Redacción centralTres años después de que Estados Unidos decidiera suspender los beneficios de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea por su sigla en inglés) para Bolivia, unas 25 mil personas de fábricas de manufacturas de cuero y textiles del país aún corren el riesgo de perder sus empleos porque el mercado del norte no ha podido ser reemplazado y la situación es mala.
El reciente acuerdo de cooperación firmado entre EEUU y Bolivia ha despertado la esperanza de los exportadores y obreros de un posible restablecimiento de esos beneficios arancelarios. Sin embargo, autoridades de Gobierno, incluido el ministro de Economía, Luis Arce, han indicado que la Atpdea no es necesaria porque sin ésta las ventas al mercado estadounidense han crecido.
Estadísticas elaboradas por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que efectivamente el valor de las exportaciones a EEUU ha crecido, per o especialmente en el rubro de las materias primas (ver cuadro) y gracias a los altos precios en el mercado internacional.
Los datos del INE, al tercer trimestre de 2011, indican que el valor de la exportación de productos textiles en general han caído en 57,95 por ciento en comparación a similar período del año pasado de 44,48 millones de dólares en 2010 a 18,70 millones este año.
El gerente general del IBCE, Gary Rodríguez, señala que el sector textil de Bolivia exportaba, en el mejor momento para las ventas, un pico de 40 millones de dólares a EEUU.
Esa cifra no ha sido alcanzada por Venezuela –el mercado de reemplazo gestionado por el Gobierno—cuya mayor compra fue de 32 millones en 2010. Hasta septiembre pasado, las venas de textiles a EEUU llegaron a 5,5 millones de dólares, casi el mismo valor comprado por el mercado venezolano.
Calidad de empleo
La gerente general de la Cámara de Exportadores de Cochabamba (Cadexco), Claribel Aparicio , dice que el aporte principal de la Atpdea fue beneficiaba especialm ente al sector de las exportaciones de productos manufacturados de alto valor agregado y que, por lo tanto, requieren de una gran cantidad de mano de obra y de calidad.
Es por esto que aunque las ventas a EEUU han crecido sin Atpdea lo han hecho en rubros primarios que no emplean a muchas personas, mientras que las empresas que industrializan y dan valor han sido perjudicadas.
Datos del Censo Laboral elaborado por Cadexco indican que el empleo generado por las exportaciones a los Estados Unidos representa el 11 por ciento del total, esto significa más de 50 mil trabajadores entre empleos directos e indirectos, la mitad, es decir, 25 mil empleos, está vinculada a los rubros de exportación que se beneficiaban de la Atpdea.
PRODUCTOS EXPORTADOS A EEUU
(Enero a septiembre, en $us)
Producto Valor 2010 Valor 2011
Estaño en bruto 168.632.458 157.970.858
Desperdicios de metal precioso 52.413 120.173.241
Aceites crudos de petróleo
o de mine ral bituminoso 186.644.107 113.883.400
Plata 52.871.333 90.312.392
Artículos de joyería 42.382.241 30.958.170
Nueces del Brasil 26.582.935 28.603.183
Quinua 23.472.058 25.927.034
Minerales de volframio 15.139.655 8.895.631
Puertas y sus marcos 4.872.375 5.461.367
Camisas de algodón 1.478.095 1.800.083
Fuente: INE Elaboración: IBCE
ANÁLISIS
“Puro ‘efecto precio’ y nada más”
Gary Antonio Rodríguez A.
Gerente General IBCE Soslayar la importancia que tiene el mercado estadounidense, es ignorar que —pese a quien le pese— EEUU sigue siendo el mayor importador, más previsible, transparente y el de mayor poder adquisitivo del mundo. Un mercado que no compra sólo materias primas, insumos y energía —como otros— sino también bienes con alto valor agregado.
Por eso es que casi todos los países —con raras excepciones— hacen grandes esf uerzos para conquistarlo, y los más inteligentes —los “pa íses ganadores”— negocian acuerdos comerciales que les garanticen su goce más allá de esquemas voluntariosos como el SGP o la Atpdea, porque al final de cuentas, quien exporta con mayor valor agregado será quien más empleos genere.
Eso lo saben perfectamente los trabajadores de la industria textil boliviana, que desde la pérdida de la Atpdea a fines del 2008, y ante la imposibilidad de negociar un TLC bilateral con EEUU (como lo hicieron México, Chile, Perú, Colombia y países centroamericanos), sufren hoy la consecuencia de las promesas incumplidas de los “mercados alternativos”.
Que las ventas globales a Estados Unidos suben, es cierto. Pero ¡en materias primas como minerales y petróleo! Miren estos datos: el año 2009 vendimos estaño en lingotes al país del norte por 6.336 toneladas y 86 millones de dólares. Este año, hasta septiembre mandamos solo 5.683 toneladas y recibimos 158 millones. ¿Más competitivos? Para nada. Puro “efecto precio& rdquo; y nada más...
