El déficit de cemento este año en el mercado boliviano será de 250 mil toneladas, y a poco de tiempo de entrar al segundo semestre de la gestión, las cementeras más grandes del país garantizan que podrán cubrir sólo el 50 por ciento del total.
Las principales industrias cementeras del país, Soboce y Coboce tomaron la previsión de importar este año 50 mil y 75.500 toneladas de clínker, respectivamente, cantidades que no son suficientes.
De acuerdo con cálculos de las cementeras, se precisan 220 mil toneladas de clínker para producir 250 mil toneladas de cemento.
El año pasado, la producción nacional de todas las cementeras del país bordeó la cifra de 2,5 millones de toneladas de cemento de construcción, de las cuales 730 mil toneladas fueron consumidas en Santa Cruz, 650 mil toneladas en La Paz y El Alto, 430 mil toneladas en Cochabamba y las restantes 790 mil toneladas en los departamentos de Oruro, Potosí, Chuquisaca, Tarija, Beni y Pando.
Se estima que este año la demanda del insumo de construcción podría ser de 2,8 millones de toneladas, es decir que en la presente gestión cada departamento consumirá entre un 12 y 15 por ciento más que en 2010.
En el caso de Coboce, el gerente general, Manuel Ramírez, informó que la importación de clínker demandará una inversión superior a los 11,3 millones de dólares y que ese costo no será incrementado al precio del cemento al consumidor final.
En tanto, Soboce anunció invertir 40 millones de dólares en varios proyectos para subir la producción del insumo.Previsión
Ante el posible desabastecimiento y encarecimiento de la bolsa de cemento, la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco) propone al Gobierno, a las industrias cementeras y a los trabajadores del sector concertar y lograr una solución al problema.
“¿Qué hacer para cubrir el otro 50 por ciento de déficit?”, se preguntó el presidente de Caboco, e indicó que la salida es concertar entre los principales se ctores vinculados a la construcción un plan de prevención que evite l a escasez, el ocultamiento, la especulación y la importación de cemento como ocurrió el año pasado.
Considerando que la mayor demanda de cemento se registra históricamente en la época de estiaje (entre junio y octubre), Ponce señaló que el plan de prevención debe contener un diagnóstico serio de la capacidad productiva de las industrias cementeras y de sus ampliaciones, garantizar la provisión de energía (gas natural y electricidad), cuantificar los requerimientos de la construcción privada y pública, y facilitar la importación de clinker.
Ponce agregó que las empresas cementeras Soboce de Viacha, Coboce de Irpa Irpa, Fancesa de Chuquisaca e Itacamba de Santa Cruz proyectan ampliar sus instalaciones en la perspectiva de incrementar entre un 25 y 50 por ciento su capacidad productiva.
Si la producción de cemento resulte insuficiente, el presidente de Caboco advirtió que se pondrá en riesgo un 10 por ciento de los 300 mil empleos directos que anualmente genera la const rucción, debido a que una buena cantidad de obras y proyectos no podrán ejecutarse.
Las principales industrias cementeras del país, Soboce y Coboce tomaron la previsión de importar este año 50 mil y 75.500 toneladas de clínker, respectivamente, cantidades que no son suficientes.
De acuerdo con cálculos de las cementeras, se precisan 220 mil toneladas de clínker para producir 250 mil toneladas de cemento.
El año pasado, la producción nacional de todas las cementeras del país bordeó la cifra de 2,5 millones de toneladas de cemento de construcción, de las cuales 730 mil toneladas fueron consumidas en Santa Cruz, 650 mil toneladas en La Paz y El Alto, 430 mil toneladas en Cochabamba y las restantes 790 mil toneladas en los departamentos de Oruro, Potosí, Chuquisaca, Tarija, Beni y Pando.
Se estima que este año la demanda del insumo de construcción podría ser de 2,8 millones de toneladas, es decir que en la presente gestión cada departamento consumirá entre un 12 y 15 por ciento más que en 2010.
En el caso de Coboce, el gerente general, Manuel Ramírez, informó que la importación de clínker demandará una inversión superior a los 11,3 millones de dólares y que ese costo no será incrementado al precio del cemento al consumidor final.
En tanto, Soboce anunció invertir 40 millones de dólares en varios proyectos para subir la producción del insumo.Previsión
Ante el posible desabastecimiento y encarecimiento de la bolsa de cemento, la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco) propone al Gobierno, a las industrias cementeras y a los trabajadores del sector concertar y lograr una solución al problema.
“¿Qué hacer para cubrir el otro 50 por ciento de déficit?”, se preguntó el presidente de Caboco, e indicó que la salida es concertar entre los principales se ctores vinculados a la construcción un plan de prevención que evite l a escasez, el ocultamiento, la especulación y la importación de cemento como ocurrió el año pasado.
Considerando que la mayor demanda de cemento se registra históricamente en la época de estiaje (entre junio y octubre), Ponce señaló que el plan de prevención debe contener un diagnóstico serio de la capacidad productiva de las industrias cementeras y de sus ampliaciones, garantizar la provisión de energía (gas natural y electricidad), cuantificar los requerimientos de la construcción privada y pública, y facilitar la importación de clinker.
Ponce agregó que las empresas cementeras Soboce de Viacha, Coboce de Irpa Irpa, Fancesa de Chuquisaca e Itacamba de Santa Cruz proyectan ampliar sus instalaciones en la perspectiva de incrementar entre un 25 y 50 por ciento su capacidad productiva.
Si la producción de cemento resulte insuficiente, el presidente de Caboco advirtió que se pondrá en riesgo un 10 por ciento de los 300 mil empleos directos que anualmente genera la const rucción, debido a que una buena cantidad de obras y proyectos no podrán ejecutarse.
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