La Paz | Bolivia debe revisar su política de hidrocarburos, fomentar la exploración y buscar nuevos mercados tras los hallazgos de grandes reservas en Brasil y Argentina, únicos clientes del gas boliviano convertidos ahora en gigantes petroleros, aseguran analistas y ex funcionarios del sector.
"No estamos en pánico, pero si no damos un fuerte golpe de timón en materia de exploración y mercados estaremos complicados", dijo a Efe el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos.
Agregó que los nuevos yacimientos brasileños y argentinos pueden producir volúmenes significativos de hidrocarburos que competirán con el gas boliviano.
Brasil hizo enormes hallazgos en los últimos años, tanto en tierra como en aguas del Atlántico, mientras en Argentina la petrolera española Repsol anunció esta semana el hallazgo de un yacimiento de petróleo no convencional en Neuquén, que presentó como el mayor descubrimiento de su historia.
Según Repsol, ese yacimiento tiene el equival ente a 927 millones de barriles de petróleo, de los que 741 millones son crudo de alta calidad y el resto de gas.
El Gobierno de Evo Morales, quien anunció la "nacionalización" de los hidrocarburos en 2006, confía en que Brasil y Argentina, pese al aumento de reservas, respetarán los contratos firmados para comprar gas boliviano hasta 2019 y 2027, respectivamente.
La oposición e investigadores privados ponen en duda la "nacionalización" de Morales, porque el 80 por ciento del gas sigue controlado por multinacionales extranjeras, pero añaden que aún así la retórica de aquel anuncio paralizó durante años las inversiones en el sector.
Sólo hay actualmente un proyecto avanzado para aumentar desde 2012 la producción de gas: el campo Margarita del sur de Bolivia, cerca de la frontera con Argentina, operado por Repsol en asociación con British Gas y Pan American Energy.
Las reservas de gas boliviano se redujeron este año a 13 billones de pies cúbicos, después de varios años de haberse inflado oficialmente esa cifra.
La producción es d e 45 millones de metros cúbicos diarios, que cubren a duras penas la demanda interna y los compromisos de exportación a Brasil y Argentina.
Según Ríos, hasta 2015 o 2016 Bolivia no tendrá problemas para abastecer esos mercados, pero si no hay una "exploración masiva" la situación será "muy complicada" desde 2017.
Añadió que Brasil y Argentina pueden producir mucho gas con los nuevos hallazgos dentro de cinco años, en los que Bolivia tendrá asegurados esos mercados, pero luego se verá obligada a competir con mejores precios y términos contractuales.
"No estamos en pánico, pero si no damos un fuerte golpe de timón en materia de exploración y mercados estaremos complicados", dijo a Efe el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos.
Agregó que los nuevos yacimientos brasileños y argentinos pueden producir volúmenes significativos de hidrocarburos que competirán con el gas boliviano.
Brasil hizo enormes hallazgos en los últimos años, tanto en tierra como en aguas del Atlántico, mientras en Argentina la petrolera española Repsol anunció esta semana el hallazgo de un yacimiento de petróleo no convencional en Neuquén, que presentó como el mayor descubrimiento de su historia.
Según Repsol, ese yacimiento tiene el equival ente a 927 millones de barriles de petróleo, de los que 741 millones son crudo de alta calidad y el resto de gas.
El Gobierno de Evo Morales, quien anunció la "nacionalización" de los hidrocarburos en 2006, confía en que Brasil y Argentina, pese al aumento de reservas, respetarán los contratos firmados para comprar gas boliviano hasta 2019 y 2027, respectivamente.
La oposición e investigadores privados ponen en duda la "nacionalización" de Morales, porque el 80 por ciento del gas sigue controlado por multinacionales extranjeras, pero añaden que aún así la retórica de aquel anuncio paralizó durante años las inversiones en el sector.
Sólo hay actualmente un proyecto avanzado para aumentar desde 2012 la producción de gas: el campo Margarita del sur de Bolivia, cerca de la frontera con Argentina, operado por Repsol en asociación con British Gas y Pan American Energy.
Las reservas de gas boliviano se redujeron este año a 13 billones de pies cúbicos, después de varios años de haberse inflado oficialmente esa cifra.
La producción es d e 45 millones de metros cúbicos diarios, que cubren a duras penas la demanda interna y los compromisos de exportación a Brasil y Argentina.
Según Ríos, hasta 2015 o 2016 Bolivia no tendrá problemas para abastecer esos mercados, pero si no hay una "exploración masiva" la situación será "muy complicada" desde 2017.
Añadió que Brasil y Argentina pueden producir mucho gas con los nuevos hallazgos dentro de cinco años, en los que Bolivia tendrá asegurados esos mercados, pero luego se verá obligada a competir con mejores precios y términos contractuales.
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