La falta de mercados, el contrabando, la informalidad de emprendimientos productivos, las dificultades para acceder a crédito y la falta de capacitación técnica para una producción competitiva fueron identificados como los principales enemigos de los microempresarios por los dirigentes Luz Mary Zelaya, Carlos Alcalá y Víctor Guaraguara de las asociaciones de alimentos, textiles y cuero, respectivamente, de Cadepia.
Coincidieron en que muchos emprendimientos productivos en los rubros de alimentos, metalmecánica, curtiembres, calzados, plásticos y químicos, marroquinerías y construcción se vieron obligados a cerrar operaciones o cambiar de rubro para sobrevivir, porque no pudieron acomodar su mercadería, no vencieron la competencia desleal del contrabando o no accedieron a créditos.
Respecto a la informalidad, Alcalá estimó que por cada emprendimiento productivo formal existen tres informales que no pagan impuestos, no cumplen normas laborales, ni cuentan con registro; pe ro que generan “cualquier cantidad” de fuentes de trabajo, hasta tres veces más que el sector formal, porque existen cientos de talleres y emprendimientos que no están registrados y producen prendas de vestir por temporadas.
El gerente de Cadepia, Rodrigo Osinaga, aclaró que sus afiliados informales reciben asesoramiento para obtener NIT, Registro de Comercio y certificado sanitario, entre otros requisitos, para animarlos a pasar a la formalidad.
Coincidieron en que muchos emprendimientos productivos en los rubros de alimentos, metalmecánica, curtiembres, calzados, plásticos y químicos, marroquinerías y construcción se vieron obligados a cerrar operaciones o cambiar de rubro para sobrevivir, porque no pudieron acomodar su mercadería, no vencieron la competencia desleal del contrabando o no accedieron a créditos.
Respecto a la informalidad, Alcalá estimó que por cada emprendimiento productivo formal existen tres informales que no pagan impuestos, no cumplen normas laborales, ni cuentan con registro; pe ro que generan “cualquier cantidad” de fuentes de trabajo, hasta tres veces más que el sector formal, porque existen cientos de talleres y emprendimientos que no están registrados y producen prendas de vestir por temporadas.
El gerente de Cadepia, Rodrigo Osinaga, aclaró que sus afiliados informales reciben asesoramiento para obtener NIT, Registro de Comercio y certificado sanitario, entre otros requisitos, para animarlos a pasar a la formalidad.
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