Ante las diversas versiones sobre la situación técnica y económica de la termoeléctrica de Guaracachi, los analistas Carlos Miranda y Álvaro Ríos pidieron al Gobierno dejar de hacer política con el tema y comenzar a impulsar esta planta y diseñar políticas a largo plazo para satisfacer la creciente demanda de energía eléctrica.
Los analistas llegaron a esta conclusión después de que el presidente Evo Morales admitió que es inminente la crisis energética en Bolivia y que “Guaracachi está en quiebra”, aunque echó la culpa de eso al proceso de capitalización de las empresas de energía eléctrica, impulsado por el gobierno del MNR.
“Lastimosamente lo que fue la nacionalización de las empresas eléctricas, entre éstas Guaracachi (que aportaba con 80 megavatios por día), tuvo una visión de corto plazo. Es decir, tener un caudal de votos y generar un poco de nacionalismo; antes que una visión de largo plazo que implica un proceso de evaluación gradual con las e mpresas eléctricas para, tal vez, tener mucha más presencia que las empresas privadas”, dijo Ríos.
“No sé si Guaracachi está en quiebra o no… puede ser (…), pero el punto importante es que, esté o no esté en quiebra, la planta de Guaracachi tiene que seguir funcionando, generando energía, porque se trata de un servicio público que no puede interrumpir así nomás”, dijo, por su parte, Miranda.
Ríos también consideró que es muy difícil atribuir o afirmar quién tiene cualquier responsabilidad para que esta planta no pueda ponerse en marcha. “La crítica que podemos hacerle al Gobierno, en este momento, es haber hecho una nacionalización con un objetivo político de corto plazo, antes que ver un objeto económico de abastecimiento de largo plazo”, dijo.
“En todo caso, es de esperar que las inversiones acompañen la demanda de energía eléctrica y que además se resuelva el problema de Guaracachi”, concluyó.
Según Miran da, aunque Guaracachi fuera privada, no puede declarársele en quiebra porque la ley preveía que en caso de que una compañía de servicio público esté en esta situación, el Estado interviene y sigue funcionando. En caso de ser una empresa pública, como es ahora por haber sido nacionalizada, “esté o no en quiebra, el Gobierno tiene que mantenerla para que Guaracachi siga generando electricidad”, completó Miranda.
Ahora, según Ríos, conviene advertir que la crisis energética se va a dar bajo dos condiciones: la primera, que alguna de las máquinas que están en funcionamiento tenga un pequeño desperfecto. La otra condición es que en La Paz siga el frío y en Santa Cruz se eleven las temperaturas afectando las turbinas en Guaracachi o en Chapare.
Los analistas llegaron a esta conclusión después de que el presidente Evo Morales admitió que es inminente la crisis energética en Bolivia y que “Guaracachi está en quiebra”, aunque echó la culpa de eso al proceso de capitalización de las empresas de energía eléctrica, impulsado por el gobierno del MNR.
“Lastimosamente lo que fue la nacionalización de las empresas eléctricas, entre éstas Guaracachi (que aportaba con 80 megavatios por día), tuvo una visión de corto plazo. Es decir, tener un caudal de votos y generar un poco de nacionalismo; antes que una visión de largo plazo que implica un proceso de evaluación gradual con las e mpresas eléctricas para, tal vez, tener mucha más presencia que las empresas privadas”, dijo Ríos.
“No sé si Guaracachi está en quiebra o no… puede ser (…), pero el punto importante es que, esté o no esté en quiebra, la planta de Guaracachi tiene que seguir funcionando, generando energía, porque se trata de un servicio público que no puede interrumpir así nomás”, dijo, por su parte, Miranda.
Ríos también consideró que es muy difícil atribuir o afirmar quién tiene cualquier responsabilidad para que esta planta no pueda ponerse en marcha. “La crítica que podemos hacerle al Gobierno, en este momento, es haber hecho una nacionalización con un objetivo político de corto plazo, antes que ver un objeto económico de abastecimiento de largo plazo”, dijo.
“En todo caso, es de esperar que las inversiones acompañen la demanda de energía eléctrica y que además se resuelva el problema de Guaracachi”, concluyó.
Según Miran da, aunque Guaracachi fuera privada, no puede declarársele en quiebra porque la ley preveía que en caso de que una compañía de servicio público esté en esta situación, el Estado interviene y sigue funcionando. En caso de ser una empresa pública, como es ahora por haber sido nacionalizada, “esté o no en quiebra, el Gobierno tiene que mantenerla para que Guaracachi siga generando electricidad”, completó Miranda.
Ahora, según Ríos, conviene advertir que la crisis energética se va a dar bajo dos condiciones: la primera, que alguna de las máquinas que están en funcionamiento tenga un pequeño desperfecto. La otra condición es que en La Paz siga el frío y en Santa Cruz se eleven las temperaturas afectando las turbinas en Guaracachi o en Chapare.
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