Unos 32,6 litros por persona al año es la cantidad de cerveza que la población boliviana consume, de acuerdo con el estudio del economista Gonzalo Chávez y la firma Ernst & Young, elaborado por requerimiento de la Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza (Caboface) y presentado recientemente en la ciudad de La Paz por los directivos de la entidad.
La investigación indica que, además, la cerveza no sólo es la bebida preferida de las fiestas sino que detrás de ella hay todo un negocio que genera más de 30 mil empleos directos, indirectos e inducidos en el país; aporta con más de 180 millones de dólares por impuestos al Estado; incluye una cadena productiva que favorece a cientos de familias de más de 50 rubros; y da dinamismo a la economía interna del país.
“La cadena de la cerveza está vinculada a la agricultura con la malta, a varias industrias con las botellas, el cartón, la hojalata, el plástico, y a equipos de almacenamiento y cadenas de distribución. También mueve el marketing, la industria creativa e incluso el turismo con los eventos regionales. Toda esta cadena apuesta al mercado interno, parecido en cierta medida a la construcción, que la convierten en un verdadero cluster”, explicó Chávez.Consumo y producción
En el consumo de cerveza per cápita, Bolivia se ubica por debajo de Alemania (113 litros por persona al año), Venezuela (95), España (82) Brasil (58), Argentina (41,4) y sobre Uruguay (27).
La producción de cerveza en Bolivia es de 3,4 millones de hectolitros al año y la demanda de la “rubia” alcanzó a 3,3 millones de hectolitros. Un hectolitro equivale a 100 litros.
“Entre amigos suele decirse que en Bolivia se bebe mucho, sin embargo, no es tanto así, estamos ahí nomas (…) Hay que considerar que en los años pares, por ejemplo, sobre todo en el mundo andino, se hace más fiestas y se consume más. Hay una carga cultural fuerte en el consumo” indicó Chávez.
En Bol ivia, la dinámica económica interna es interesante y es en este conte xto que el negocio de la cerveza se mueve y gana terreno. “Es interesante ver, por ejemplo, cómo en los 80 La Paz tenía unas cinco a seis salas de cine y hoy hay más de 40. Entonces, eso habla del gasto que hay en el entretenimiento”, dijo el economista en la presentación.
La mitad de ingresos al SIN
Las cinco empresas afiliadas a Caboface destinan casi un 50 por ciento de sus ingresos para cumplir con sus obligaciones tributarias en el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), informó el gerente de Relaciones Institucionales de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN), Ibo Blazicevic, quién además expresó su preocupación por el proyecto de ley “pro leche” que el Gobierno impulsa y que pretende subir los impuestos a las industrias cerveceras para fomentar el consumo de lácteos.
“Los impuestos en Bolivia son comparativamente altos y ésa es una preocupación porque además pretenden generar nuevos impuestos, financiar a otros sectores o generar subsidios. Hay una tendencia a generar nuevos impuestos al alcohol, tabaco.
Eso nos hace menos competitivos y en algún momento favorece a los productos importados”, expresó Blazicevic.
La investigación indica que, además, la cerveza no sólo es la bebida preferida de las fiestas sino que detrás de ella hay todo un negocio que genera más de 30 mil empleos directos, indirectos e inducidos en el país; aporta con más de 180 millones de dólares por impuestos al Estado; incluye una cadena productiva que favorece a cientos de familias de más de 50 rubros; y da dinamismo a la economía interna del país.
“La cadena de la cerveza está vinculada a la agricultura con la malta, a varias industrias con las botellas, el cartón, la hojalata, el plástico, y a equipos de almacenamiento y cadenas de distribución. También mueve el marketing, la industria creativa e incluso el turismo con los eventos regionales. Toda esta cadena apuesta al mercado interno, parecido en cierta medida a la construcción, que la convierten en un verdadero cluster”, explicó Chávez.Consumo y producción
En el consumo de cerveza per cápita, Bolivia se ubica por debajo de Alemania (113 litros por persona al año), Venezuela (95), España (82) Brasil (58), Argentina (41,4) y sobre Uruguay (27).
La producción de cerveza en Bolivia es de 3,4 millones de hectolitros al año y la demanda de la “rubia” alcanzó a 3,3 millones de hectolitros. Un hectolitro equivale a 100 litros.
“Entre amigos suele decirse que en Bolivia se bebe mucho, sin embargo, no es tanto así, estamos ahí nomas (…) Hay que considerar que en los años pares, por ejemplo, sobre todo en el mundo andino, se hace más fiestas y se consume más. Hay una carga cultural fuerte en el consumo” indicó Chávez.
En Bol ivia, la dinámica económica interna es interesante y es en este conte xto que el negocio de la cerveza se mueve y gana terreno. “Es interesante ver, por ejemplo, cómo en los 80 La Paz tenía unas cinco a seis salas de cine y hoy hay más de 40. Entonces, eso habla del gasto que hay en el entretenimiento”, dijo el economista en la presentación.
La mitad de ingresos al SIN
Las cinco empresas afiliadas a Caboface destinan casi un 50 por ciento de sus ingresos para cumplir con sus obligaciones tributarias en el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), informó el gerente de Relaciones Institucionales de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN), Ibo Blazicevic, quién además expresó su preocupación por el proyecto de ley “pro leche” que el Gobierno impulsa y que pretende subir los impuestos a las industrias cerveceras para fomentar el consumo de lácteos.
“Los impuestos en Bolivia son comparativamente altos y ésa es una preocupación porque además pretenden generar nuevos impuestos, financiar a otros sectores o generar subsidios. Hay una tendencia a generar nuevos impuestos al alcohol, tabaco.
Eso nos hace menos competitivos y en algún momento favorece a los productos importados”, expresó Blazicevic.
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