El Gobierno boliviano tiene en frente a los indígenas que conforman el Territorio Indígena del Parque Isiboro Sécure (Tipnis) que se oponen a la construcción de una carretera que unirá Villa Tunari con San Ignacio de Moxos, ubicado en los departamentos de Cochabamba con Beni.
Los indígenas que pueblan estos territorios están divididos; los del Tipnis que se oponen a la construcción de la vía argumentando que se destrozará el medio ambiente, y el Consejo Nacional de Indígenas del Sur (Conisur) que quieren la carretera para mejorar su modo de vida con la implementación de escuelas y postas médicas.
El 24 de octubre de 2011, el presidente Evo Morales promulgó la Ley 180 que suspende la construcción del tramo II por el Tipnis, además de declarar a este territorio como intangible.
El 10 de febrero de 2012, el mandatario promulgó la Ley 222 que autoriza la consulta previa para aceptar, o, rechazar la construcción del tramo carretero por el Tipnis.
Por otra parte, el Gob ierno también tiene principales proyectos hidroeléctricos que están en Cachuela Esperanza, el Bala, Rositas, San José y Miguillas, y la geotermia en la Laguna Colorada, en el sur del país.
Uno de los más importantes proyectos está en el río Beni, en el tramo conocido como el estrecho del Bala, que se encuentra 16 kilómetros aguas arriba de las poblaciones de San Buenaventura y Rurrenabaque, pertenecientes a las provincias Abel Iturralde (La Paz) y General Ballivián (Beni), señala el diario página siete.
La zona tiene una gran riqueza ambiental, especialmente por la presencia del Madidi, considerado el parque nacional más biodiverso del mundo. Los ambientalistas creen que la planta hidroeléctrica afectaría gravemente el equilibrio ecológico y la flora y fauna del parque.
La central hidroeléctrica aprovecharía el caudal de agua del río Beni, que tiene una pendiente moderada.
Esta central, una vez construida, sería la fuente de energía más grande del país, con una p otencia instalada del orden de los 1.600 megavatios, más que el doble de la potencia instalada de todo Bolivia.
Los indígenas que pueblan estos territorios están divididos; los del Tipnis que se oponen a la construcción de la vía argumentando que se destrozará el medio ambiente, y el Consejo Nacional de Indígenas del Sur (Conisur) que quieren la carretera para mejorar su modo de vida con la implementación de escuelas y postas médicas.
El 24 de octubre de 2011, el presidente Evo Morales promulgó la Ley 180 que suspende la construcción del tramo II por el Tipnis, además de declarar a este territorio como intangible.
El 10 de febrero de 2012, el mandatario promulgó la Ley 222 que autoriza la consulta previa para aceptar, o, rechazar la construcción del tramo carretero por el Tipnis.
Por otra parte, el Gob ierno también tiene principales proyectos hidroeléctricos que están en Cachuela Esperanza, el Bala, Rositas, San José y Miguillas, y la geotermia en la Laguna Colorada, en el sur del país.
Uno de los más importantes proyectos está en el río Beni, en el tramo conocido como el estrecho del Bala, que se encuentra 16 kilómetros aguas arriba de las poblaciones de San Buenaventura y Rurrenabaque, pertenecientes a las provincias Abel Iturralde (La Paz) y General Ballivián (Beni), señala el diario página siete.
La zona tiene una gran riqueza ambiental, especialmente por la presencia del Madidi, considerado el parque nacional más biodiverso del mundo. Los ambientalistas creen que la planta hidroeléctrica afectaría gravemente el equilibrio ecológico y la flora y fauna del parque.
La central hidroeléctrica aprovecharía el caudal de agua del río Beni, que tiene una pendiente moderada.
Esta central, una vez construida, sería la fuente de energía más grande del país, con una p otencia instalada del orden de los 1.600 megavatios, más que el doble de la potencia instalada de todo Bolivia.
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