Entre 2006 y 2011, Bolivia recibió más de $us 36 mil millones por exportaciones —cifra superior a la de los 25 años anteriores—, pero en igual lapso gastó más de 28 mil millones (78 por ciento de los ingresos por ventas) importando productos extranjeros ante una industria nacional débil que refleja un modelo económico aún extractivista, indicó el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) en una evaluación al cierre de esta gestión.
La entidad destacó en el análisis que con políticas públicas adecuadas para las exportaciones no tradicionales y, por lo tanto, para la producción con valor agregado, la economía boliviana hubiera generado 7 mil millones de dólares adicionales en el período 2006-2011, llevando al Producto Interno Bruto (PIB) a crecer un 6,6 por ciento en promedio en vez de la media actual del 4,66 por ciento.
El IBCE explicó que ese crecimiento económico promedio de Bolivia se debió en los últimos años principalmente a la favorable coyuntura de precios internacionales para las materias primas que exporta el país —hidrocarburos y minerales— lo que ha permitido a su vez alcanzar niveles históricos de recaudaciones por tales actividades productivas vinculadas a los mercados externos, y, con ello, una mayor capacidad de gasto público, en muchos casos a través de políticas sociales.
El miércoles pasado, en una presentación, el ministro de Economía, Luis Arce, aseguró que el sector de hidrocarburos no es tan importante como el mercado interno en el crecimiento económico boliviano.
El presidente del IBCE, Wilfredo Rojo, coincidió en que la demanda interna es dinámica, pero gracias a la importante renta gasífera, regalías e impuestos en la producción de gas y minería.Oportunidad
Para Rojo, “con adecuadas políticas para el sector productivo privado nacional y extranjero, incentivando la inversión, con mercados garantizados, aprovechando la excelente coyuntura de precios, incrementando la producción agrícola en función de la crisis alimentaria mundial, cuidando que no se pierda el acceso preferencial para la oferta exportable con valor agregado, el PIB pudo haber sido mayor, y mayor la generación de empleo”.
Señaló que si en vez de prohibiciones o restricciones se hubiera apoyado a las Exportaciones No Tradicionales (ENT), el PIB no crecería al 5 por ciento como se espera para el cierre del 2011 —pese a que hasta septiembre era del 4,98 por ciento—, sino a 8 por ciento, y el PIB hubiera sido de 25 mil millones de dólares.
El Presidente del IBCE agregó que se perdió la oportunidad de crecer cualitativamente.
La entidad destacó en el análisis que con políticas públicas adecuadas para las exportaciones no tradicionales y, por lo tanto, para la producción con valor agregado, la economía boliviana hubiera generado 7 mil millones de dólares adicionales en el período 2006-2011, llevando al Producto Interno Bruto (PIB) a crecer un 6,6 por ciento en promedio en vez de la media actual del 4,66 por ciento.
El IBCE explicó que ese crecimiento económico promedio de Bolivia se debió en los últimos años principalmente a la favorable coyuntura de precios internacionales para las materias primas que exporta el país —hidrocarburos y minerales— lo que ha permitido a su vez alcanzar niveles históricos de recaudaciones por tales actividades productivas vinculadas a los mercados externos, y, con ello, una mayor capacidad de gasto público, en muchos casos a través de políticas sociales.
El miércoles pasado, en una presentación, el ministro de Economía, Luis Arce, aseguró que el sector de hidrocarburos no es tan importante como el mercado interno en el crecimiento económico boliviano.
El presidente del IBCE, Wilfredo Rojo, coincidió en que la demanda interna es dinámica, pero gracias a la importante renta gasífera, regalías e impuestos en la producción de gas y minería.Oportunidad
Para Rojo, “con adecuadas políticas para el sector productivo privado nacional y extranjero, incentivando la inversión, con mercados garantizados, aprovechando la excelente coyuntura de precios, incrementando la producción agrícola en función de la crisis alimentaria mundial, cuidando que no se pierda el acceso preferencial para la oferta exportable con valor agregado, el PIB pudo haber sido mayor, y mayor la generación de empleo”.
Señaló que si en vez de prohibiciones o restricciones se hubiera apoyado a las Exportaciones No Tradicionales (ENT), el PIB no crecería al 5 por ciento como se espera para el cierre del 2011 —pese a que hasta septiembre era del 4,98 por ciento—, sino a 8 por ciento, y el PIB hubiera sido de 25 mil millones de dólares.
El Presidente del IBCE agregó que se perdió la oportunidad de crecer cualitativamente.
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