La exploración petrolera en el trópico avanza lento

domingo, 24 de julio de 2011

De las nueve áreas que se prevé serán exploradas en el trópico de Cochabamba, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), a través de su filial YPFB Chaco, comienza con la etapa de perforación en los pozos Chimoré 2B y Carrasco X1.
Los otros proyectos tropiezan con trámites largos para conseguir las fichas ambientales, retrasando el inicio de los trabajos, explica el director de la Unidad de Hidrocarburos de la Gobernación de Cochabamba, Cristian Torrico.
Agrega que otra de las dificultades que afronta la estatal petrolera para dar inicio a las tareas de exploración  es la aceptación de las comunidades que están asentadas en las zonas que tienen potencial hidrocarburífero.
Torrico indica que para finales de este mes se tiene contemplado instalar el campamento en Chimoré 2B para iniciar las tareas de perforación, en Carrasco X1 las labores ya comenzaron.
YPFB Corporación planificó invertir en Cochabamba 144,8 millones de dólares en actividades d e exploración, explotación, transporte, refinación y redes de gas, de los cuales 18,3 millones están destinados para actividades de exploración. Sin embargo, YPFB Chaco tiene en su presupuesto y ya ejecuta por su parte unos 35 millones de dólares dispuestos para el trabajo en los pozos Chimoré 2B y Carrasco X1.
El director de la Unidad de Hidrocarburos de la Gobernación señala que para tener certeza exacta sobre la existencia de posibles yacimientos petrolíferos, tanto en Chimoré 2B como en Carrasco X1, ambos ubicados en el trópico, deberán perforar hasta 4 mil metros de profundidad.

Resultados
Con la perforación de los dos pozos se espera poder determinar cuánto de reservas de gas natural, petróleo crudo, condensado y GLP podría haber en los yacimientos para luego proseguir con el proceso de explotación de los recursos.
“Existen otros métodos como el radiograma sísmico para determinar si en una zona existen reservorios de hidrocarburos, estos métodos t ienen sólo un 80 por ciento de efectividad, la perforación te da un 1 00 por ciento de seguridad”, explica Torrico.
En Cochabamba, YPFB prevé la exploración en una superficie de 1.295.384 kilómetros en las áreas reservas Sécure, Chipana y Ichimuni, Isirzasama, Manco Kápac, San Miguel, Litoral, Ivirza y el Choré.
De acuerdo con las tasas de éxito exploratorio que maneja el Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), los riesgos de buscar petróleo o áreas de reservorio de hidrocarburos en el país no son elevados pues se tiene un 52 por ciento de éxito exploratorio, es decir, que de cada 10 pozos explorados cinco son exitosos; Argentina tiene un 56 por ciento de éxito.
El Cedib dice también que internacionalmente una industria petrolera es competitiva si por cada 10 pozos que perfora uno es exitoso.
Torrico sostiene que existen enormes expectativas por las exploraciones tanto en los dos campos donde se comenzarán con las perforaciones, como en los restantes siete.
Explotación comenzaría recién en cinco o 10 años
Si hay buenos resultados de las exploraciones emprendidas por YPFB, se deberá aguardar de entre cinco a 10 años para que en las áreas potenciales se comiencen a explotar las reservas encontradas, por lo tanto, se trata de un proceso a largo plazo.
“Con esto estamos pensando que de aquí a unos cinco o 10 años volvería a reactivar todo su aparato productivo en lo que significa petróleo y gas”, explica Torrico.
Desde hace varios años, Cochabamba sufre una disminución en cuanto a sus reservorios de hidrocarburos en especial de petróleo crudo con una caída de un 75 por ciento.
Las nuevas exploraciones apuntan a descubrir nuevos pozos en la región para darle nuevamente la vocación petrolera al departamento.
Sin embargo, la disminución de la producción de hidrocarburos ya repercute de forma directa en la disminución de las regalías provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) que afectan la ejecución de obras encaradas por el gobierno depa rtamental.

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