones al problema del LAB, pero ninguno apuntó a resolver la crisis financiera de la que fue la principal compañía aérea nacional sino que, al contrario, endeudaron más a la empresa o la dejaron sin bienes, como el caso de la nave “Paitití” abandonada en Malasia.
“Ninguno de los proponentes eran inversionistas sino simples administradores que han hecho escarnio de la economía y los bienes del LAB”, dicen los ex trabajadores Federico Quiroga, Franz de la Zerda, Víctor Colque y Fernando Machicao.
Hace unas semanas, el acta de una junta de accionistas de la aerolínea reveló que el grupo Swiss Transatlantic Corp (STAC), que en 2007 hizo un ofrecimiento de inversión a la empresa sin resultados, regresó para supuestamente retomar el acuerdo.
Para la gerente general del LAB, María Victoria Calderón, “todas las propuestas no se llegaron a concretar porque la mayoría de ellas no eran propuestas serias”, pero esta vez el convenio con STAC –señala-- sería diferente. La deuda
La deuda acumulada de los últimos cinco años del LAB es de casi 100 millones de dólares. Hasta 2008 se tenía estimado que la deuda con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) por retención de aportes laborales al Seguro Social Obligatorio ascendía a 31,47 millones de dólares; con Impuestos Nacionales, por evasión de impuesto, alrededor de 30 millones de dólares; con unos 1.200 ex trabajadores por liquidación de beneficios sociales, salarios devengados, desahucio, multas y actualizac ión a 2010 alrededor de 30 millones de dólares y con 30 trabajadores actuales por salarios devengados y otros beneficios sociales correspondiente a los últimos cinco años, unos 5 millones de dólares.
El cálculo no contempla la deuda acumulada durante la gestión de Ernesto Asbún, es decir anterior al estallido de la crisis del LAB. El que fue interventor del Gobierno en el LAB Ángel Zaballa estimó una cifra de 140 millones de dólares. Fracasos
En marzo de 2006, la intervención del Estado en el conflicto abrió la posibilidad de un préstamo de 10 millones de dólares para ordenar la empresa, oferta que no prosperó.
En julio y agosto del mismo año el planteamiento de reactivación con vuelos internacionales a España, hecho por Franklin Taendler, falló así como el ofrecimiento del consorcio británico Transantlantic Aviation Limited (TAA) de un millón de dólares en capital de operaciones y tres aeronaves B-767-200.
El 27 de julio de 2007, el consorcio norteamericano Swiss Transatlantic Corp (STAC) del empresario boliviano Henry Ba rbey propuso invertir 80 millones de dólares en 30 años, 6,4 millones inicialmente, dinero que nunca llegó a desembolsar.
En noviembre del mismo año, Marcelo Goldman y otros asumieron la dirección del LAB y fracasaron en su intento por diversificar las actividades de la empresa en cuatro sociedades de responsabilidad limitada. En esta gestión desaparecieron el avión “Paitití” B-737-200, la mejor nave del LAB, y 4,5 millones de dólares por el seguro de un avión siniestrado en Trinidad. Goldman está prófugo.
Finalmente, a mediados del año pasado asume la gerencia general María Victoria Calderón. En su gestión recibió la oferta de la empresa Consulting Wolfram Mannebach de compra del 50,03 por ciento de las acciones, que no prosperó, y aceptó el regreso de STAC incorporando en el directorio a sus ejecutivos.
Ex trabajadores proponen disolver la empresa
Los ex trabajadores del LAB dicen que la única salida a la crisis económica y financiera desatada en fe brero de 2006 es la disolución de la sociedad empresarial, prevista e n el artículo 70 del Título VII de los Estatutos de la compañía aérea.
“La disolución de la sociedad es posible porque el LAB perdió más del 50 por ciento de su patrimonio y porque la empresa está prácticamente quebrada”, indica Federico Quiroga, presidente de la Asociación de Ex Trabajadores Acreedores de beneficios Sociales y Salarios Devengados del LAB.
En caso de aplicarse el artículo 70 se deberá designar a los síndicos liquidadores, encargados de registrar mediante auditorías todos los bienes e inmuebles de la empresa para su respectiva venta o remate y pago respectivo de la deuda social contraída con los trabajadores en primera instancia, con entidades representativas del Estado en segunda instancia y con los acreedores particulares en última.
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