Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) alista la aplicación de un sistema computarizado para evitar el contrabando de combustibles líquidos. La petrolera explicó ayer que el nuevo Sistema Centralizado de Ventas (Siceve) entrará en funcionamiento hoy, inicialmente en Cobija.
La gerencia nacional de Comercialización de YPFB explicó que el Siceve consta de un software diseñado por la empresa Nemetec y de tarjetas que utilizan tres tipos de control: código de barras, sello seco y sello corriente.
“El Sistema Centralizado de Ventas es una aplicación desarrollada para realizar el control en la venta de combustible en las estaciones de servicio de Cobija y su funcionamiento implica el registro de clientes y la emisión de una tarjeta con un código de barras que contiene toda la información personal del cliente así como los cupos de combustible que puede cargar, además de la periodicidad de entrega de los mismos”, dijo el gerente nacional de Comercializa ción, Guillermo Achá.
Indicó que al momento de una compra a cargo de un consumidor debidamente clasificado (particular, comercial, etc.), los datos serán inmediatamente compartidos entre las máquinas de los cuatro surtidores que funcionan en Cobija. La información será supervisada desde las oficinas de YPFB Casa Matriz en La Paz.
“El cliente que ha calificado para recibir una determinada cantidad de carburante líquido puede adquirir el cupo en compras aisladas de tal forma que el sistema le va restando del total hasta que consuma el último litro de su cupo mensual, sin posibilidades de poder comprar mayores excedentes”, indicó la estatal.
Para comprar combustible, los usuarios deben estar registrados en un padrón que era aplicado con el uso de tarjetas de cartulina que fueron fácilmente falsificadas. “Las tarjetas de cartulina fueron ‘clonadas’ (duplicadas o falsificadas) de tal manera que algunos consumidores podían adquirir doble, tri ple y hasta 10 veces más del cupo asignado”, explicó.Pa drón
Achá señaló que el empadronamiento de usuarios de combustibles líquidos en Cobija (transportistas, taxistas, mototaxistas, vehículos particulares y otros) fue efectuado en coordinación con el Comando Conjunto Amazónico desde al año pasado.
“Nuestra base de datos actualmente cuenta con más de 6 mil clientes”, explicó.
Bolivia pierde unos 150 millones de dólares al año debido al contrabando de combustibles líquidos que fuga por las ciudades fronterizas del país.
YPFB anunció que el Siceve se aplicará experimentalmente en Cobija y luego en otras ciudades fronterizas como Villazón, Yacuiba, Desaguadero, Puerto Suárez y Guayaramerín, entre otras, donde la actividad ilegal del contrabando de gasolina especial y diésel es común.
La gerencia nacional de Comercialización de YPFB explicó que el Siceve consta de un software diseñado por la empresa Nemetec y de tarjetas que utilizan tres tipos de control: código de barras, sello seco y sello corriente.
“El Sistema Centralizado de Ventas es una aplicación desarrollada para realizar el control en la venta de combustible en las estaciones de servicio de Cobija y su funcionamiento implica el registro de clientes y la emisión de una tarjeta con un código de barras que contiene toda la información personal del cliente así como los cupos de combustible que puede cargar, además de la periodicidad de entrega de los mismos”, dijo el gerente nacional de Comercializa ción, Guillermo Achá.
Indicó que al momento de una compra a cargo de un consumidor debidamente clasificado (particular, comercial, etc.), los datos serán inmediatamente compartidos entre las máquinas de los cuatro surtidores que funcionan en Cobija. La información será supervisada desde las oficinas de YPFB Casa Matriz en La Paz.
“El cliente que ha calificado para recibir una determinada cantidad de carburante líquido puede adquirir el cupo en compras aisladas de tal forma que el sistema le va restando del total hasta que consuma el último litro de su cupo mensual, sin posibilidades de poder comprar mayores excedentes”, indicó la estatal.
Para comprar combustible, los usuarios deben estar registrados en un padrón que era aplicado con el uso de tarjetas de cartulina que fueron fácilmente falsificadas. “Las tarjetas de cartulina fueron ‘clonadas’ (duplicadas o falsificadas) de tal manera que algunos consumidores podían adquirir doble, tri ple y hasta 10 veces más del cupo asignado”, explicó.Pa drón
Achá señaló que el empadronamiento de usuarios de combustibles líquidos en Cobija (transportistas, taxistas, mototaxistas, vehículos particulares y otros) fue efectuado en coordinación con el Comando Conjunto Amazónico desde al año pasado.
“Nuestra base de datos actualmente cuenta con más de 6 mil clientes”, explicó.
Bolivia pierde unos 150 millones de dólares al año debido al contrabando de combustibles líquidos que fuga por las ciudades fronterizas del país.
YPFB anunció que el Siceve se aplicará experimentalmente en Cobija y luego en otras ciudades fronterizas como Villazón, Yacuiba, Desaguadero, Puerto Suárez y Guayaramerín, entre otras, donde la actividad ilegal del contrabando de gasolina especial y diésel es común.
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