Un 95 por ciento de las organizaciones sindicales de Cochabamba presentó pliegos petitorios a sus empleadores y aproximadamente un 50 por ciento inició negociaciones para lograr un incremento salarial de hasta el 30 por ciento, informó la Federación de Trabajadores Fabriles del departamento.
El secretario ejecutivo de la organización, Mario Céspedes, dijo que al margen de las negociaciones de la Central Obrera Boliviana (COB) con el Gobierno, los trabajadores determinaron comenzar a negociar con los empresarios y agregó que en muchos casos hay predisposición de subir los sueldos en los porcentajes demandados.
“También hay otras empresas, sabemos cuales (son), que dicen todos los años que están en terapia intensiva, que no tienen ganancias, pero acaba el proceso de negociaciones y hacen fuertes inversiones”, indicó el dirigente.
Los fabriles de Cochabamba ratificaron su rechazo al anuncio del Gobierno de definir, en reuniones tripartitas —Ejecutivo, empresarios y sindicatos—, el porcentaje base de incremento salarial de 2012.
“Lo único que queremos es concluir satisfactoriamente las negociaciones con las empresas. Que el Gobierno haga lo propio con los dependientes del TGN”, agregó.
Plazo
Céspedes también informó que la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba otorgó un plazo de ocho días laborables al Gobierno, a partir del pasado viernes, para recibir una respuesta favorable a la demanda de negociar un incremento de sueldos y salarios sobre la base de la canasta familiar de 8.300 bolivianos y elevar de 815 hasta 1.500 bolivianos el salario mínimo nacional.
El dirigente señaló que si el Gobierno no atiende favorablemente los principales puntos del pliego, la Confederación de Trabajadores Fabriles solicitará en un ampliado nacional a la COB determinar orgánicamente las medidas de protesta.
“1.500 de salario mínimo no es un planteamiento nuevo ni exagerado, tomando en cuent a que se trata de una promesa hecha por el presidente Evo Morales en 2006”, recordó Céspedes.
El secretario ejecutivo de la organización, Mario Céspedes, dijo que al margen de las negociaciones de la Central Obrera Boliviana (COB) con el Gobierno, los trabajadores determinaron comenzar a negociar con los empresarios y agregó que en muchos casos hay predisposición de subir los sueldos en los porcentajes demandados.
“También hay otras empresas, sabemos cuales (son), que dicen todos los años que están en terapia intensiva, que no tienen ganancias, pero acaba el proceso de negociaciones y hacen fuertes inversiones”, indicó el dirigente.
Los fabriles de Cochabamba ratificaron su rechazo al anuncio del Gobierno de definir, en reuniones tripartitas —Ejecutivo, empresarios y sindicatos—, el porcentaje base de incremento salarial de 2012.
“Lo único que queremos es concluir satisfactoriamente las negociaciones con las empresas. Que el Gobierno haga lo propio con los dependientes del TGN”, agregó.
Plazo
Céspedes también informó que la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba otorgó un plazo de ocho días laborables al Gobierno, a partir del pasado viernes, para recibir una respuesta favorable a la demanda de negociar un incremento de sueldos y salarios sobre la base de la canasta familiar de 8.300 bolivianos y elevar de 815 hasta 1.500 bolivianos el salario mínimo nacional.
El dirigente señaló que si el Gobierno no atiende favorablemente los principales puntos del pliego, la Confederación de Trabajadores Fabriles solicitará en un ampliado nacional a la COB determinar orgánicamente las medidas de protesta.
“1.500 de salario mínimo no es un planteamiento nuevo ni exagerado, tomando en cuent a que se trata de una promesa hecha por el presidente Evo Morales en 2006”, recordó Céspedes.
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