San Antonio | TipnisRepresentantes de varias de las 14 comunidades pertenecientes a las tierras bajas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) del cono sur, luego de salir de una reunión con el ministro de Obras Públicas, Walter Delgadillo, comentaron que en la misma, el funcionario les indicó “qué hablar, qué pedir y cómo pedir”.
La reunión con Delgadillo se realizó antes de la visita del presidente Evo Morales, ayer en la comunidad de San Antonio.
“Nos ha dado instrucciones, él (el ministro) ha dicho que sabe que necesitamos escuelas y centros de salud, entonces nos ha indicado cómo debemos pedir”, relató Pascual Cartagena, de la comunidad El Buen Pastor.
En tanto, Rosendo Bayá relató, junto a su esposa e hijos, que un grupo del Gobierno los buscó dos días antes en su comunidad para invitarlos a participar de la consulta sobre la carretera en la población de San Antonio.
Bayá relató también que el sábado env iaron vehículos a buscarlos para trasladarlos a San Antonio, a ocho horas de viaje desde la ciudad de Cochabamba.
San Antonio es una población yuracaré compuesta por 16 familias que hacen casi un total de 85 personas. A ese número se sumaron entre 20 a 40 personas de otras comunidades entre moxeñas, trinitarias y yuracarés.
Según el testimonio de los pobladores y de los visitantes, la mayoría de las familias que viven en el lugar subsisten de la producción agrícola, sembradíos de cítricos, arroz y otros. Sin embargo, en la misma población de San Antonio existen sembradíos de coca y en su mayoría los consultados admitieron contar con un espacio pequeño para la coca “que no llega al cato como otros”, dijeron.
Gumercindo López, comunario de la población de San Benito, la última yuracaré que se halla monte adentro, a dos días de caminata, admitió que la construcción de la carretera tiene una parte buena y otra mala. La buena es que la podrán usar para trasla dar con más facilidad sus productos los comunarios que se hallen cerc a a la carretera, pero la mala, será la depredación del bosque con la consecuencia de que los animales se irán. López explicó que a los comunarios de San Benito no les interesa mucho la carretera, pero si les interesa que ya no se produzca avasallamiento de tierras por parte de los colonos.
Otros representantes prefirieron formular por escrito las peticiones para el presidente Evo Morales. Alberto Quinteros, representante de la comunidad de Santa Teresa, entregó un proyecto de cómo querían ser todos en esa comunidad. “Queremos ser todos bolivianos. Entregamos nuestro proyecto como Tipnis del cono sur, acá están todas las propuestas de todas las comunidades, queremos apertura de camino para las comunidades a las que no llegará la carretera”.
Las mujeres sólo hablaron de la salud de sus hijos y de que se dé apertura a mejores postas sanitarias porque los niños mueren de infecciones en el estómago, tuberculosis y leishmaniasis.
La reunión con Delgadillo se realizó antes de la visita del presidente Evo Morales, ayer en la comunidad de San Antonio.
“Nos ha dado instrucciones, él (el ministro) ha dicho que sabe que necesitamos escuelas y centros de salud, entonces nos ha indicado cómo debemos pedir”, relató Pascual Cartagena, de la comunidad El Buen Pastor.
En tanto, Rosendo Bayá relató, junto a su esposa e hijos, que un grupo del Gobierno los buscó dos días antes en su comunidad para invitarlos a participar de la consulta sobre la carretera en la población de San Antonio.
Bayá relató también que el sábado env iaron vehículos a buscarlos para trasladarlos a San Antonio, a ocho horas de viaje desde la ciudad de Cochabamba.
San Antonio es una población yuracaré compuesta por 16 familias que hacen casi un total de 85 personas. A ese número se sumaron entre 20 a 40 personas de otras comunidades entre moxeñas, trinitarias y yuracarés.
Según el testimonio de los pobladores y de los visitantes, la mayoría de las familias que viven en el lugar subsisten de la producción agrícola, sembradíos de cítricos, arroz y otros. Sin embargo, en la misma población de San Antonio existen sembradíos de coca y en su mayoría los consultados admitieron contar con un espacio pequeño para la coca “que no llega al cato como otros”, dijeron.
Gumercindo López, comunario de la población de San Benito, la última yuracaré que se halla monte adentro, a dos días de caminata, admitió que la construcción de la carretera tiene una parte buena y otra mala. La buena es que la podrán usar para trasla dar con más facilidad sus productos los comunarios que se hallen cerc a a la carretera, pero la mala, será la depredación del bosque con la consecuencia de que los animales se irán. López explicó que a los comunarios de San Benito no les interesa mucho la carretera, pero si les interesa que ya no se produzca avasallamiento de tierras por parte de los colonos.
Otros representantes prefirieron formular por escrito las peticiones para el presidente Evo Morales. Alberto Quinteros, representante de la comunidad de Santa Teresa, entregó un proyecto de cómo querían ser todos en esa comunidad. “Queremos ser todos bolivianos. Entregamos nuestro proyecto como Tipnis del cono sur, acá están todas las propuestas de todas las comunidades, queremos apertura de camino para las comunidades a las que no llegará la carretera”.
Las mujeres sólo hablaron de la salud de sus hijos y de que se dé apertura a mejores postas sanitarias porque los niños mueren de infecciones en el estómago, tuberculosis y leishmaniasis.
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