El reciente acuerdo de cooperación firmado entre EEUU y Bolivia ha despertado la esperanza de los exportadores y obreros de un posible restablecimiento de esos beneficios arancelarios. Sin embargo, autoridades de Gobierno, incluido el ministro de Economía, Luis Arce, han indicado que la Atpdea no es necesaria porque sin ésta las ventas al mercado estadounidense han crecido.
Estadísticas elaboradas por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que efectivamente el valor de las exportaciones a EEUU ha crecido, per o especialmente en el rubro de las materias primas (ver cuadro) y gracias a los altos precios en el mercado internacional.
Los datos del INE, al tercer trimestre de 2011, indican que el valor de la exportación de productos textiles en general han caído en 57,95 por ciento en comparación a similar período del año pasado de 44,48 millones de dólares en 2010 a 18,70 millones este año.
El gerente general del IBCE, Gary Rodríguez, señala que el sector textil de Bolivia exportaba, en el mejor momento para las ventas, un pico de 40 millones de dólares a EEUU.
Esa cifra no ha sido alcanzada por Venezuela –el mercado de reemplazo gestionado por el Gobierno—cuya mayor compra fue de 32 millones en 2010. Hasta septiembre pasado, las venas de textiles a EEUU llegaron a 5,5 millones de dólares, casi el mismo valor comprado por el mercado venezolano.
Calidad de empleo
La gerente general de la Cámara de Exportadores de Cochabamba (Cadexco), Claribel Aparicio , dice que el aporte principal de la Atpdea fue beneficiaba especialm ente al sector de las exportaciones de productos manufacturados de alto valor agregado y que, por lo tanto, requieren de una gran cantidad de mano de obra y de calidad.
Es por esto que aunque las ventas a EEUU han crecido sin Atpdea lo han hecho en rubros primarios que no emplean a muchas personas, mientras que las empresas que industrializan y dan valor han sido perjudicadas.
Datos del Censo Laboral elaborado por Cadexco indican que el empleo generado por las exportaciones a los Estados Unidos representa el 11 por ciento del total, esto significa más de 50 mil trabajadores entre empleos directos e indirectos, la mitad, es decir, 25 mil empleos, está vinculada a los rubros de exportación que se beneficiaban de la Atpdea.
PRODUCTOS EXPORTADOS A EEUU
(Enero a septiembre, en $us)
Producto Valor 2010 Valor 2011
Estaño en bruto 168.632.458 157.970.858
Desperdicios de metal precioso 52.413 120.173.241
Aceites crudos de petróleo
o de mine ral bituminoso 186.644.107 113.883.400
Plata 52.871.333 90.312.392
Artículos de joyería 42.382.241 30.958.170
Nueces del Brasil 26.582.935 28.603.183
Quinua 23.472.058 25.927.034
Minerales de volframio 15.139.655 8.895.631
Puertas y sus marcos 4.872.375 5.461.367
Camisas de algodón 1.478.095 1.800.083
Fuente: INE Elaboración: IBCE
ANÁLISIS
“Puro ‘efecto precio’ y nada más”
Gary Antonio Rodríguez A.
Gerente General IBCE Soslayar la importancia que tiene el mercado estadounidense, es ignorar que —pese a quien le pese— EEUU sigue siendo el mayor importador, más previsible, transparente y el de mayor poder adquisitivo del mundo. Un mercado que no compra sólo materias primas, insumos y energía —como otros— sino también bienes con alto valor agregado.
Por eso es que casi todos los países —con raras excepciones— hacen grandes esf uerzos para conquistarlo, y los más inteligentes —los “pa íses ganadores”— negocian acuerdos comerciales que les garanticen su goce más allá de esquemas voluntariosos como el SGP o la Atpdea, porque al final de cuentas, quien exporta con mayor valor agregado será quien más empleos genere.
Eso lo saben perfectamente los trabajadores de la industria textil boliviana, que desde la pérdida de la Atpdea a fines del 2008, y ante la imposibilidad de negociar un TLC bilateral con EEUU (como lo hicieron México, Chile, Perú, Colombia y países centroamericanos), sufren hoy la consecuencia de las promesas incumplidas de los “mercados alternativos”.
Que las ventas globales a Estados Unidos suben, es cierto. Pero ¡en materias primas como minerales y petróleo! Miren estos datos: el año 2009 vendimos estaño en lingotes al país del norte por 6.336 toneladas y 86 millones de dólares. Este año, hasta septiembre mandamos solo 5.683 toneladas y recibimos 158 millones. ¿Más competitivos? Para nada. Puro “efecto precio& rdquo; y nada más...
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