El Gobierno admitió ayer la preocupación de los pueblos indígenas sobre el impacto ambiental y social que tendrá la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, al atravesar el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), y les hizo una nueva invitación al diálogo con una agenda de ocho puntos que se podría tratar en el encuentro.
La invitación fue entregada ayer por la mañana a los indígenas que seguían en la comunidad de San Borja y que, cerca de las 16:00, reanudaron su marcha para avanzar otros cinco kilómetros y detenerse en la hacienda Horeb, en la comunidad La Rinconada.
En el primer punto de la referida invitación, el Gobierno propone abordar “el reconocimiento mutuo, en sentido de que la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos tiene características estratégicas para el Estado y se reconoce la preocupación de las comunidades indígenas del Tipnis por los impactos ambientales y sociales que produciría esta construcc ión”.
territorio chimán. Se negaron a leer la invitación, aunque según dijo el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, en conferencia de prensa, “de todos modos conocen el contenido y esperamos su respuesta”.
En la invitación, el Gobierno plantea otras ofertas, como una consulta “abierta, transparente e informada con todas las comunidades del Tipnis, invitando a veedores nacionales e internacionales”, la conservación del área protegida mediante la aprobación de dos leyes específicas, el establecimiento de mesas temáticas para realizar el diálogo con los 16 puntos reclamados por la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) y la búsqueda de alternativas viables para el tramo II de la carretera.
"Todas las alternativas técnicas serán analizadas. El Gobierno tiene su punto de vista, pero en la dinámica de la negociación se planteó que veamos otras alternativas técnicas", con la única condición de que cumplan la factibilidad t écnico-económica, comunal y ambiental, dijo, a su vez, el ministro de Obras Públicas, Wálter Delgadillo, quien hizo entrega de la misiva a los dirigentes indígenas, aunque éstos se negaron a recibirla.
Sobre la consulta, Delgadillo afirmó que se la prepara para las siguientes semanas, de forma concertada, bajo la normativa nacional e internacional.
"Este punto expresa las voluntades de ambas partes para buscar las mejores soluciones", subrayó.
Para Mauricio Díaz, investigador del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis), la oferta de consulta abierta de Delgadillo es "extemporánea", puesto que ya se comenzó la construcción de los tramos I y III de la carretera. “No hay un trabajo de reconocimiento de la consulta como tal, porque ya es extemporánea", afirmó Díaz.La marcha
En tanto, aproximadamente 2.300 indígenas partieron ayer cerca de las 16:00 de San Borja, después de haber fracasado en las negociaciones con los pobladores de Yucumo, partidarios de la construcción de la nueva carretera y que hasta ayer mantenían bloqueada la vía para impedir el paso de la caravana indígena.
El ejecutivo de la subcentral Tipnis, Fernando Vargas, dijo que se analizaba la posibilidad de dividirse en varios grupos para avanzar por sendas de monte o, en su defecto, esperar la presencia de efectivos policiales para resguardar el orden, como lo había comprometido el Gobierno.
Los indígenas también hicieron un alto al conocer del fallecimiento de uno de sus dirigentes, Eddy Martínez, en el avión accidentado de la empresa Aerocon, a 30 kilómetros de Trinidad, e instalaron un velorio simbólico en su punto de descanso.
Paralelamente, una comisión de dirigentes se dirigió a la capital beniana a la espera de los restos de su compañero dirigente de la etnia chiquitana, quien viajaba para reincorporarse a la marcha indígena.
La invitación fue entregada ayer por la mañana a los indígenas que seguían en la comunidad de San Borja y que, cerca de las 16:00, reanudaron su marcha para avanzar otros cinco kilómetros y detenerse en la hacienda Horeb, en la comunidad La Rinconada.
En el primer punto de la referida invitación, el Gobierno propone abordar “el reconocimiento mutuo, en sentido de que la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos tiene características estratégicas para el Estado y se reconoce la preocupación de las comunidades indígenas del Tipnis por los impactos ambientales y sociales que produciría esta construcc ión”.
territorio chimán. Se negaron a leer la invitación, aunque según dijo el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, en conferencia de prensa, “de todos modos conocen el contenido y esperamos su respuesta”.
En la invitación, el Gobierno plantea otras ofertas, como una consulta “abierta, transparente e informada con todas las comunidades del Tipnis, invitando a veedores nacionales e internacionales”, la conservación del área protegida mediante la aprobación de dos leyes específicas, el establecimiento de mesas temáticas para realizar el diálogo con los 16 puntos reclamados por la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) y la búsqueda de alternativas viables para el tramo II de la carretera.
"Todas las alternativas técnicas serán analizadas. El Gobierno tiene su punto de vista, pero en la dinámica de la negociación se planteó que veamos otras alternativas técnicas", con la única condición de que cumplan la factibilidad t écnico-económica, comunal y ambiental, dijo, a su vez, el ministro de Obras Públicas, Wálter Delgadillo, quien hizo entrega de la misiva a los dirigentes indígenas, aunque éstos se negaron a recibirla.
Sobre la consulta, Delgadillo afirmó que se la prepara para las siguientes semanas, de forma concertada, bajo la normativa nacional e internacional.
"Este punto expresa las voluntades de ambas partes para buscar las mejores soluciones", subrayó.
Para Mauricio Díaz, investigador del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis), la oferta de consulta abierta de Delgadillo es "extemporánea", puesto que ya se comenzó la construcción de los tramos I y III de la carretera. “No hay un trabajo de reconocimiento de la consulta como tal, porque ya es extemporánea", afirmó Díaz.La marcha
En tanto, aproximadamente 2.300 indígenas partieron ayer cerca de las 16:00 de San Borja, después de haber fracasado en las negociaciones con los pobladores de Yucumo, partidarios de la construcción de la nueva carretera y que hasta ayer mantenían bloqueada la vía para impedir el paso de la caravana indígena.
El ejecutivo de la subcentral Tipnis, Fernando Vargas, dijo que se analizaba la posibilidad de dividirse en varios grupos para avanzar por sendas de monte o, en su defecto, esperar la presencia de efectivos policiales para resguardar el orden, como lo había comprometido el Gobierno.
Los indígenas también hicieron un alto al conocer del fallecimiento de uno de sus dirigentes, Eddy Martínez, en el avión accidentado de la empresa Aerocon, a 30 kilómetros de Trinidad, e instalaron un velorio simbólico en su punto de descanso.
Paralelamente, una comisión de dirigentes se dirigió a la capital beniana a la espera de los restos de su compañero dirigente de la etnia chiquitana, quien viajaba para reincorporarse a la marcha indígena.
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