El agua se convirtió ayer en la manzana de la discordia, pues los indígenas de la marcha denunciaron que los efectivos policiales no les permiten ni siquiera abastecerse del manantial que está a unos 20 pasos del lugar.
El Ministerio de Gobierno respondió que se asumió esa medida debido a que el agua de manantial estaría contaminada y que, por ello, decidió enviar 1.000 botellones de agua para los marchistas.
"Existe un arroyo, que está contaminando, sin embargo, las señoras marchistas han tenido acceso para lavar ropa, bañarse, pero no para consumir, se está racionalizando el uso de ese arroyo, porque han fallecido varios menores por el consumo de agua contaminada", dijo el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti.
Agregó que continuarán apoyando a los marchistas con envío de agua, y si es necesario con alimentos.
El pasado 20 de septiembre los marchistas llegaron a la hacienda Yenny, sobre el camino San Borja-Yucumo (Beni), se encontraron con un contingente de más d e 400 policías que les impidió seguir su recorrido y les prohibió acceder al arroyo Chaparina para aprovisionarse. Ni siquiera pueden llegar a la población de Yucumo para comprar provisiones.
De acuerdo a reportes de la Fundación Tierra, los uniformados optaron por impedir incluso que los marchistas se aprovisionaran con el agua del río Chaparina, a pesar de estar sedientos y en medio de un calor abrasador.
La ayuda externa también ha sido obstaculizada, puesto que los colonizadores intensificaron el control y no permiten el paso de personas o vehículos que lleven alimentos para los indígenas. “Aseguran que devolverán los vehículos y enseres secuestrados una vez termine el conflicto”, resalta.
En el campamento hay más de 30 niños menores de un año y al menos cinco mujeres embarazadas, que sufren por la carencia del elemento vital. "Están a 20 pasos del agua y no la pueden beber", relató el periodista de El Deber Ruy D’Alencar.
Asimismo, las ca mpañas a favor de los indígenas hicieron hincapié ayer en el envío de agua.
El Ministerio de Gobierno respondió que se asumió esa medida debido a que el agua de manantial estaría contaminada y que, por ello, decidió enviar 1.000 botellones de agua para los marchistas.
"Existe un arroyo, que está contaminando, sin embargo, las señoras marchistas han tenido acceso para lavar ropa, bañarse, pero no para consumir, se está racionalizando el uso de ese arroyo, porque han fallecido varios menores por el consumo de agua contaminada", dijo el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti.
Agregó que continuarán apoyando a los marchistas con envío de agua, y si es necesario con alimentos.
El pasado 20 de septiembre los marchistas llegaron a la hacienda Yenny, sobre el camino San Borja-Yucumo (Beni), se encontraron con un contingente de más d e 400 policías que les impidió seguir su recorrido y les prohibió acceder al arroyo Chaparina para aprovisionarse. Ni siquiera pueden llegar a la población de Yucumo para comprar provisiones.
De acuerdo a reportes de la Fundación Tierra, los uniformados optaron por impedir incluso que los marchistas se aprovisionaran con el agua del río Chaparina, a pesar de estar sedientos y en medio de un calor abrasador.
La ayuda externa también ha sido obstaculizada, puesto que los colonizadores intensificaron el control y no permiten el paso de personas o vehículos que lleven alimentos para los indígenas. “Aseguran que devolverán los vehículos y enseres secuestrados una vez termine el conflicto”, resalta.
En el campamento hay más de 30 niños menores de un año y al menos cinco mujeres embarazadas, que sufren por la carencia del elemento vital. "Están a 20 pasos del agua y no la pueden beber", relató el periodista de El Deber Ruy D’Alencar.
Asimismo, las ca mpañas a favor de los indígenas hicieron hincapié ayer en el envío de agua.
0 comentarios:
Publicar un comentario