Atraídos por las condiciones de trabajo, campamentos laborales con todos los servicios básicos y buenos salarios que incluyen alimentación, miles de obreros y trabajadores con experiencia laborar en construcciones y prendas de vestir están cruzando la frontera boliviana con Brasil todas las semanas.
Debido a que con motivo de celebrarse el campeonato mundial de fútbol en ese país en 2014, los sectores de las confecciones y construcción de Brasil están trabajando contra el tiempo para vestir a miles de fanáticos y construir infraestructura deportiva, 12 estadios con capacidad promedio de 30 mil espectadores.
Corren contra el tiempo porque muchos de estos sitios deben estar concluidos pronto.
“Sabemos que están pagando entre 400 y 450 dólares mensuales. Aquí, por más de 10 a 12 horas ganamos apenas entre 200 y 250 dólares, incluidos domingos y feriados. Por eso muchos compañeros y sus familias se están yendo a Río de Janeiro y Sao Paulo para trabajar”, dic e Dámaso Camacho, confeccionista en Cerro Verde.
El ejecutivo de la CTCB, Jesús Acosta, señala que los albañiles bolivianos que están emigrando a Brasil no pagan alquiler, viven en campamentos modernos, con alimentación, seguro médico, seguridad industrial y ropa de trabajo, incluidos. “Un maestro albañil llegarían a ganar hasta 240 bolivianos por jornada laboral, es decir tres veces más que en Bolivia”, dice.
Debido a que con motivo de celebrarse el campeonato mundial de fútbol en ese país en 2014, los sectores de las confecciones y construcción de Brasil están trabajando contra el tiempo para vestir a miles de fanáticos y construir infraestructura deportiva, 12 estadios con capacidad promedio de 30 mil espectadores.
Corren contra el tiempo porque muchos de estos sitios deben estar concluidos pronto.
“Sabemos que están pagando entre 400 y 450 dólares mensuales. Aquí, por más de 10 a 12 horas ganamos apenas entre 200 y 250 dólares, incluidos domingos y feriados. Por eso muchos compañeros y sus familias se están yendo a Río de Janeiro y Sao Paulo para trabajar”, dic e Dámaso Camacho, confeccionista en Cerro Verde.
El ejecutivo de la CTCB, Jesús Acosta, señala que los albañiles bolivianos que están emigrando a Brasil no pagan alquiler, viven en campamentos modernos, con alimentación, seguro médico, seguridad industrial y ropa de trabajo, incluidos. “Un maestro albañil llegarían a ganar hasta 240 bolivianos por jornada laboral, es decir tres veces más que en Bolivia”, dice.
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