El cardenal Julio Terrazas instó ayer a respetar los acuerdos entre el Gobierno y los indígenas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y consignados en la ley corta, luego de la “enseñanza” que dejó la marcha de los indígenas de las tierras bajas del país en defensa de su hábitat.
Terrazas destacó que los indígenas que viven en el Tipnis no fueron doblegados y continuaron con su marcha a pesar de las dificultades del camino, las adversidades climáticas y la violencia de la que fueron víctimas, porque los fortalecía el amor y el apego a la tierra, la fe en Dios y la convicción de estar en la verdad.
Esas palabras fueron parte del saludo que dio Terrazas a los obispos de todo el país, ayer durante la inauguración de la XCII (92) Asamblea General de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) que dedicará “un buen tiempo” de los cinco días que se reunirán para reflexionar sobre el tema de la ecología y el medio ambiente. “Ha impactado a la gran mayoría del país y también fuera el testimonio y madurez que los indígenas han dado, optando decididamente por el diálogo y el respeto de las leyes, dejando de lado el recurso de la violencia como medio de reivindicación”, destacó.
Agregó que el reclamo indígena “ha despertado la conciencia de la urgente necesidad de preservar los recursos y las reservas naturales, fuentes de vida no sólo para las generaciones presentes, sino también para las futuras. Realidad que no está garantizada por las prácticas depredadoras y por la explotación irracional de este don de Dios”.
Terrazas, presidente de la CEB y Arzobispo de Santa Cruz, destacó que la preocupación por preservar la tierra y el medio ambiente “como don de Dios para todos”, ha estado siempre presente en la responsabilidad de pastores, pero ahora lo ven como un problema particularmente urgente “que exige una palabra orientadora y motivadora”.
Terrazas destacó que los indígenas que viven en el Tipnis no fueron doblegados y continuaron con su marcha a pesar de las dificultades del camino, las adversidades climáticas y la violencia de la que fueron víctimas, porque los fortalecía el amor y el apego a la tierra, la fe en Dios y la convicción de estar en la verdad.
Esas palabras fueron parte del saludo que dio Terrazas a los obispos de todo el país, ayer durante la inauguración de la XCII (92) Asamblea General de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) que dedicará “un buen tiempo” de los cinco días que se reunirán para reflexionar sobre el tema de la ecología y el medio ambiente. “Ha impactado a la gran mayoría del país y también fuera el testimonio y madurez que los indígenas han dado, optando decididamente por el diálogo y el respeto de las leyes, dejando de lado el recurso de la violencia como medio de reivindicación”, destacó.
Agregó que el reclamo indígena “ha despertado la conciencia de la urgente necesidad de preservar los recursos y las reservas naturales, fuentes de vida no sólo para las generaciones presentes, sino también para las futuras. Realidad que no está garantizada por las prácticas depredadoras y por la explotación irracional de este don de Dios”.
Terrazas, presidente de la CEB y Arzobispo de Santa Cruz, destacó que la preocupación por preservar la tierra y el medio ambiente “como don de Dios para todos”, ha estado siempre presente en la responsabilidad de pastores, pero ahora lo ven como un problema particularmente urgente “que exige una palabra orientadora y motivadora”.
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