El Gobierno boliviano actúa al margen de las recomendaciones de organismos internacionales cuando sostiene que el Estado tiene que ser el ente que genere la mayor cantidad de empleos, en una concepción política y económica que data de los años 50 del siglo pasado y que fracasó a nivel mundial, según coincidieron ayer en señalar los economistas José Luis Evia y Julio Alvarado.
Ambos expertos fueron consultados en relación al informe emitido el lunes por el Banco Mundial (BM), en el que ese organismo recomienda a los Estados que “es fundamental que los gobiernos trabajen bien con el sector privado, el cual da cuenta del 90 por ciento de todos los puestos de trabajo”.
El Estado hizo poco o nada en favor de los privados en la misión de generar nuevas fuentes de trabajo; por el contrario tomó muchas medidas destinadas a perjudicar la creación de nuevos empleos, comentó ayer Alvarado.
El analista dijo que el Gobierno perjudicó la generación de empleo en el sect or privado al imponer limitaciones a la exportación de excedentes, al exigir el pago de impuestos a empresas formales vía procesos judiciales y al propagar un mensaje negativo de que la empresa privada busca el lucro y no deja ningún beneficio al país.
Para Evia, el Gobierno no está muy interesado en crear las condiciones para facilitar las inversiones privadas destinadas a la generación de empleo porque considera que el sector público es el principal inversor y generador de trabajo, siguiendo un modelo político-económico antiguo y fracasado.
Vedia acotó que la experiencia histórica mundial señala que el Estado debe crear condiciones para que la empresa privada sea la que genere la mayor cantidad de empleo, sin negar la posibilidad de que el Estado cuente con empresas estatales productivas y de servicios.
Ambos expertos fueron consultados en relación al informe emitido el lunes por el Banco Mundial (BM), en el que ese organismo recomienda a los Estados que “es fundamental que los gobiernos trabajen bien con el sector privado, el cual da cuenta del 90 por ciento de todos los puestos de trabajo”.
El Estado hizo poco o nada en favor de los privados en la misión de generar nuevas fuentes de trabajo; por el contrario tomó muchas medidas destinadas a perjudicar la creación de nuevos empleos, comentó ayer Alvarado.
El analista dijo que el Gobierno perjudicó la generación de empleo en el sect or privado al imponer limitaciones a la exportación de excedentes, al exigir el pago de impuestos a empresas formales vía procesos judiciales y al propagar un mensaje negativo de que la empresa privada busca el lucro y no deja ningún beneficio al país.
Para Evia, el Gobierno no está muy interesado en crear las condiciones para facilitar las inversiones privadas destinadas a la generación de empleo porque considera que el sector público es el principal inversor y generador de trabajo, siguiendo un modelo político-económico antiguo y fracasado.
Vedia acotó que la experiencia histórica mundial señala que el Estado debe crear condiciones para que la empresa privada sea la que genere la mayor cantidad de empleo, sin negar la posibilidad de que el Estado cuente con empresas estatales productivas y de servicios.
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