Viña del Mar |
Preocupados por el impacto de un eventual “precipicio fiscal” en Estados Unidos y la recesión en Europa, los países latinoamericanos decidieron ayer trabajar en la construcción de una nueva arquitectura financiera regional que les permita afrontar la crisis económica mundial.
Los ministros de Finanzas de los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se reunieron en Chile para analizar medidas para encarar la crisis internacional e implementar políticas contracíclicas que la contrarresten.
“Nuestra región ha enfrentado con mucha más fortaleza la crisis externa. En vez de ser parte del problema, esta vez somos parte de la solución”, enfatizó el ministro chileno de Hacienda, Felipe Larraín, al término de la reunión de tres días celebrada en el balneario de Viña del Mar. “Latinoamérica está jugando un rol más importante; por eso queremos tener una voz más fuerte, una voz unida frente a la situac ión externa, y fortalecer nuestra posición”, recalcó el anfitrión del encuentro.
La Primera Reunión de Ministros de Finanzas de la Celac, a la que asistieron delegaciones encabezadas mayoritariamente por subsecretarios, acordó crear un grupo de trabajo que en junio de 2013 debe tener lista una “propuesta de estrategia para el diseño de una nueva arquitectura financiera regional”.
La “Declaración de Viña del Mar”, suscrita al término de la reunión, reafirma la importancia de “tener una voz regional fuerte e influyente que permita reflejar el creciente peso de las economías emergentes en el desarrollo y la economía mundial”.
Asimismo, los latinoamericanos demandaron “representación equitativa en las instituciones financieras internacionales” y destacaron la importancia de “contar con una nueva arquitectura financiera que apoye preventivamente a las economías más vulnerables”.
Los ministros expresaron su preocupación por el llamado “precipicio fiscal” en Es tados Unidos, donde si no se alcanza un acuerdo político antes del próximo 31 de diciembre, se aplicarán recortes de gastos y aumentos de impuestos por valor de 600.000 millones de dólares.
Los ministros de Finanzas de la región también se mostraron inquietos por la situación en el Viejo Continente, “donde aún no se han disipado los problemas”, a pesar de la relativa calma de los mercados, de algunos avances en materia de unión bancaria y de un rol más activo del Banco Central Europeo.
A los ministros de Finanzas también les preocupa la situación de la economía china, para la que prevén una desaceleración gradual del crecimiento, que el año 2013 estará en torno al 7,5 al 8 por ciento.
Preocupados por el impacto de un eventual “precipicio fiscal” en Estados Unidos y la recesión en Europa, los países latinoamericanos decidieron ayer trabajar en la construcción de una nueva arquitectura financiera regional que les permita afrontar la crisis económica mundial.
Los ministros de Finanzas de los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se reunieron en Chile para analizar medidas para encarar la crisis internacional e implementar políticas contracíclicas que la contrarresten.
“Nuestra región ha enfrentado con mucha más fortaleza la crisis externa. En vez de ser parte del problema, esta vez somos parte de la solución”, enfatizó el ministro chileno de Hacienda, Felipe Larraín, al término de la reunión de tres días celebrada en el balneario de Viña del Mar. “Latinoamérica está jugando un rol más importante; por eso queremos tener una voz más fuerte, una voz unida frente a la situac ión externa, y fortalecer nuestra posición”, recalcó el anfitrión del encuentro.
La Primera Reunión de Ministros de Finanzas de la Celac, a la que asistieron delegaciones encabezadas mayoritariamente por subsecretarios, acordó crear un grupo de trabajo que en junio de 2013 debe tener lista una “propuesta de estrategia para el diseño de una nueva arquitectura financiera regional”.
La “Declaración de Viña del Mar”, suscrita al término de la reunión, reafirma la importancia de “tener una voz regional fuerte e influyente que permita reflejar el creciente peso de las economías emergentes en el desarrollo y la economía mundial”.
Asimismo, los latinoamericanos demandaron “representación equitativa en las instituciones financieras internacionales” y destacaron la importancia de “contar con una nueva arquitectura financiera que apoye preventivamente a las economías más vulnerables”.
Los ministros expresaron su preocupación por el llamado “precipicio fiscal” en Es tados Unidos, donde si no se alcanza un acuerdo político antes del próximo 31 de diciembre, se aplicarán recortes de gastos y aumentos de impuestos por valor de 600.000 millones de dólares.
Los ministros de Finanzas de la región también se mostraron inquietos por la situación en el Viejo Continente, “donde aún no se han disipado los problemas”, a pesar de la relativa calma de los mercados, de algunos avances en materia de unión bancaria y de un rol más activo del Banco Central Europeo.
A los ministros de Finanzas también les preocupa la situación de la economía china, para la que prevén una desaceleración gradual del crecimiento, que el año 2013 estará en torno al 7,5 al 8 por ciento.
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