Son varios los factores que pueden interferir y hasta entorpecer el desarrollo del megacampo Margarita-Huacaya cuyo reservorio está a más de 5 mil kilómetros bajo tierra.
La mayor preocupación radica en que pueden presentarse situaciones de conflicto socio político (bloqueos, protestas y otros) que impidan el normal desarrollo de todas las actividades planificadas.
Preocupa también la posibilidad de que se presenten retrasos en la otorgación de licencias ambientales para la ejecución de obras.
También se pueden dar demoras en la otorgación de permisos de construcción por parte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
“Otro aspecto a considerar es el tema de la capacidad de transporte por ducto de gas y condensados, ésta debe acompañar de manera casi sincronizada el avance del proyecto, de nada servirá tener una mayor producción si no se tiene la capacidad de transportar la misma a sus mercados de destino”, advirtió el analista Bernardo Prado.
Agregó que se deberá cuidar mucho el relacionamiento con la Asamblea del Pueblo Guaraní y con todas las comunidades indígenas que habitan zonas potencialmente comprendidas en los reservorios para evitar el estancamiento de los acuerdos que permitan el avance del proyecto.
En criterio del experto Álvaro Ríos, en este momento no existe ninguna dificultad técnica que pueda interferir el desarrollo productivo del campo Margarita porque “se trata de un área tradicional y existe experiencia en cómo manejar estos campos”.
La mayor preocupación radica en que pueden presentarse situaciones de conflicto socio político (bloqueos, protestas y otros) que impidan el normal desarrollo de todas las actividades planificadas.
Preocupa también la posibilidad de que se presenten retrasos en la otorgación de licencias ambientales para la ejecución de obras.
También se pueden dar demoras en la otorgación de permisos de construcción por parte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
“Otro aspecto a considerar es el tema de la capacidad de transporte por ducto de gas y condensados, ésta debe acompañar de manera casi sincronizada el avance del proyecto, de nada servirá tener una mayor producción si no se tiene la capacidad de transportar la misma a sus mercados de destino”, advirtió el analista Bernardo Prado.
Agregó que se deberá cuidar mucho el relacionamiento con la Asamblea del Pueblo Guaraní y con todas las comunidades indígenas que habitan zonas potencialmente comprendidas en los reservorios para evitar el estancamiento de los acuerdos que permitan el avance del proyecto.
En criterio del experto Álvaro Ríos, en este momento no existe ninguna dificultad técnica que pueda interferir el desarrollo productivo del campo Margarita porque “se trata de un área tradicional y existe experiencia en cómo manejar estos campos”.
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