La Paz |Con el propósito de ganar competitividad por el avasallamiento de productos chinos, los exportadores plantean flexibilizar las normas laborales para administrar en otros términos como por ejemplo permitir el trabajo temporal, por horas y reponer la subcontratación.
"Tienen que venir incentivos tributarios y otros mecanismos para ir generando un crecimiento sostenido basado en una industrialización, donde el Ministerio de Trabajo cumpla un rol de árbitro y no a favor de nadie, sino simple y llanamente lo que corresponde se aplique y eso no necesariamente implica renunciar a los beneficios adquiridos, sino administrarlos en otros términos, por ejemplo permitir que haya un trabajo temporal, trabajo por horas, la subcontratación", afirmó Guillermo Pou Mont, vicepresidente de la Cámara de Exportadores de La Paz (Camex).
En su argumentación, da cuenta que es un secreto a voces que la manufactura china ha invadido los mercados locales y con ello han relegado a los productos nacionales elevando sus costos de producción y volviéndolos inviables. Pou Mont manifestó que "muchas veces la ley laboral es aplicada de tal manera que, en el absurdo, impide vinculaciones legítimas laborales.
Por ejemplo, el empleo temporal, diferentes figuras de subcontratación, trabajo en red y el mismo derecho que puede tener un ciudadano en decir, finalmente, ‘Yo prefiero tener un sueldo cada mes aunque sea sin beneficios’. O ese tipo de cosas que la misma ley boliviana dice que establece que son derechos irrenunciables". Sin embargo, señaló que se trata de "un tema que hay que discutirlo con cuidado y con mucho detalle".
"De hecho, hay que apuntar a normas que sean menos restrictivas. Que permitan a los trabajadores y empleadores vincularse sobre la realidad de los procesos de producción. A veces el empleo es estacional, temporal, por horas, temas de subcontratación y otra serie de cosas que, bajo la norma actual y la actitud misma del Ministerio de Trabajo, a veces ya se vuelven problemas y es muy difíc il hacer", lamentó Pou Mont.
Otro aspecto observado es que los derechos laborales que son favorables a los trabajadores inevitablemente elevan los costos de producción y, por consiguiente, resta competitividad a los productos finales.
"Como una problemática que genera un riesgo para la empresa o para quien está desarrollando la actividad productiva, entonces prefiere no desarrollarla porque le sale más caro tener después problemas legales", explicó el Vicepresidente de la Camex.
Comparó lo sucedido en España, donde las medidas eran ampliamente favorables a los trabajadores y eran medidas restrictivas que están en retroceso, debido al elevado porcentaje de desempleo que llega a un 23 por ciento.
"Tienen que venir incentivos tributarios y otros mecanismos para ir generando un crecimiento sostenido basado en una industrialización, donde el Ministerio de Trabajo cumpla un rol de árbitro y no a favor de nadie, sino simple y llanamente lo que corresponde se aplique y eso no necesariamente implica renunciar a los beneficios adquiridos, sino administrarlos en otros términos, por ejemplo permitir que haya un trabajo temporal, trabajo por horas, la subcontratación", afirmó Guillermo Pou Mont, vicepresidente de la Cámara de Exportadores de La Paz (Camex).
En su argumentación, da cuenta que es un secreto a voces que la manufactura china ha invadido los mercados locales y con ello han relegado a los productos nacionales elevando sus costos de producción y volviéndolos inviables. Pou Mont manifestó que "muchas veces la ley laboral es aplicada de tal manera que, en el absurdo, impide vinculaciones legítimas laborales.
Por ejemplo, el empleo temporal, diferentes figuras de subcontratación, trabajo en red y el mismo derecho que puede tener un ciudadano en decir, finalmente, ‘Yo prefiero tener un sueldo cada mes aunque sea sin beneficios’. O ese tipo de cosas que la misma ley boliviana dice que establece que son derechos irrenunciables". Sin embargo, señaló que se trata de "un tema que hay que discutirlo con cuidado y con mucho detalle".
"De hecho, hay que apuntar a normas que sean menos restrictivas. Que permitan a los trabajadores y empleadores vincularse sobre la realidad de los procesos de producción. A veces el empleo es estacional, temporal, por horas, temas de subcontratación y otra serie de cosas que, bajo la norma actual y la actitud misma del Ministerio de Trabajo, a veces ya se vuelven problemas y es muy difíc il hacer", lamentó Pou Mont.
Otro aspecto observado es que los derechos laborales que son favorables a los trabajadores inevitablemente elevan los costos de producción y, por consiguiente, resta competitividad a los productos finales.
"Como una problemática que genera un riesgo para la empresa o para quien está desarrollando la actividad productiva, entonces prefiere no desarrollarla porque le sale más caro tener después problemas legales", explicó el Vicepresidente de la Camex.
Comparó lo sucedido en España, donde las medidas eran ampliamente favorables a los trabajadores y eran medidas restrictivas que están en retroceso, debido al elevado porcentaje de desempleo que llega a un 23 por ciento.
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