El pago de sueldos y beneficios laborales, de impuestos adeudados al Estado, de dotación de aviones y de reinicio de operaciones de transporte de pasajeros y carga son algunos de los principales ofrecimientos hechos ayer por Ronny Quisbert, quien se identifica como representante de los inversionistas extranjeros interesados en el relanzamiento del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB).
Sin embargo, no precisó el monto total de la inversión, aduciendo que estará en función al monto de las deudas de la empresa, y tampoco precisó el nombre de los inversores. Según sus previsiones, la fecha tentativa para el reinicio de operaciones sería el 15 de diciembre.
Si bien un grupo de trabajadores apoyaba ayer la presencia de Quisbert, el secretario ejecutivo de la Asociación de ex Trabajadores Acreedores del LAB, Víctor Colque, señaló anoche a Cadena A que ven “con cierta duda la aparición de cualquier inversionista porque hay un sentimiento de desconfianza” y añadió que “ quisiéramos ver documentación, que los que representan a inversores muestren documentos legales de representación”.
Inicialmente, se dijo que Quisbert representaba a un grupo árabe que pretendía invertir, de principio, 150 millones de dólares.
Ayer, Quisbert dijo que representaba a inversores europeos que estaban dispuestos a sanear la empresa sin importar el monto.
“Plata hay, aviones va a haber”, dijo y añadió que sólo pedía que los trabajadores que tenían documentos en su poder, en referencia a las acciones, los entreguen para no perjudicar al resto.
Colque señaló que Quisbert está negociando con una federación que “aunque tenga legalidad no tiene legitimidad” pues está formada sólo por dos sindicatos. También dijo tener copia de una sentencia constitucional contra Quisbert, aunque luego no dio más detalles.
El LAB dejó de operar en 2007 debido a sus deudas impositivas y por el pago de beneficios sociales.
Sin embargo, no precisó el monto total de la inversión, aduciendo que estará en función al monto de las deudas de la empresa, y tampoco precisó el nombre de los inversores. Según sus previsiones, la fecha tentativa para el reinicio de operaciones sería el 15 de diciembre.
Si bien un grupo de trabajadores apoyaba ayer la presencia de Quisbert, el secretario ejecutivo de la Asociación de ex Trabajadores Acreedores del LAB, Víctor Colque, señaló anoche a Cadena A que ven “con cierta duda la aparición de cualquier inversionista porque hay un sentimiento de desconfianza” y añadió que “ quisiéramos ver documentación, que los que representan a inversores muestren documentos legales de representación”.
Inicialmente, se dijo que Quisbert representaba a un grupo árabe que pretendía invertir, de principio, 150 millones de dólares.
Ayer, Quisbert dijo que representaba a inversores europeos que estaban dispuestos a sanear la empresa sin importar el monto.
“Plata hay, aviones va a haber”, dijo y añadió que sólo pedía que los trabajadores que tenían documentos en su poder, en referencia a las acciones, los entreguen para no perjudicar al resto.
Colque señaló que Quisbert está negociando con una federación que “aunque tenga legalidad no tiene legitimidad” pues está formada sólo por dos sindicatos. También dijo tener copia de una sentencia constitucional contra Quisbert, aunque luego no dio más detalles.
El LAB dejó de operar en 2007 debido a sus deudas impositivas y por el pago de beneficios sociales.
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