La Paz | A bordo de dos minibuses y dos vehículos, medio centenar de activistas de Derechos Humanos, dirigentes políticos y exmilitantes del MAS partieron ayer al mediodía hacia la población de Chaparina para sumarse a la marcha de los indígenas de tierras bajas.
La exministra y expresidenta de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) Lupe Cajías dijo que la movilización ciudadana obedece a un sentido de solidaridad con los pueblos minoritarios que reclaman sus derechos, pero que fueron humillados por el Gobierno.
A ella se sumó la fundadora de la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia, Amparo Carvajal, que dijo que la violación de los derechos fundamentales se comete desde el Gobierno y recordó que esta acción es de autoritarismo.
Al margen de las activistas, también está en la marcha una decena de exdirigentes y autoridades del MAS como el exviceministro Alejandro Almaraz, que cuestionó el bloqueo instalado en Yucumo porque violenta los derechos de lo s indígenas, y que es orquestado por la Policía y “unos cuantos colonizadores”. Afirmó que no es un activista de ahora, sino que marchó con Evo Morales defendiendo los mismos ideales.
El ex senador masista Lino Villca también decidió marchar y dijo que lo hace como indígena y no como político, porque desde su visión el reclamo de derechos no tiene color político.
Junto a estos exdirigentes del MAS marcharon el exembajador de Bolivia en EEUU Gustavo Guzmán y los ex legisladores masistas Omar Fernández y Óscar Chirinos. El dirigente del MST, Vladimir Machicado, la ex dirigente de la Asofamd Loyola Guzmán o la activista feminista Julieta Paredes están en el primer contingente y que tendrá 50 personas que se sumarán cada 48 horas a la marcha indígena.
Cajías dijo que esta marcha y la generalización de la protesta afecta al Gobierno y más aún si se toma en cuenta que Morales es un ícono del indigenismo en la región, pero con este tipo de acciones, esa imagen se deteriora y más aún con un manejo deficiente de las comunicaciones gubernamentales.
La exministra y expresidenta de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) Lupe Cajías dijo que la movilización ciudadana obedece a un sentido de solidaridad con los pueblos minoritarios que reclaman sus derechos, pero que fueron humillados por el Gobierno.
A ella se sumó la fundadora de la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia, Amparo Carvajal, que dijo que la violación de los derechos fundamentales se comete desde el Gobierno y recordó que esta acción es de autoritarismo.
Al margen de las activistas, también está en la marcha una decena de exdirigentes y autoridades del MAS como el exviceministro Alejandro Almaraz, que cuestionó el bloqueo instalado en Yucumo porque violenta los derechos de lo s indígenas, y que es orquestado por la Policía y “unos cuantos colonizadores”. Afirmó que no es un activista de ahora, sino que marchó con Evo Morales defendiendo los mismos ideales.
El ex senador masista Lino Villca también decidió marchar y dijo que lo hace como indígena y no como político, porque desde su visión el reclamo de derechos no tiene color político.
Junto a estos exdirigentes del MAS marcharon el exembajador de Bolivia en EEUU Gustavo Guzmán y los ex legisladores masistas Omar Fernández y Óscar Chirinos. El dirigente del MST, Vladimir Machicado, la ex dirigente de la Asofamd Loyola Guzmán o la activista feminista Julieta Paredes están en el primer contingente y que tendrá 50 personas que se sumarán cada 48 horas a la marcha indígena.
Cajías dijo que esta marcha y la generalización de la protesta afecta al Gobierno y más aún si se toma en cuenta que Morales es un ícono del indigenismo en la región, pero con este tipo de acciones, esa imagen se deteriora y más aún con un manejo deficiente de las comunicaciones gubernamentales.
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