YPFB prioriza la distribución

domingo, 3 de julio de 2011

Otros de los grandes retos de Bolivia en el sector de hidrocarburos es la inversión en infraestructura de transporte para atender el crecimiento del mercado interno y a clientes externos.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que acaba de inaugurar el Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA) –el segundo en envergadura después del ducto a Brasil--, tiene al menos seis grandes proyectos de transporte, dos de los cuales están previstos para este año.
El gasoducto Villazón-Tupiza-Atocha-Uyuni, la ampliación del ducto Villamontes –Tarija, un propanoducto, el gasoducto Urupabol, un sistema de transporte de Gas Natural Licuado (GNL) y redes de ductos internos están  en carpeta.
La ejecución de la segunda fase del GIJA dará paso a la construcción de la planta de separación de líquidos de Gran Chaco y después al propanoducto.
Tras la apertura de válvulas del gasoducto Juana Azurduy el jueves, en la región de Cañón Oculto – La Cercada e n Yacuiba, el presidente de YPFB Transporte, Christian Inchauste, explicó que la petrolera estatal inmediatamente comenzará a trabajar en el diseño y construcción de una estación de compresión para el GIJA que va a permitir duplicar la capacidad de envío de 11,1 millones de metros cúbicos día (MMmcd) de gas hasta 27,7 MMmcd.
“La coronación de este proyecto va a ser la construcción de una planta de separación de líquidos que va estar en 2014 que va permitir que Bolivia deje de importar GLP y seamos exportadores de Gas Licuado de Petróleo. YPFB Transporte está haciendo estudios de conceptualización para hacer un nuevo ducto que puede ser un propanoducto probablemente a Argentina u otro que quizás vaya hasta Brasil”, indicó.

GNL
Otro de los grandes proyectos para exportación y el mercado interno es el de Gas Natural Licuado (GNL) que consiste en la construcción de una planta de licuefacción, tanques de  almacenamiento y regasificación, y un sistema de t ransporte por camiones cisterna para transportar el gas natural en fo rma líquida.
Inchauste dijo que este emprendimiento es a largo plazo, probablemente entre 2015 y 2020, e indicó que requiere estudios muy detallados.
“Es un mercado potencial (el del GNL) muy grande. Con el terremoto de Japón ha cambiado todo porque hay alta demanda en el Pacífico y es un mercado que tenemos que estudiar para una horizonte más largo porque se trata de un proyecto mucho más costoso”, agregó.
Para el mercado externo, también se habla de la construcción del gasoducto de integración Uruguay-Paraguay-Bolivia (Urupabol).
Se trata de una obra muy ambiciosa. Recientemente se anunció un encuentro de técnicos de los tres gobiernos, el próximo 11 de julio, en Santa Cruz para avanzar en la segunda fase de estudios.

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