Marsella,Francia | El plan franco-alemán para sacar del atolladero a la zona euro fue matizado ayer por otros líderes del Partido Popular Europeo (PPE), mientras sus autores, Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, subrayaron la falta de alternativa y la urgencia inaplazable de tomar decisiones.
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, ha insistido a su llegada a la cumbre europea que buscará una solución a la crisis del euro que proteja "los intereses del Reino Unido", pero que está dispuesto a proteger los intereses de la City, el poderoso distrito financiero de Londres.
En su línea habitual de dramatización, el presidente francés afirmó en la sesión de clausura del congreso del PPE en Marsella que "Europa se enfrenta a una situación extremadamente peligrosa", que "el riesgo de explosión (de la zona euro) nunca ha sido tan grande" y que si mañana no hay acuerdo en el Consejo Europeo de Bruselas "no habrá una segunda oportunidad".
Sarkozy, que estableci ó un diagnóstico de los "graves errores" cometidos en la concepción de la zona euro, señaló que "las conclusiones son simples: más solidaridad y más disciplina de la zona euro" y todo eso hay que decidirlo "enseguida" para que sea eficaz. En resumen, "tenemos unas semanas para decidir, porque el tiempo trabaja contra nosotros".
Sabedor de las reticencias que genera, justificó que el dispositivo lo diseñara solo con Merkel, porque, explicó, sin un acuerdo entre estos dos países que tanto se hicieron la guerra en el pasado, "un compromiso sería imposible" en el conjunto de la UE.
Merkel instó a los otros países de la UE a dejar de defender "egoísmos nacionales", defendió el trabajo conjunto de Alemania y Francia para encontrar soluciones, pero recalcando que luego son todos los miembros los que tienen que actuar coordinadamente para dejar atrás la crisis.
La canciller alemana afirmó que "Europa no puede pararse", hizo un llamamiento a "vencer el terror de la constru cción europea" y al trabajo conjunto no sólo del Consejo Europeo, sin o también de la Comisión, del Parlamento Europeo y de otras instituciones comunitarias.
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, ha insistido a su llegada a la cumbre europea que buscará una solución a la crisis del euro que proteja "los intereses del Reino Unido", pero que está dispuesto a proteger los intereses de la City, el poderoso distrito financiero de Londres.
En su línea habitual de dramatización, el presidente francés afirmó en la sesión de clausura del congreso del PPE en Marsella que "Europa se enfrenta a una situación extremadamente peligrosa", que "el riesgo de explosión (de la zona euro) nunca ha sido tan grande" y que si mañana no hay acuerdo en el Consejo Europeo de Bruselas "no habrá una segunda oportunidad".
Sarkozy, que estableci ó un diagnóstico de los "graves errores" cometidos en la concepción de la zona euro, señaló que "las conclusiones son simples: más solidaridad y más disciplina de la zona euro" y todo eso hay que decidirlo "enseguida" para que sea eficaz. En resumen, "tenemos unas semanas para decidir, porque el tiempo trabaja contra nosotros".
Sabedor de las reticencias que genera, justificó que el dispositivo lo diseñara solo con Merkel, porque, explicó, sin un acuerdo entre estos dos países que tanto se hicieron la guerra en el pasado, "un compromiso sería imposible" en el conjunto de la UE.
Merkel instó a los otros países de la UE a dejar de defender "egoísmos nacionales", defendió el trabajo conjunto de Alemania y Francia para encontrar soluciones, pero recalcando que luego son todos los miembros los que tienen que actuar coordinadamente para dejar atrás la crisis.
La canciller alemana afirmó que "Europa no puede pararse", hizo un llamamiento a "vencer el terror de la constru cción europea" y al trabajo conjunto no sólo del Consejo Europeo, sin o también de la Comisión, del Parlamento Europeo y de otras instituciones comunitarias.
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